Entorno
Del fútbol al pádel: ¿Qué deportes han crecido más en federados desde Barcelona 1992?
Desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, las fichas federativas en España han pasado de 2,3 millones a 3,5 millones, lo que representa un crecimiento del 46,2% hasta 2015.
11 abr 2017 - 04:59
La celebración de los Juegos Olímpicos (JJOO) de 1992 en Barcelona marcó un antes y un después en la historia del deporte español. Hasta esa fecha, España había conseguido un total de 23 medallas olímpicas en las 16 ediciones de los JJOO en las que había participado, y sólo en el certamen de 1992 logró 22 metales. Un hito que sirvió para bordar la participación más exitosa de España en las historia de los Juegos Olímpicos, y que fue la punta de lanza del aumento del deporte federado.
Los atletas españoles respondieron a las políticas de promoción del deporte emprendidas a partir de 1986, cuando el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, dio a conocer que Barcelona albergaría unos Juegos. A partir de entonces nació el Plan ADO, un programa de becas para atletas olímpicos con el fin de financiar su formación, liberándoles de toda carga económica derivada de sus estrictos planes de entrenamiento.
El éxito de 1992 contribuyó a que la sociedad practicara más deporte y a inculcar entre los jóvenes un estilo de vida más activo. Desde ese año y hasta 2015, el número de licencias deportivas superó los 3,5 millones de personas, un crecimiento del 46,2% en 23 años. Aunque en términos absolutos creció más el número de fichas entre la ciudadanía masculina, el público femenino también ha sido más activo desde 1992, con un aumento de 106% en el volumen de licencias.
Los deportes más practicados en el país en relación al número de fichas son el fútbol, el baloncesto, la caza y el golf. Mientras los dos primeros pueden practicarse sin necesidad de estar federado, la caza exige de licencia y el golf, para practicarse en un campo abierto, también requiere de ficha federativa. De ahí que, pese a no tener un alto índice de penetración en la sociedad, cuenten con un alto número de licencias.
Hay un fenómeno que afecta positivamente en este registro, y no necesariamente está relacionado con los buenos resultados deportivos cosechados en 1992, sino con al auge de disciplinas convertidas en tendencia por el surgimiento de hitos y estrellas del deporte. En este sentido, el efecto que Rafa Nadal tuvo en el crecimiento en el número de fichas federativas de tenis fue positivo (+4,6%) entre los años 2005 y 2012, es decir, desde que ganó su primer Grand Slam en Roland Garros hasta que un carrusel de lesiones mermó su regularidad y sus resultados.
La natación es otro ejemplo, no sólo ligado a los resultados de las nadadoras españolas como Mireia Belmonte, sino a la prescripción médica y a las iniciativas de los colegios que promocionan este deporte entre los alumnos. De ahí que haya crecido un 171,31% desde 1992, en parte también impulsado por los ingresos que recibe su federación, que ingresó 10,4 millones de euros entre ayudas públicas procedentes del CSD, el Plan ADO y los patrocinios.
Otras disciplinas, en cambio, se muestran constantes en el crecimiento del número de licencias independientemente de los triunfos y la notoriedad que obtengan los deportistas o los clubs españoles. Es el ejemplo del fútbol o el baloncesto, que crecieron un 112,05, y un 55,63%, respectivamente, o de la gimnasia (676,53%) y la montaña y la escalada (249,8%).
En cambio, hay disciplinas que se ven afectadas negativamente cuando los deportistas españoles no cosechan éxitos. Por ejemplo, el Atletismo cayó en número de licencias un 36,3% entre 2006 y 2015. Lo mismo ocurrió con el tenis, que desde 1992 hasta 2015 ha sido uno de los deportes que más ha disminuido su número de fichas (-21,9%). Este descenso, a pesar de los buenos resultados logrados por figuras como Nadal y David Ferrer, se ha acentuado en los últimos años debido a la crisis económica y especialmente al auge del pádel, que es el que más se ha desarrollado en los últimos 23 años con un aumento del 1.947,41%.
En términos generales, y aunque las federaciones han visto reducido su volumen de ingresos en 48,4 millones de euros desde 2007, estos organismos han seguido una tendencia alcista en el número de licencias. Las excepciones son el karate, que es el que más cae (-41,74%), el atletismo (-25,62), la caza (-22,65%), el tenis (-21,96%), la pesca (-17,41%), y el tiro olímpico (-1,32%).