Clubes

De China a México, pasando por el aficionado: ¿Quiénes son los nuevos dueños del fútbol español?

Casi treinta de los 40 equipos de LaLiga tienen un accionista con más del 50% del capital, fórmula que el Gobierno quiere revisar, pese al freno que supondría para la llegada de nuevos inversores como los que han logrado Atleti o Espanyol.

Marc Menchén

16 feb 2018 - 04:58

De China a México, pasando por el aficionado: ¿quiénes son los nuevos dueños del fútbol español?

 

 

 

El Gobierno ha anunciado su intención de replicar en España el modelo de propiedad de la Bundesliga, por el que los clubes sociales deben tener siempre al menos el 51% de la propiedad de la sociedad anónima deportiva (SAD). Es un modelo ahora puesto en cuestión por algunos equipos de Alemania, que critican que supone un lastre a la hora de captar inversores que les permitan seguir el ritmo de la Premier League o LaLiga. En el caso del torneo español, son casi treinta participantes que cuentan con un accionista mayoritario, que en muchos casos ha evitado la posible desaparición.

 

Fuentes del fútbol español consultadas por este diario critican que esta medida se vaya a proponer sin ni siquiera haberles consultado, o al menos analizado alternativas menos drásticas. De hecho, la falta de un paquete mayoritario fue lo que en su día alargó la venta del RCD Espanyol a Rastar Group, pues el grupo chino quería tener una posición de control que le permitiera ejecutar el plan de saneamiento sin trabas y que pudiera consolidar con el resto de sus negocios.

 

La corporación de Chen Yansheng posee el 99,25% del club blanquiazul, un poder accionarial similar al que tienen otros accionistas en equipos que han necesitado importantes operaciones de capitalización, como el Málaga CF, el Villarreal CF o la AD Alcorcón. En total, trece personas o entidades controlan más del 90% de sus equipos. El último en entrar en esta lista ha sido Jesús León, con la compra del 98,71% del Córdoba CF por 9,5 millones de euros.

 

 

 

 

No obstante, la operación más relevante de los últimos meses en el fútbol español ha sido la entrada de City Football Group (CFG) en el Girona FC. El grupo creado en torno al Manchester City se ha hecho con el 48% del equipo catalán, aunque ha sindicado sus acciones con el agente Pere Guardiola para controlar más del 96% y poder dirigir sin problemas ni la necesidad de incorporar a externos al consejo de administración. Eso sí, han creado un comité estratégico formado por personalidades de la ciudad para mantener esa conexión con la sociedad civil.

 

La sindicación de acciones para conformar un núcleo duro es bastante habitual, y es una fórmula que también asegura cierta estabilidad. En 2015, Wanda Group apostó por entrar en el Atlético de Madrid porque la familia Gil Marín poseía más de la mitad de las acciones, y en 2017 ha sido Idan Ofer quien ha apostado fuerte con la seguridad de que el consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, y el presidente, Enrique Cerezo, continúan sumando una mayoría de control. Por su parte, el inversor israelí se ha hecho con un 32% del capital mediante la inyección de 50 millones de euros y la compra del 17% del ya exsocio chino por un importe similar.

 

Pese al boom de la inversión china en el fútbol europeo, las operaciones en España no han sido muchas, y junto a la de Atleti y Espanyol sólo se cuenta también la del Granada CF. De Asia llegaron también llegaron Aspire Academy a la Cultura Leonesa y Peter Lim al Valencia CF. De hecho, la presencia de inversores extranjeros sólo se da en diez entidades: Atleti, Espanyol, Granada, Málaga, Valencia CF, Alcorcón, Albacete, Lorca CF, la Cultu, y el Real Oviedo. En el caso del conjunto asturiano, Carlos Slim controla el 70%, pero está buscando nuevos inversores en su México natal para acabar de apuntalar el proyecto y luchar por el ascenso a Primera División.

 

 

 

 

La mayoría accionarial, si bien da estabilidad, tampoco es necesaria para llevar las riendas de una institución. Muchos clubes están fuertemente atomizados, lo que permite que socios con paquetes importantes puedan tomar las riendas de la entidad sin problemas gracias a la colaboración. Son ejemplos el CD Tenerife, liderado por un Miguel Concepción que controla el 46% junto a otros diez accionistas, o la UD Las Palmas, donde Miguel Ángel Ramírez ha elevado su peso al 44,68% tras la última ampliación de capital.

 

Por el contrario, hay directivos que trabajan para poder recuperar las señas de identidad de un club social, condición que sólo pudieron mantener Real Madrid, FC Barcelona, Athletic Club y CA Osasuna por ser los únicos que estaban saneados cuando se aprobó la Ley del Deporte de 1992. De ahí que SD Eibar y RC Deportivo no permitan que nadie posea más del 5% del capital, tope que la Real Sociedad situó en el 3%. Y ahora les acompañará el Real Betis, que estos días está cerrando un proceso de atomización de la propiedad con la que ha ganado más de 5.000 nuevos dueños y ha puesto fin a la etapa de Manuel Ruiz de Lopera y Luis Oliver.

 

El conjunto verdiblanco y su proceso de conversión en SAD ayuda a entender el porqué de la propuesta del Gobierno, aunque firmas especializadas en intermediar compraventas y en la propia asociación de clubes temen por las consecuencias. El contexto español ya supone un lastre para competir en ingresos comerciales con otras grandes ligas, y el freno a la llegada de inversores ahora que empezaban a llegar con proyectos solventes podría suponer una barrera para la evolución del sector.