Dreamland Gran Canaria revierte sus pérdidas tras ganar 1,9 millones en 2022-2023

Dreamland Gran Canaria juega de negro. El conjunto canario ha cerrado la temporada 2022-2023 con un beneficio neto de 1,9 millones de euros, frente a las pérdidas del curso anterior, que se elevaron hasta dos millones de euros, según los estados financieros publicados por la entidad.

La reversión de los números rojos de la temporada 2021-2022 se debe al incremento del 30,6% en sus ingresos, además de duplicar las subvenciones recibidas. El equipo presidido por Sitapha Savané facturó 4,7 millones de euros la pasada temporada, a lo que se suman 6,4 millones de euros en concepto de subvenciones.

La principal fuente de ingresos de Dreamland Gran Canaria ha sido el patrocinio: durante la temporada 2022-2023, el conjunto canario ha firmado a Dreamland Studios como espónsor principal durante las próximas seis campañas, además de renovar a CaixaBank como patrocinador de la cantera. Todo ello ha llevado al club a ingresar 1,8 millones de euros.

A través de la venta de sus derechos de retransmisión, el club ha facturado 1,4 millones de euros, un 40% más que en 2021-2022, mientras que la venta de entradas y abonos ha reportado ingresos por 1,1 millones de euros, más de medio millón de euros que en 2021-2022.

Dreamland Gran Canaria ha ingresado más de diez millones de euros la temporada pasada a través de patrocinios y subvenciones

Dreamland Gran Canaria ha duplicado los ingresos por competiciones, pasando de 161.037 euros en 2021-2022 a 366.752 euros la pasada campaña. Sin embargo, pese a que disparó sus ingresos en 2022-2023, ha renunciado a participar en la presente edición de la Euroliga por motivos económicos.

“Una vez analizada la situación y realizada la votación, el Consejo de Administración del Club Baloncesto Gran Canaria-Claret ha decidido por unanimidad la no participación del primer equipo en la próxima edición de la Euroliga por motivos económicos y volver a disputar la Eurocup”, manifiestó el club en un comunicado.

En paralelo, el Dramland Gran Canaria recibió 6,4 millones de euros en concepto de subvenciones, un 82,9% más que en 2021-2022. Prácticamente la totalidad, más de seis millones de euros, corresponden a la ayuda otorgada por el Instituto Insular del Deporte, a los que se suman 33.035 euros procedentes de la Dirección General de Deportes y 12.000 euros del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Por otro lado, el equipo ha mantenido estables los costes imputados al epígrafe Otros gastos de explotación, registrando 2,8 millones de euros, así como la amortización de inmovilizado, rozando los 200.000 euros.

A los gastos anteriores se suma el área de personal, para la que el club ha destinado en 2022-2023 hasta 6,1 millones de euros, un 5,2% más que el curso anterior. Del total, el 77% corresponde a salarios de la plantilla deportiva (4,7 millones de euros), mientras que el resto se reparte entre otros sueldos (831.911 euros) y cargas sociales (648.738 euros).

El club cerró la temporada 2022-2023 con un fondo de maniobra negativo de 378.418 euros

Los problemas económicos que alega el club se corroboran con el fondo de maniobra negativo. Sus cuentas anuales desprenden que este es de 378.418 euros negativos, al registrar un activo corriente por 1,5 millones de euros y un pasivo corriente por 1,8 millones de euros. Esto implica que el club no puede hacer frente a sus deudas a corto plazo con sus activos vencibles aun año.

Dreamland Gran Canaria es propiedad del Cabildo desde 2003, cuando el conjunto insular entró en causa de disolución y la administración acudió a su rescate mediante una operación acordeón.

CB Gran Canaria nació en 1963 dentro del Colegio Claret, jugando durante varias temporadas con el nombre de dicha entidad. Tras los buenos resultados en las competiciones escolares, se federó al equipo, que pasó a integrarse en la Segunda División. Hasta 1984 militó en esa categoría y es ese mismo año cuando se confeccionaron los estatutos propios para tener personalidad jurídica independiente.

No fue hasta 1984-1985 cuando CB Gran Canaria ascendió a ACB. Por exigencias del Consejo Superior de Deportes (CSD), se vio obligado al cumplimiento la transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), la cual se constituyó en 1992 con el apoyo institucional y del accionariado privado.