Un inversor saudí cierra la compra de la UD Almería y nombra a un nuevo CEO

La UD Almería ya es formalmente propiedad de capital árabe. En concreto, de Turki Al-Sheikh, un alto cargo de Arabia Saudí que ha comprado el 96% del club de fútbol que estaba en manos de Alfonso García Gabarrón. Los términos económicos no se han hecho públicos, aunque las últimas operaciones en LaLiga SmartBank se han cerrado en torno a los 14 millones de euros.

La transacción se ha firmado ante notario este mediodía y las primeras decisiones ya han sido tomadas, con el nombramiento de Mohamed El Assy como director general. Se desconoce cuál es la formación y la trayectoria del nuevo primer ejecutivo, que asume el cargo que durante los últimos años ha ocupado José Juan Bonillo.

El club ha publicado algunas fotos del nuevo propietario y pinceladas de sus intenciones, como la intención de dotar con 200.000 euros a la fundación del club para que financie la actividad del equipo de LaLiga Genuine, formado por personas con discapacidad. Según medios locales, también habría asumido la deuda de cinco millones que tiene la UD Almería, por lo que la valoración de la operación ascendería a 20 millones de euros.

La UD Almería ha nombrado a Mohamed El Assy como nuevo director general, cargo que ocupaba José Juan Bonillo

A favor de la valoración económica final ayuda el escaso volumen de deuda que tiene el conjunto andaluz, pero le juega en contra su escasa capacidad de generar ingresos ordinarios al margen de la venta de futbolistas. De hecho, en cuatro de las seis últimas temporadas ha cerrado con pérdidas (789.000 euros en 2017-2018), si bien siempre ha intentado ir compensando los números rojos de un ejercicio con las ganancias del otro gracias a las plusvalías extraordinarias por el traspaso de jugadores.

La UD Almería aumentó un 4,3% sus ingresos ordinarios en 2017-2018, hasta 7,91 millones de euros, si bien es una cifra que aún está por debajo de la que obtuvo en su retorno a Segunda División. Su principal línea de negocio es la televisión, que representó el 77% de la cifra de negocio y es la única que realmente se anotó una mejora respecto al ejercicio anterior.

La venta de entradas se estancó en torno a 150.000 euros, mientras que la recaudación por abonados retrocedió un 8,3%. El área comercial también ha seguido su tendencia negativa y, por primera vez, se situó por debajo del millón de euros. Las plusvalías por traspasos sí mejoraron, con un alza del 59%.

Pese al lento aumento de ingresos, el conjunto almeriense decidió acelerar el gasto en personal, con un incremento del 10,5% en 2017-2018, hasta 7,61 millones de euros. Es una cifra que apenas representa el 50% de lo que destinó a nóminas en su último año en Primera División. El retroceso es similar al experimentado en el apartado de amortizaciones de inmovilizado, que principalmente hacen referencia a los fichajes de futbolistas.

El resto de gastos de explotación se consiguieron rebajar en un 3,5%, pese al aumento de los costes en desplazamientos e inscripción de futbolistas. Por último, el menor endeudamiento se tradujo en una caída del 79% de los costes financieros.