Competiciones

2019: el año en el que la Euroliga puso un ‘candado’ más a la competición

El torneo ha aprobado ampliar el número de licencias fijas hasta 16, lo que implicará que a largo plazo sea aún más cerrado. El obejetivo es doblar el negocio de la competición y los clubes hasta 1.000 millones de euros.

Patricia López

27 dic 2019 - 04:57

El torneo ha aprobado ampliar el número de licencias fijas hasta 16, lo que implicará que a largo plazo sea aún más cerrado. El obejetivo es doblar el negocio de la competición y los clubes hasta 1.000 millones de euros.

 

 

“Es posible que haya sostenibilidad en el baloncesto”, ha comentado en varias ocasiones Jordi Bertomeu, presidente y fundador de la Euroliga. La sostenibilidad es una cualidad que sólo se alcanza facturando más dinero del que se invierte en un proyecto, y la obsesión del torneo europeo es, precisamente, esa: incrementar su negocio y el de los clubes que lo disputan. En concreto, doblar el negocio de la Euroliga hasta 1.000 millones de euros anuales en los próximos siete años. Y, desde la dirección de la competición, están convencidos de que ese objetivo pasa por hacer una liga más elitista y cerrada, en la que los proyectos más ambiciosos de Europa tengan plaza asegurada.

 

Ese ha sido uno de los movimientos más relevantes de la Euroliga durante este año. Los clubes, que son los accionistas de su propio torneo, han aprobado nuevas reglas de concesión de licencias para sustituir las invitaciones a los campeones de liga por plazas fijas. “Una liga de 18 equipos es una cifra que nos permite entrar en mercados en los que queremos estar sin entrar en conflicto con las competiciones nacionales, que es algo que queremos evitar”, afirma Bertomeu.

 

Así será, ya que los equipos han aprobado ampliar el número de licencias que dan acceso permanente a la competición, con el objetivo de que a largo plazo haya 16 equipos fijos y dos que ascenderán de la Eurocup por méritos deportivos, y que ocuparían la plaza de otros dos equipos descendidos. Será un torneo más cerrado y exclusivo, reservado a aquellas entidades que cuenten con un proyecto suficientemente competitivo dentro y fuera de la pista, y que se encuentren en mercados que interesen, como Francia, Alemania o Reino Unido.

 

Prueba de ello es que el Asvel Lyon Villeurbanne, controlado por la ex estrella de la NBA Tony Parker y el Olympique de Lyon, y el Bayern de Múnich han logrado plaza multianual para jugar la Euroliga. A esta decisión se suma la ambición de Bertomeu de incorporar un equipo británico, lo que le ha llevado a buscar inversores americanos interesados en impulsar un equipo en Londres.

 

 

 

 

En definitiva, en 2019 se asentaron las bases de los equipos que competirán en la Euroliga en un futuro, y eso pasa por dar con clubes con estructura y visión de negocio.

Son dos cuestiones que ganan relevancia, ya que en los próximos años jugará un papel importante la capacidad de los clubes de tener un presupuesto que les permita competir al más alto nivel con cierta autosuficiencia.

 

A partir de 2022-2023, cobrará aún más importancia que esos recursos procedan de otras vías, y no de los accionistas que aportan la mayoría del presupuesto del equipo. Ha sido una medida aprobada en 2019, y que en la práctica implicará reducir del 65% al 40% el límite de la aportación de los propietarios. De este modo, los equipos que se financian a través de mecenas, la administración pública, empresas privadas o secciones de fútbol, deberán buscar líneas de negocio alternativas para reducir la dependencia de sus accionistas.

 

Por ese motivo, la Euroliga ha dado un impulso Bocs (Business Operations & Club Services), una iniciativa que nació como unidad de consultoría de ticketing, y que ahora se ha ampliado para asesorar en cuestiones de patrocinio, área digital y experiencia del fan en el pabellón durante el día de partido. También se ha aprobado la creación de un ecommerce para vender merchandising de los clubes y las marcas. “El objetivo es que a los inversores de los equipos de baloncesto no les salga tan caro armar un proyecto competitivo”, afirma Bertomeu.

 

 

 

 

Dazn entra en escena en España

 

La ofensiva en los entornos digitales se ha fraguado con la venta de los derechos audiovisuales en España a la plataforma OTT Dazn, tras varios años operando con Movistar+. Con la entrada de este nuevo player, el torneo espera así contar con un operador que ofrece mayor flexibilidad al fan a la hora de consumir los contenidos que emite, ya sea en directo o en diferido.

 

Pero lo que ha sido fundamental para que la Euroliga eligiera a Dazn es que la plataforma ofrece más información sobre el perfil de aficionado, un aspecto de gran relevancia para los patrocinadores.

 

Tras una temporada en la que la asistencia a los pabellones ha crecido un 15% y los ingresos por ticketing se han elevado un 3%, la Euroliga espera incrementar su facturación un 15,7%, lo que revertirá directamente en el negocio de los clubes. De hecho, en 2018-2019 el torneo repartió entre 30 y 35 millones de euros entre los clubes, un importe que se ha doblado desde que lanzó el nuevo formato de competición tres temporadas atrás.  Así es la Euroliga: negocio por encima de todo.