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El fútbol aficionado propone dividir la Segunda B y ampliar Tercera a 480 clubes
14 may 2018 - 17:14
En muchas ocasiones se ha debatido sobre cómo hacer sostenible el fútbol semiprofesional en España, y sobre la mesa hay una nueva propuesta que deberá analizar el próximo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) que salga elegido este jueves. La propuesta tiene el apoyo público de Marcelino Maté, presidente en funciones y responsable de la territorial de Castilla y León, y quien presentó un plan que supondría dividir en dos la Segunda B y ampliar el número de equipos en Tercera División.
La Segunda B se mantendría con 80 equipos, si bien divididos en dos series y aún sin una fórmula definida para decidir cómo serían los ascensos y descensos, tanto respecto a la Liga 1|2|3 como entre las series. La primera subcategoría estaría compuesta por veinte equipos, que serían los primeros cinco clasificados de 2018-2019 de cada uno de los cuatro grupos, sin contar a los que ascendieran.
Según los valedores de este plan, aquí se encajarían entidades con mayor potencial económico y capacidad de cumplir con las exigencias de LaLiga en materia de instalaciones y control financiero. No obstante, se deja en el aire cuál sería su explotación comercial y qué ventajas tendría en este sentido respecto al actual formato.
La segunda estaría formada por el resto de participantes, divididos en tres grupos de veinte equipos. El Grupo I abarcaría Galicia, Asturias, Cantabria, Pais Vasco, La Rioja y Castilla y León; el Grupo II, lo haría en Navarra, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, y el Grupo III estaría compuesto por equipos de Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla.
La Tercera División también tendría dos series, una primera de seis grupos (dos aparejados a cada uno de los grupos de la serie dos de Segunda B) y una segunda con 18 grupos más. En su caso, no obstante, el número de participantes se dispararía, desde los 360 actuales a un total de 480. En ningún caso se verbalizó la posibilidad de excluir a los filiales, como sucede en Reino Unido.
La reestructuración de los torneos y un correcto alineamiento de intereses con los equipos debe ser un motor para el crecimiento del negocio comercial. Es una de las ambiciones de ProLiga, entidad que ya agrupa a más de 300 equipos de estas categorías y que en un comunicado señaló que “analizará todo lo allí acontecido como siempre desde una perspectiva de defensa de los intereses de nuestros clubes y de las categorías semiprofesionales, tal y como hemos venido desarrollando desde nuestra fundación. No queremos precipitarnos en nuestra valoración”.