LaLiga recorta el límite salarial a Getafe y Real Sociedad pese a abrir el ‘grifo’ en enero

Este último mercado de invierno ha demostrado cómo los clubes han afinado su capacidad para cumplir sus objetivos de refuerzo sin incumplir el tope salarial asignado por LaLiga. Cambios de jugadores, cesiones remuneradas o gratuitas con opción de compra obligatoria, traspasos imprevistos para dar cabida a hasta tres nuevos futbolistas… Y eso que la competición abrió el grifo del gasto salarial y amentó el techo de gasto un 2,2%, hasta 2.901,4 millones de euros, según la información definitiva a la que ha accedido Palco23.

El incremento de la capacidad de inversión en salarios y amortizaciones de fichajes no ha sido generalizado, pues son mayoría los equipos a los que se les ha mantenido el límite fijado el pasado mes de agosto. E incluso hay algunos a los que se les ha recortado después de comprobar que su previsión de ingresos no iba a ser la esperada o han surgido gastos no previstos.

En esta situación se encuentran Real Sociedad, Getafe CF y RCD Espanyol en LaLiga Santander, así como el Real Oviedo y UD Almería en LaLiga 1|2|3. El Atlético de Madrid figuró hasta el último momento, pero la venta definitiva de Jonny Otto a la Premier permitió pasar de un ajuste del 1% a un aumento del 4,1% de su techo de gasto, superando los 300 millones de euros.

Todos los demás han visto ajustado a la baja este indicador, con los azulones como los más perjudicados con una reducción del 3,4% respecto al plan inicial. El equipo propiedad de Ángel Torres sólo podrá gastar finalmente 37,9 millones de euros, una cifra que les hace perder una posición y les sitúa con el quinto límite más bajo.

LaLiga ha abierto el grifo del gasto salarial y amentó el techo de gasto un 2,2%, hasta 2.901,4 millones de euros

El equipo donostiarra dispone de un 1,9% menos, con 79,27 millones de euros para destinar al gasto en jugadores, primer entrenador, segundo entrenador y preparador físico del primer equipo, así como el gasto en filiales, cantera y otras secciones. Se desconocen las razones del cambio, si bien la entidad deportiva se encuentra inmersa en los trabajos finales de remodelación de Anoeta, con la inversión que eso implica.

En un punto similar se encuentra el Atlético de Madrid, al que LaLiga le ha restringido un 1% su capacidad de gasto, que baja de 293 millones a 290,1 millones de euros en un año marcado por el esfuerzo de la dirección por retener a sus principales figuras, como evidenció la negociación para evitar que el defensa Lucas Hernández se marchara al Bayern de Múnich. Pese a este cambio respecto al verano, el crecimiento del club es evidente, pues un año atrás su límite salarial era de 237,77 millones de euros.

La patronal señala en sus normas que estas variaciones buscan dar con el importe exacto que “garantice la estabilidad financiera del club”. Ese tope se establece normalmente antes del verano a partir de una proyección basada en la cuenta de resultados de los ejercicios anteriores y la incorporación de ingresos que ya estén asegurados mediante nuevos contratos de patrocinio, el propio ciclo audiovisual o por crecimiento de abonados. Lo mismo sucede con los gastos operativos, las amortizaciones y los compromisos de cancelación de deuda, que por ejemplo explican que el Real Valladolid sea el colista de esta clasificación, pues su foco en 2018-2019 es la devolución de toda su deuda histórica con Hacienda.

En el caso de doce equipos de Primera no ha habido ningún cambio, incluidos FC Barcelona y Real Madrid, mientras que la reducción del RCD Espanyol es testimonial, de un 0,2%. No es una cuestión menor, pues demuestra que las direcciones de los clubes cada vez son más capaces de anticipar cuál será la evolución de su negocio en los próximos doce meses para mantener su sostenibilidad.

El principio de prudencia también puede generar bolsas de ahorro que ofrecen un mayor margen de inversión a los clubes, como evidencia el Athletic Club. El equipo vizcaíno ha visto aumentado su tope salarial en un 45,5%, hasta 127,87 millones de euros, tras los ingresos récord que obtuvo en agosto con la venta de Kepa Arrizabalaga al Chelsea FC. Ese aumento, que le sitúa por encima de Villarreal CF y Real Betis, no tiene por qué ser consumido, pero es el que ha permitido acelerar la llegada de Ibai Gómez en enero y las renovaciones de varios miembros del once titular.

Otros equipos que han conseguido aumentar su capacidad de gasto, tras las revisiones de agosto, diciembre y enero, son RC Celta, con un alza del 3,9% que le permite superar a CD Leganés y Levante UD; Deportivo Alavés, que tras la venta de Ibai y Javier Sobrino se le ha subido un 9,4% el límite, y el Girona FC, con una mejora del 1,4% y que, por ejemplo, ha podido servir para retener a Christian Stuani este mercado de invierno y retenerlo hasta 2022.

En el caso de LaLiga 1|2|3, Real Oviedo y UD Almería son los únicos a los que se les ha restringido el límite que inicialmente se les concedió, con un ajuste del 1% y el 6,7%, respectivamente. En esta categoría es mucho más sencillo acertar con el tope salarial que se concede, ya que los derechos de televisión suponen prácticamente el 90% de la cifra de negocio de la mayoría, por lo que las variaciones sólo pueden llegar por la aparición de costes extraordinarios o ingresos no contemplados por la venta de futbolistas.

También se pueden modificar mediante ampliaciones de capital de los accionistas, como reflejan las mejoras que han obtenido Elche CF o Nàstic de Tarragona. En esta división son un total de doce los equipos a los que se les ha abierto el grifo para reforzar la plantilla, con aumentos de más de un millón de euros en estos dos clubes y en otros como Granada CF o CD Tenerife. El Extremadura UD ha ganado casi tres millones de margen, gracias a la salida de Enric Gallego, que ha podido consumir en los quince últimos días del mercado.

Porque, a partir de esta semana, el margen para retocar los equipos será muy escaso y todo dependerá de cómo se haya ejecutado la planificación deportiva desde agosto. El resultado todos lo saben: tres alcanzarán la élite, otros tres darán un paso atrás y cuatro más caerán al fútbol semiprofesional.