Colegios, colectivos y amigos: los planes de la Federación de golf para volver a alcanzar los 300.000 federados

Hombre mayor de 50 años, con dinero y con mucho tiempo libre del que disfrutar. Este perfil bien podría ser el estereotipo de un clásico jugador de golf, pero los tiempos cambian y las ganas de este deporte por seducir a las nuevas generaciones y a la mujer son cada vez mayores. Son dos de los objetivos de la Real Federación Española de Golf (Rfeg), que ha puesto en marcha un plan estratégico para volver a alcanzar los 300.000 federados, una cifra histórica alcanzada antes de la crisis económica.

Xavier Guibelalde, director de márketing de la Rfeg, explica a Palco23 que su idea es ayudar en la captación y fidelización de jugadores a los campos de golf, que son quienes realmente están en el día a día de la práctica deportiva al no poder realizar este deporte en otro lugar. En España existen alrededor de 350 campos de golf, ya sea de clubes sociales o dentro de complejos turísticos.

Desde 1992, cuando sólo había 73.200 federados, hasta el año 2010, cuando se consiguieron registrar 338.200 licencias, la cifra de practicantes no dejó de crecer. Sin embargo, desde entonces este número ha caído hasta los 272.000 jugadores en 2017. Con esta cifra, el golf se sitúa como uno de los cinco deportes con más practicantes de España.

El proyecto de la Federación se basa en cuatro programas gestionados a través de plataformas web, donde se puede ver cómo está funcionando cada uno de ellos en cada momento. Es decir, que funciona como si fuera un panel de control para poder medir el éxito de cada iniciativa y ser más ágiles a la hora de reaccionar con nuevas soluciones. Aunque se desconoce la inversión destinada a estos propósitos, el presupuesto total de la Rfeg es de 9,57 millones de euros para 2018.

El número de practicantes federados de golf se situó en 272.000 personas en 2017, sólo un 0,5% menos que el año anterior

El reto más importante para el golf continúa siendo seducir a los jóvenes. Para ello, Guibelalde explica que se trata de trabajar junto a los campos de golf para que “en su radio de acción puedan escoger a dos o tres colegios de la zona, que se beneficiarán de subvenciones de la Federación para cincuenta alumnos y diez profesores”.

Con esta idea, que empezó hace ocho años y que se ha perfeccionado hasta llegar a esta propuesta final, se pretende poner en contacto a las instalaciones deportivas con los colegios de su área de influencia. Además, permite que los más jóvenes hagan una actividad extraescolar más barata y así derribar la primera barrera de entrada a este deporte, con un importe medio de 21,07 euros por cada media hora de clase particular. De hecho, algunas federaciones autonómicas también tienen programas similares, que se unen al de la federación nacional.

También con los niños, pero los que ya están aprendiendo en escuelas juveniles de golf, el ente federativo ha desarrollado un programa de sensibilización de niños para enseñar este deporte de una forma más lúdica. Es decir, “hacer la enseñanza más divertida con los más pequeños”.

“Para no practicar encima de una esterilla, proponemos diferentes juegos basados en frisbee y béisbol, por ejemplo, ya que aunque no sea golf están desarrollando ciertas habilidades que serán importantes para el swing”, comenta el directivo, sobre una iniciativa que les ha llevado a grabar más de 600 vídeos para que estas escuelas puedan conectar mejor con los niños.

En la Friends Cup, el amigo que no sabe jugar a golf sólo patea en el green.

Más allá de las nuevas generaciones, la junta tampoco quiere olvidarse de los que ya son adultos, que por el momento son los que invertirán más en practicar este deporte. Una de las claves, según explica Guibelalde, es conquistar a los jugadores a través de colectivos. Por ejemplo, “es importante la captación de nuevos jugadores con grupos empresariales y asociaciones de abogados”, con los que se dan más facilidades.

Pero la fórmula que hasta ahora ha tenido más éxito ha sido la Friends Cup. “El 85% de los jugadores que empiezan en el golf vienen recomendados por un amigo o familiar”, señala el directivo. Gracias a esta premisa, que identifica como “el mejor sistema de captación de clientes”, se celebra desde hace dos años una especie de jornada de puertas abiertas bajo el formato de competición.

En estos torneos, la pareja compuesta por un jugador y un recién llegado disputa un partido con otros dúos del mismo perfil. La única condición es que el primerizo sólo puede patear en el green, la zona más cercana al hoyo y donde se realizan la mayoría de golpes finales. En 2018, está previsto que se celebren más de cien ediciones, explica Guibelalde, sobre un proyecto que después subvenciona hasta cuatro clases para los recién llegados.

Estas iniciativas, unidas a las que las federaciones autonómicas puedan realizar por su parte, forman parte del futuro del golf en España, que ve en los torneos Andalucía Valderrama Masters y Open de España sus máximas aspiraciones. La muestra de que estas acciones están funcionando como paracaídas del descenso de practicantes es que el retroceso experimentado en 2013 respecto a 2012 fue del 6%, en 2014 fue del 3,7%, en 2015 del 2,7% y en 2016 del 1,5%. En 2017, se anotó sólo una pérdida del 0,5%, el mejor golpe de este deporte en lo últimos años.