De Cooper a Bonmatí: las mujeres que desafiaron al mundo y cambiaron la historia del deporte

El deporte femenino está en el lugar que le corresponde y no es por casualidad. A lo largo de los últimos cien años, el deporte femenino ha roto barreras que parecían indestructibles, se ha desprendido de figuras de gobierno que lo controlaban a sus anchas y se ha posicionado en el mapa con fuerza, tenacidad y luz propia.

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8M 2024

Desde los Juegos Olímpicos de París 1900 hasta el Mundial Femenino de Fútbol de Australia y Nueva Zelanda 2023, el deporte femenino ha estado marcado por momentos y deportistas que han cambiado el devenir de la historia.

A principios del siglo XX, en 1900, se celebraron los Juegos Olímpicos de París, en Francia. Esta fue la primera prueba olímpica con participación femenina, compitiendo en críquet, tenis y golf. Una de las deportistas que se clasificaron para la prueba marcó un antes y un después: la tenista británica Charlotte Cooper se alzó con la medalla de oro en la modalidad de dobles mixtos, convirtiéndose en la primera ganadora olímpica de la historia.

Además, Cooper esculpió su figura como referente del deporte femenino al proclamarse campeona de Wimbledon en cinco ocasiones. Fuera de la tierra batida, la tenista fue una defensora incansable de la igualdad de género en el deporte, lo que hizo despertar el interés de muchas niñas en el tenis.

Los Juegos Olímpicos de París 1900 fueron los primeros con participación femenina

A Cooper le siguieron otras deportistas como Gertrude Ederle, Katherine Switzer, Billie Jean King, Lusia Harris-Stewart o Ibtihaj Muhammad, entre otras. La nadadora estadounidense Gertrude Ederle, o la Reina del Canal como se la conocía popularmente, fue, en 1920, la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha a nado. Su hazaña no sólo marcó un hito en la natación, sino que desafió las nociones arraigadas sobre las capacidades de las mujeres en el deporte.

Por su parte, la atleta alemana Katherine Switzer fue la primera mujer en correr oficialmente en el Maratón de Boston en 1967, desafiando las normas establecidas, ya que por aquel entonces estaba prohibido para las corredoras, y abriendo el camino para las atletas femeninas en carreras de larga distancia. Switzer se inscribió bajo el nombre de K. V. Switzer y logró comenzar la carrera. Sin embargo, fue detectada y la organización trató de expulsarla a la fuerza: la imagen de Switzer luchando para mantenerse en la prueba se convirtió en un símbolo de la igualdad de género en el deporte.

Siguiendo los pasos de Cooper, la tenista californiana Billie Jean King, además de atesorar el récord de victorias en torneos Grand Slam, amenazó en 1973 con boicotear el US Open si el prize money entre hombres y mujeres no se equiparaba. De hecho, en noviembre de 2023, la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés) incrementó un 20% el prize money de la Billie Jean King Cup, hasta 9,6 millones de dólares, asemejando los premios de la prueba femenina a los de la Copa Davis.

Además de su activismo en el deporte, King fue una fuerza impulsora en la creación de la Women’s Tennis Association (WTA), el organismo que organiza el circuito profesional de tenis femenino en el ámbito mundial.

La atleta alemana Katherine Switzer fue la primera mujer en correr oficialmente en el Maratón de Boston en 1967

La baloncestista Lusia Harris-Stewart es considerada la primera y única mujer oficialmente seleccionada en un draft por un equipo de la National Basketball Association (NBA), siendo una liga masculina. New Orleans Jazz consideró que Harris-Stewart debía estar entre sus filas, aunque nunca llegó a debutar con la franquicia del condado de Louisiana. Harris fue medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Montreal (Canadá) de 1976.

Ibtihaj Muhammad fue más allá, no sólo luchando por posicionar al deporte femenino en el mapa, sino apelando a la diversidad y la inclusión. La esgrimista estadounidense fue la primera deportista en competir en unos Juegos Olímpicos con hijab. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, Muhammad saltó a la pedana con su cabello cubierto, al defender su religión musulmana.

Su acto fue visto por Nike como una oportunidad de negocio, y en 2017, el gigante de Oregón lanzó al mercado un velo deportivo para todas aquellas deportistas que quisieran cubrirse su cabello durante la práctica deportiva.

A las deportistas anteriores se suman otras referentes es sus disciplinas, como Marta Vieira da Silva o Laia Sanz. La brasileña fue el primer gran referente en el fútbol femenino, considerada en 2009 por la revista Época una de las cien personas más influyentes del mundo. La jugadora, que actualmente compite en Orlando Pride de la National Women’s Soccer League (Nwsl), cuenta con seis premios como Mejor Jugadora del Mundo, así como una Bota de Oro en el Mundial de 2007 y otras dos en la Women’s Professional Soccer, entre otros.

Por su parte, la motociclista catalana es una de las pilotos con un mayor palmarés del planeta: catorce títulos mundiales de trial femenino, diez campeonatos europeos de trial femenino, siete títulos en el Trial de las Naciones, seis veces Campeona del Mundo de Enduro Femenino y cuatro medallas de oro en los X Games.

La esgrimista Ibtihaj Muhammad creó un precedente al competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 con hijab

Sin embargo, la magnificencia de Sanz va de la mano de su participación en el Rally Dakar. La piloto se ha alzado en once ocasiones con el Trofeo Femenino de la prueba más dura de rally del mundo. Ella ha abierto el camino a varias pilotos que actualmente están en el panorama deportivo, como Sara García y Sandra Gómez, ambas sobre las dunas, o Ana Carrasco y María Herrera, en carreras de velocidad.

Todas ellas, y muchas otras, trazaron el camino que las jugadoras de la Selección Española de Fútbol se han encargado de apuntalar. En la final del Mundial Femenino de Fútbol, celebrada el 20 de agosto de 2023 en el Sydney Football Stadium (Australia), la Selección Española de Fútbol se alzó con el título de Campeonas del Mundo; sin embargo, su hazaña quedó empañada por unos hechos que trascendieron del terreno de juego: el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) besó sin consentimiento a Jenni Hermoso.

El acto del entonces presidente de la Rfef no quedó impune y un terremoto de cancelación, comandado por Las quince, con Alexia Putellas y Aitana Bonmatí a la cabeza, hizo que se pusiera fin al mandato de uno de los presidentes más old school del fútbol español.