Entorno
De millonarios a arruinados: la bancarrota acecha a los deportistas tras la retirada
Son muchos los atletas profesionales que se centran en desarrollar su carrera deportiva sin pensar en el momento en que ésta llega a su fin y las consecuencias que conlleva.
15 feb 2021 - 04:52
Mike Tyson, Boris Becker o Paul Gascoigne forman parte de una larga lista de deportistas de élite que han pasado de ser millonarios a la ruina económica. No se trata de casos aislados: la bancarrota es un riesgo grave para los deportistas tras su retirada . Los problemas financieros correspondientes al 60% de los jugadores de la Premier League en cinco años, al 78% de los de la NFL en dos años o al 60% de los que compiten en la NBA a los cinco años de abandonar el deporte. La ruina económica amenaza a los deportistas.
Tres de cada cinco jugadores de la Premier League se arruinan cinco años después de colgar las botas , de acuerdo a un estudio elaborado en 2013 por Xpro, organización caritativa que ayuda a exjugadores de fútbol británicos. Un análisis realizado en base de futbolistas con una media de ingresos de 35.000 euros semanales.
Paul Gascoigne es uno de los ejemplos ilustres, aunque lograra evitar la quiebra a última hora tras llegar a un acuerdo con sus acreedores. Otros futbolistas con pasado en la Premier League, como John Arne Riise o Eric Djemba-Djemba, también han debido hacer frente a problemas financieros.
En la misma línea, Sports Illustrated hizo público hace una década un informe centrado en los deportes en Estados Unidos, con un result similar en el caso de la NBA, pero que se incrementaba en la NFL, con la bancarrota llegando a afectar al 78% de los jugadores de fútbol americano. Estrellas como Antoine Walker, Dennis Rodman o Delonte West han malgastado sus millonarios ingresos deportivos.
El 60% de los jugadores de la NBA y el 78% de los de la NFL acaban en bancarrota
Ramon Alegre, deportista de élite durante 20 años como jugador de hockey hierba, con participación en tres Juegos Olímpicos y una medalla de plata en Pekín 2008, conoce bien esa transición hacia la retirada, vivida en primera persona, pero también como asesor financiero certificado por la European Financial Advisor (Efpa).
“La retirada no debería ser un problema”, señala Alegre a Palco23, ya que “todo deportista sabe que llegará en algún momento”. “El problema es la incertidumbre”, asegura, ya que no se sabe cuándo llegará ni el motivo, “si es por lesión, fin de carrera o por la necesidad de entrar en el mundo laboral” en el caso de los deportistas amatuers o semiamateurs .
“A nivel económico, la retirada es un problema si no ha tenido una buena planificación financiera para tener una estabilidad económica cuando llegue el momento de dejar el deporte”, agrega.
“La vida del deportista de élite se caracteriza por una corta vida laboral ”, detalla el experto, ya que normalmente “va desde los 16 años hasta los 34 años, y por tanto el pico de ingresos se concentra en muy pocos años, siendo necesario prepararse para la retirada y la transición hacia el mundo laboral y que el patrimonio generado no desaparezca ”.
En ese sentido, Antoine Walker, ex NBA, explicó en la Cnbc en 2016 su experiencia tras perder más de 100 millones de dólares entre el juego y fallidas inversiones inmobiliarias, invitando a los jugadores a “crear un estilo de vida en el que tengan riqueza generacional”, para lo cual es necesario que “elaboren un plan de ahorro que les asegure estar bien el resto de su vida antes de comenzar un lujoso estilo de vida”.
Antoine Walker perdió más de 100 millones de dólares entre el juego y fallidas inversiones inmobiliarias
El deportista concentra en un “periodo corto de tiempo muchos ingresos”, detalla el asesor financiero, hasta el punto de que entre el 70% y el 90% de los ingresos de los deportistas a lo largo de su vida se concentran antes de los 35 años. A lo que se suma la juventud y falta de experiencia, que en ocasiones lleva a que “se malgaste el dinero con un elevado tren de vida sin tener en cuenta el ahorro para el futuro”.
A la bancarrota se llega con un “exceso en el estilo de vida, un mal asesoramiento y una falta de conocimiento financiero”, para lo cual es importante que los atletas se formen y tengan una cultura financiera básica.
Torii Hunter, exestrella de la MLB, reconocía en Sports Illustrated que “una vez que te metes en el tema financiero, y suena a japonés, los chicos dicen: 'No voy a volver'. Están perdidos”, debido a esa falta de cultura financiera que les hace tomar decisiones sin tener en cuenta las consecuencias.
No estar bien asesorado “es un riesgo” para los deportistas, que deben centrarse en entrenar y competir, pero sin olvidarse de rodearse de expertos en la materia que les ayuden a la toma de decisiones. “El entorno más próximo, a pesar de la confianza, no siempre es el más preparado a no ser que tengan los conocimientos necesarios”, recuerda. Magic Johnson lo dejó claro en su momento al afirmar que aquellos que “contratan a personas no por su experiencia, sino porque son amigos, fracasarán”.
Magic Johnson: “Los que contratan a personas no por su experiencia, sino porque son amigos, fracasarán”
Otro jugador de fama mundial, Scottie Pippen, fue víctima de una mala experiencia al invertir más de 20 millones de dólares en proyectos de un asesor financiero que acabó siendo condenado a tres años de prisión por fraude tras engañar al jugador.
La fama y el dinero atraen, pero tal y como advierte el ex jugador de baloncesto Karl Malone “te metes en problemas cuando dejas que mucha gente se acerque a ti”. “Intento rodearme de las personas adecuadas y luego les dejo hacer su trabajo”, explicó en Dereset, advirtiendo que “cuando hago preguntas quiero que me den respuestas”, consciente de que “inviertes para obtener beneficios”. El legendario jugador aprovechó la fortuna generada en la NBA para crear Malone Properties, invirtiendo en empresas de desarrollo comercial, restaurantes, automoción o terrenos e inmuebles.
Al mismo tiempo, los deportistas deben evitar “poner todos los huevos en la misma cesta”, lo idóneo es diversificar las inversiones con una “estrategia a medio y largo plazo con un asesor con el que se identifiquen los objetivos financieros personales de cada deportista”.
Deportistas destacados de otros deportes también han pasado por este trance, como el ex número 1 del mundo de tenis Boris Becker, con ingresos superiores a los 100 millones de euros pero que se declaró en bancarrota en Reino Unido, en 2017, por una deuda de 3,5 millones de euros con el banco Arbuthnot Latham. El extenista alemán llegó a subastar objetos relacionados con su carrera como tenista profesional para pagar sus deudas.
Un caso similar es del ex campeón del mundo de boxeo Mike Tyson, que tras lograr unos ingresos superiores a los 400 millones de dólares en su carrera se declaró en bancarrota en 2003. Como le sucediera también a su rival en los cuadriláteros Evander Holyfield, que llegó a amasar una fortuna de 350 millones de dólares, pero que dilapidó entre casinos, malas inversiones, costas judiciales y un elevado estilo de vida.
Algunas instituciones como la National Football League Players Association (Nflpa) se han puesto manos a la obra para tratar de proteger a los jugadores económicamente, creando un programa que evalúa a los asesores financieros para certificar su valía. Además, la NFL lleva a cabo un seminario obligatorio para los seleccionados en el draft que también trata de advertirles y protegerles de los posibles peligros a los que se enfrentan.
Lo idóneo es diversificar las inversiones con una “estrategia a medio y largo plazo”
En contraste con estos casos están los de deportistas que se han reinventado convertidos en empresarios. Es el caso de Michael Jordan , que no llegó a los cien millones de dólares en ingresos como jugador de la NBA, pero cuya fortuna se acerca actualmente a los 2.000 millones, según Forbes, tras lanzar con Nike su propia marca, comprar los Charlotte Hornets , invertir en Sportradar o convertirse en accionista de los Miami Marlins.
En España, un ejemplo más cercano es el de Gerard Piqué , aún en activo como futbolista, convertido en responsable de la nueva Copa Davis a través de Kosmos, propietario del FC Andorra e inversor y asesor estratégico de Sorare.