Entorno

Francisco Roca dimite como presidente de la ACB tras el último bloqueo de los clubes

El ejecutivo, que finalizaba contrato en mayo de 2018, considera que debe ser un nuevo presidente el que lidere el rediseño de la competición, después de acumular varios choques, como el de Endesa o el Betis.

Palco23

22 ago 2017 - 15:35

Savia nueva en la ACB. La patronal del baloncesto español deberá buscar un nuevo presidente, después de que Francisco Roca haya comunicado a los clubes que no continuará como primer ejecutivo pese a tener contrato hasta mayo de 2018. La entidad dispone de un plazo de tres meses para buscar a un sustituto, ya que es el periodo de preaviso que Roca ha concedido por contrato.

 

Su último día en las oficinas será el próximo 22 de noviembre, después de tres años y medio bastante convulsos. Pese a lograr importantes hitos, como el contrato de televisión con Telefónica, el directivo también ha tenido que lidiar con la reestructuración del sistema de competiciones en el baloncesto europeo y la reforma de las normas de acceso a la ACB. El último enfrentamiento fue a cuenta de la inscripción del Real Betis Energía Plus tras una solicitud de la Justicia.

 

Roca ha enviado una carta a los clubes en la que atribuye su salida a que “durante el transcurso de la presente temporada 2017-2018 la ACB deberá tomar decisiones importantes de cara a definir su futuro a corto y medio plazo. Estoy convencido de que este proceso no debe estar dirigido por un presidente que se acerca al final de su mandato”.

 

El aún presidente, que llegó procedente de La Liga, también deja entrever que su marcha responde a la falta de cohesión interna en la organización, pues considera que el volante del baloncesto profesional español debe asumirlo “la persona que vaya a liderar la ACB en los próximos años y que además lo pueda hacer desde una renovada unidad entre los clubes asociados".

 

Roca llegó en 2014 con el apoyo unánime de todos los equipos y con el aval de haber participado en los primeros años de transformación de La Liga, especialmente en el área comercial. Sin embargo, esa unidad se ha ido descomponiendo en los últimos meses, con los participantes de la Euroliga defendiendo unos intereses que distan de los del resto de miembros, y otros cargando contra la patronal por las dificultades de retener su plaza. La puntilla, el desacuerdo para reducir el número de participantes.