Entorno

Ironman: “reto, hermandad y negocio”, las claves de un ‘bussines’ de 12 millones

El triatlón fue creado como un reto por un grupo de marines en 1978, en Hawaii. La compañía tiene previsto organizar eventos en Europa y Sudáfrica, entre los que se encuentra el Ironman 70.3 en Marbella, el próximo noviembre.

Ironman: “reto, hermandad y negocio”, las claves de un ‘bussines’ de 12 millones
Ironman: “reto, hermandad y negocio”, las claves de un ‘bussines’ de 12 millones
Las principales fuentes de ingresos de Ironman son las inscripciones, los patrocinios y los derechos audiovisuales.

Mar Sierra

14 feb 2025 - 05:00

Ironman corre, nada y va en bici. En 1978, de un grupo de marines en Hawaii nació la idea de combinar las tres pruebas más duras del deporte en una sola: una carrera de maratón; un recorrido en bicicleta y una prueba de natación. El primer evento en el que se puso a prueba, Gordon Haller completó el recorrido en más de once horas. Desde entonces, la compañía ha asentado su negocio gracias a tres grandes pilares: el reto, la hermandad y el negocio, fundamentos que le han permitido generar un impacto de más de doce millones de euros al año.

 

El pasado miércoles se celebró, de la mano del Sports Business Esade Alumni, una sesión en la que Agustí Pérez, senior regional director south Emea de Ironman Group; Carlos Martín, miembro de la junta del club y regional marketing manager south Emea de Ironman Group; Judith Corachán y Marcel Muñoz, atletas profesionales, debatieron sobre el caso de éxito, el impacto en el negocio del deporte y en la sociedad de la compañía organizadora de uno de los mayores retos deportivos.  

 

Siguiendo con las claves que han consolidado el negocio de Ironman, Judith Corachán explicó que “el icono de Ironman es el reto en sí, más que acabar la distancia”. Marcel Muñoz coincidió, añadiendo que “el reto es un puzle personal”, siendo este el primer pilar fundamental de la compañía: el reto. Uno de los factores que han dado a conocer Ironman es el impacto que ha generado en las personas. “A escala de evento, somos referenciales”, continuó Agustí Pérez: “superas el reto y te llevas la experiencia”, apuntaba.

 

 

 

 

La hermandad que ha creado la compañía durante todos estos años es otro gran elemento clave: “Ironman crea una hermandad que no existe en ninguna otra disciplina”, explicó Muñoz. El éxito que ha recogido la compañía con su comunidad ha sido gracias al trabajo de márketing en el que se han estado esforzando durante años. “Se ha convertido en un símbolo global, una plataforma con un márketing esencial”, prosiguió Marcel Muñoz.

 

Para seguir tejiendo esa gran comunidad, Agustí Pérez presentó la red de live experience con la que trabajan y el márketing “tan personalizado y preparado para cada uno de los participantes”, lo que ha conseguido forjar esta red de atletas. De hecho, durante la pandemia de Covid-19, Ironman creó una plataforma de entrenamientos virtuales llamada Ironman Virtual Club, con el objetivo de “aparte de entrenar y participar en desafíos semanales, formalizar la hermandad de Ironman”.

 

Los anteriores soportes han acabado creando un negocio del deporte que ha ido creciendo por momentos. Desde 2014, Ironman ha anotado una progresión que ha empezado por desarrollar un modelo centrado en celebrar los grandes retos, lo que les ha permitido identificar como principal fuente de ingresos las inscripciones, con precios de aproximadamente 800 euros; los patrocinios, tanto públicos como privados, y los derechos audiovisuales.

 

 

 

 

Actualmente, Ironman tiene un impacto directo de doce millones de euros en aquellas ciudades en las que celebra sus eventos, mientras que produce otros cuatro millones en concepto de media. En la sesión, Agustí Pérez concluyó que “están en un muy buen momento” y que tienen “ganas de seguir expendiéndose”. Este año lo hacen llegando a la ciudad de Marbella, con Ironman 70.3, en noviembre de 2025, con el que pondrán al límite a sus participantes.

 

Con la siguiente edición se pretende facturar más de treinta millones de euros. De esta forma, la comunidad autónoma mantiene su apuesta en el sector deportivo, ya que, tras albergar competiciones de otras disciplinas, la cuidad de la Costa del Sol se convertirá en el primer municipio español y el cuarto a nivel europeo en acoger esta prueba, celebrada durante el fin de semana del 8 y 9 de noviembre.

 

La ciudad malagueña, que tiene presencia en el calendario Ironman 70.3 con una prueba desde 2018, además del Europeo durante el año pasado, prevé atraer a más de 6.000 atletas de todo el mundo de la mano de sus acompañantes. La carrera mantendrá el formato de dos días inaugurado en 2017 con las deportistas profesionales corriendo el sábado y los hombres al día siguiente.

 

Con sede en Florida (Estados Unidos), Ironman llegó a España con la constitución de una sociedad en 2014, comprando la compañía organizadora del triatlón de media y larga distancia de Calella (Barcelona). La empresa divide sus distintas subsidiarias en continentes y, dentro de estas, en regiones. La división del sur de Europa, que se controla desde España, cuenta con una plantilla de prácticamente treinta personas encargadas de organizar los eventos.