Fitness
Desescalada oficial o deseada: los gimnasios preparan su reapertura para junio
Las gestoras de instalaciones deportivas manejan tres escenarios y el más realista contempla volver en la segunda quincena de junio. Si bien la mayoría de cadenas desea abrir en cuanto las autoridades lo permitan, otras apuntan a que preferirían hacerlo tras el verano.
24 abr 2020 - 04:59
Tras más de un mes de confinamiento, la sociedad anhela volver a la normalidad y la industria del deporte se prepara para reanudar su actividad. LaLiga espera volver a competir en junio, y ese es el mes marcado en rojo por las cadenas de gimnasios que se vieron obligadas a cerrar por la pandemia de Covid-19. Son numerosos los directivos que afirman querer volver a operar cuanto antes siempre que las autoridades sanitarias lo permitan, aunque algunas voces apuntan a que preferirían esperar a septiembre, una vez hayan quedado atrás los temores por el contagio del virus y el verano, tradicional época de descenso de la clientela, según los operadores consultados por Palco23.
“El escenario más optimista y menos realista es volver una vez se levante el estado de alarma, a partir del 11 de mayo, aunque creemos que será a mediados de junio”, explica Gabriel Domingo, director general de la gestora catalana de centros deportivos Claror. “Si no hay rebote de contagios, y teniendo en cuenta que la desescalada empieza el 10 de mayo y será paulatina, abrir a lo largo de junio resulta razonable”, añade Rafael Cecilio, presidente de DreamFit.
La mayoría de gestores reafirma su voluntad de abrir cuanto antes sea posible en condiciones de seguridad, y admiten que “cualquier precipitación sería dramática si se encontrara algún positivo en los gimnasios”, conscientes del temor de la sociedad a una posible réplica del sismo provocado por el Covid-19. “Sabemos que habrá que convivir con el virus al menos hasta que se disponga de una vacuna, pero se está trabajando para dar con medicamentos que palien o curen, y todo ello nos lleva a ser optimistas”, añade Cecilio.
Los directivos del sector apuntan a que el 90% de sus clientes admiten que volverán a entrenar cuando el club abra
No todos los operadores lo ven tan claro. Muchos afirman en privado que el regreso de los gimnasios coincidirá de lleno con la época de mayor número de bajas, el verano, cuya estacionalidad afecta a un sector del fitness. La retención de público en ese periodo siempre ha sido un reto para las cadenas, que ven cómo convencerles en un contexto post pandemia será complicado.
“Si las autoridades autorizan la reapertura lo haremos porque tenemos una responsabilidad con empleados y clientes, pero preferiría hacerlo en septiembre, cuando los abonados estén de vuelta de las vacaciones”, explica el director general de una cadena del segmento low cost que prefiere mantener el anonimato. El responsable apunta las inversiones en adaptación de espacios para mejorar la seguridad de técnicos y socios pese a que “será una época de bajón por el verano y por el temor que puedan tener”.
Desde Claror y BeOne lo ven desde otra perspectiva. “Estamos preparándonos para un verano intenso porque será particular y se viajará menos, por lo que prevemos reforzar la oferta”, explica Gabriel Domingo. Robert Ramos, consejero delegado de BeOne, afirma que “el 90% de los clientes quiere reiniciar cuanto antes la actividad en nuestros centros y, además, tenemos la obligación de abrir desde un punto de vista de responsabilidad porque somos una parte muy importante para la salud de la gente”.
Es una visión que coincide con la de Gabriel Sáez, presidente ejecutivo de GO fit, al afirmar que “si siempre ha sido necesario que la gente haga actividad física, ahora con el Covid-19 aún más”. El directivo apela a que la industria de los gimnasios está preparada para la limpieza de las instalaciones, y a que ofrezca el lugar “más higiénico de todos los entornos cerrados que puedan plantearse, incluida las casas de los clientes”. Con todo, la compañía, que opera en Madrid 7 de sus 17 instalaciones en España, cree que podrá volver a operar entre julio y septiembre.
La cadena de estudios boutique Orangetheory Fitness se muestra más optimista y también apunta a junio. “esperamos que el Gobierno que diferencie entre boutiques y clubes de mayor tamaño, porque operamos con grupos reducidos y cada cliente utiliza el equipamiento de su estación de entrenamiento”, explica Martín Fernández, director general de la cadena en España, que opera en centros de aproximadamente 300 metros cuadrados.
Con tal de acortar plazos y dar garantías al Gobierno y a los clientes, la patronal del sector, Fneid, ha elaborado un protocolo para preparar las instalaciones para su vuelta a la actividad. El texto está sobre la mesa del Consejo Superior de Deportes (CSD), y tras su aprobación se elevará a Sanidad para su posterior estudio. De momento, el ente presidido por Irene Lozano trabaja en el texto que marque el reinicio de los entrenamientos en el deporte de élite.
Las cadenas de gimnasios defienden que entrenar en el club será más seguro e higiénico que hacerlo en el hogar
Una vez se levante el estado de alarma, los gobiernos autonómicos tomarán las riendas e influirán en la desescalada. “Tiene sentido que ese proceso sea asimétrico en cada región si los casos de contagio son dispares, pero si son parecidos deberían ser iguales”, explica Roberto Ramos, ante la posibilidad de que BeOne, que opera 35 centros por casi todo el país, deba adaptar el protocolo a cada región.
Lo que parece claro es que las instalaciones reducirán un 30% su aforo para facilitar la distancia social. Los operadores de centros municipales son conscientes de que podrán pedir una compensación por ello, del mismo modo que el Real Decreto-ley 8/2020 establece compensaciones durante el periodo de cierre por fuerza mayor. “Habrá que pelearlo mucho, pero es un colchón que no tienen los operadores de centros privados”, añade Ramos.
Algunas cadenas de ese ámbito sí que han pedido negociar con el Gobierno que los Ertes duren hasta la apertura o que, si la actividad es más reducida tras el Covid-19, se permita alargar ligeramente dichos expedientes de regulación temporal de empleo.
¿Puede el verano mermar aún más la vuelta de los gimnasios a la actividad? El sector asume que no es el momento ideal para realizar la rentrée, aunque algunos directivos prefieren ver el lado bueno. “Es probable que haya menos gente en julio y agosto, pero puede ser una oportunidad para que los clientes se sientan seguros entrenado, con distancia social, y se acostumbren a esa nueva normalidad de cara a los meses fuertes de septiembre y octubre”, afirma Rafa Cecilio.