Máis que Auga rompe con su suministrador de equipamiento por “sentirse perjudicado”

Divorcio en el sector del fitness. La cadena gallega de gimnasios Máis que Auga ha roto su relación con Life Fitness, que ejercía como suministrador de equipamiento, debido a “decisiones estratégicas de la marca con las que se siente perjudicada”, según ha confirmado en un comunicado. 

La relación entre las partes comenzó hace diez años; sin embargo, tras una decisión unilateral de la marca a escala internacional, el equipamiento cardio de la línea Discover SE “deja de prestar parte de las configuraciones que permitía en el momento de su adquisición, por lo que prácticamente la totalidad de los centros se queda sin esa operativa debido a una actualización del software”, explica la cadena. 

Francisco Cortegoso, director general de Máis que Auga, ha asegurado que “nos apena enormemente dar este paso tanto por la relación con el equipo Iberia, como por el trato recibido hasta el momento, pero este tipo de decisiones unilaterales, la forma de comunicarlo y la falta de alternativas nos hace sentirnos rehenes de una marca, cosa que no podemos permitir en ningún caso”. 

Máis que Auga firmó a Life Fitness como proveedor hace diez años 

La cadena ha confirmado que ya se encuentra “valorando nuevos proveedores que garanticen los estándares de calidad que tanto la empresa como sus clientes requieren”. 

Máis que Auga apuntaba a cerrar el pasado 2024 con un volumen de negocio de 7,6 millones de euros. De cumplirse sus cálculos, la facturación crecería un 4,2% respecto a la de 2023, cuando la compañía ingresó 7,1 millones de euros. En octubre, Cortegoso avanzaba en una entrevista concedida a este medio que “se está cumpliendo el presupuesto que aprobamos a principios de año; incluso estamos un poco por encima”. 

Fundada en 2008, Máis que Auga es una gestora gallega de instalaciones deportivas. Debutó en el sector en 2010 de la mano de AQA, la marca de centros deportivos gestionados por Gaia. De hecho, su primer producto fue adjudicado en una UTE (unión temporal de empresas) formada por la constructora Civis Global y Gaia, que decidieron separar sus caminos en 2014.   

La cadena salió del capital y la promotora inmobiliaria compró el 50% de las acciones para operar en solitario una vez había adquirido el know how suficiente para operar en el sector.