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El Leganés confirma la regla: no hay ascenso a Primera sin números rojos

M.Menchén

8 feb 2017 - 05:00

El Deportivo Leganés no ha sido una excepción a una de las reglas más habituales del fútbol español: difícilmente se logra escalar a Primera División sin incurrir en números rojos. El club, una de las revelaciones de la temporada 2015-2016, logró un histórico ascenso a la máxima categoría que fue acompañado de unas pérdidas de 590.399 euros. En los ejercicios anteriores, la estabilidad presupuestaria había dominado en el día a día.

 

La situación, por la que también pasaron otros como la UD Las Palmas, Real Betis o Sporting de Gijón, se podrá corregir sin problemas esta misma temporada. No deja de ser la asunción de un riesgo, muchas veces controlado, confiando en que los beneficios económicos de alcanzar la élite de este deporte les compensará. De hecho, su presupuesto para la temporada 2016-2017 arroja un beneficio neto de 2,49 millones de euros, suficiente para compensar pérdidas y disponer de recursos para posibles inversiones.

 

Leganés Butarque 16-17 Celebración 650
El Leganés está logrando llenar Butarque cada fin de semana, con más de 9.000 personas por encuentro.

 

La historia de la entidad pepinera no deja de tener cierta similitud con la de la SD Eibar, debido a su meteórico ascenso de categorías año tras año que también ha ido provocando fuertes incrementos del negocio: 1,1 millones en 2013-2014, aún en Segunda B; 3,8 millones en 2014-2015, su estreno en la antigua Liga Adelante; 7,1 millones en 2015-2016, la del ascenso a Primera, y una previsión de 42,8 millones para este ejercicio, el primero en el que se codea con FC Barcelona o Real Madrid.

 

El principal motor de este crecimiento ha sido la televisión, que en cuatro años ha pasado de 7.000 euros a 40 millones de euros. Ya en Segunda División experimentó un fuerte aumento del primer al segundo año en esta categoría, debido al contrato puente que La Liga firmó con Telefónica antes del nuevo ciclo audiovisual. Además, también se logró mejorar la facturación por el resto de conceptos, tanto por abonados, como por publicidad, en parte por su ya conocido ingenio en las campañas de marketing.

 

La venta de pases de temporada se espera que se triplique con su estreno en la élite, hasta 1,8 millones de euros. Unas previsiones basadas no sólo en el aumento de los precios, sino también en el récord de abonados conseguido, que incluso han llevado al Ayuntamiento de Leganés a ejecutar una ampliación del aforo de Butarque. La asistencia media durante la primera vuelta alcanzó los 9.852 espectadores, frente a los 5.131 seguidores de la campaña anterior. Además, esperan que la facturación por venta de entradas vuelva a duplicarse y supere los 600.000 euros.

 

Uno de los datos que más llaman la atención es la previsión del club de acabar facturando menos por publicidad y patrocinio estando en Primera. Pese a que empezó la Liga Santander sin un socio principal claro, la dirección finalmente logró cerrar un acuerdo con la agencia saudí Mbuzz, que a su vez acabó sublicenciando la publicidad del frontal de la camiseta a la aerolínea Royal Jordanian. En paralelo, Sambil Outlet y Golden Park renovaron su apuesta como socios.

 

La cuenta de resultados de la entidad también refleja una paulatina profesionalización de las estructuras administrativas, como evidencia que el gasto en personal deportivo habrá rondado los 180.000 euros anuales este año y al anterior, frente a los 28.000 euros que se contabilizaron en 2014-2015.

 

 

 

Aún así, sigue siendo una cuantía muy modesta en comparación con el volumen destinado a mantener a la plantilla, tanto la inscrita en La Liga como las categorías inferiores. Ya en su segundo año en la actual Liga 1|2|3 se apostó por doblar el presupuesto de esta partida, hasta 5,07 millones, mientras que para 2016-2017 se ha fijado un gasto de 27,18 millones de euros. De este importe, unos 300.000 euros corresponden a primas colectivas por el ascenso.

 

También fruto de los esfuerzos por mejorar el plantel y poder conseguir la permanencia, la entidad registrará por primera vez amortizaciones vinculadas al fichaje de jugadores, con 1,25 millones. Una posibilidad que también se debe a la política de contención de los últimos años, fruto de la mala situación económica en que se encontraban hasta el cambio de dueños.

 

Hoy, el club propiedad hoy de Victoria Pavón y Felipe Moreno está totalmente saneado, con un patrimonio neto de 1,35 millones de euros y una deuda financiera inexistente, más allá de 1,49 millones que mantenían con la Administración a 30 de junio de 2016 y que suele ser habitual en los clubs por el calendario de pago de las nóminas.

 

Una situación envidiable para muchos de sus rivales, que han llevado a la organización a querer pensar en grande. Sin embargo, su plan para invertir 1,6 millones de euros en una nueva zona de entrenamientos se ha topado con la oposición vecinal. La dirección consideraba esencial este proyecto para dar continuidad a su estancia en la élite del fútbol español, un logro que, recuerdan, "no nos ha regalado nadie”.