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Juan Antonio Morales (La Penya): “No debemos ser meros copiones acríticos de la NBA”

Esta es una de las reflexiones que se desprende del segundo capítulo de Palco Deportivo, podcast sobre el negocio del deporte que organiza Palco23 junto a Mundo Deportivo y que aborda el negocio del baloncesto en España.

Juan Antonio Morales (La Penya): “No debemos ser meros copiones acríticos de la NBA”
Juan Antonio Morales (La Penya): “No debemos ser meros copiones acríticos de la NBA”
Morales cree que hay que huir de las comparaciones con el fútbol.

M. L-E.

4 may 2022 - 05:00

Aprender de la NBA, sí, pero con peros. El baloncesto nacional debe aprender el storytelling de la competición estadounidense, pero teniendo en cuenta que hay ciertas estrategias que funcionan en el mercado anglosajón, pero, en cambio, no lo hacen en el mercado europeo. “No debemos ser meros copiones acríticos de la NBA”, sostiene Juan Antonio Morales, presidente del Joventut de la Badalona, que recuerda que, en Europa, “los aficionados quieren que se equipo gane”, mientras que, en Estados Unidos, “han pasado de enseñarte un partido a contarte una historia”.

 

“Pero hay que ir un poco más allá del partido si queremos ampliar nuestra masa de seguidores que ocasionalmente pueden ser consumidores de nuestro producto”, sentencia“Ampliar la base de consumidores requiere una inversión inicial que no se puede hacer ni con becarios ni a ratos por la tarde, pero todo es susceptible de mejora”, insiste.

 

Esta es una de las reflexiones que se recoge del segundo capítulo de Palco Deportivo, podcast sobre el negocio del deporte que organiza Palco23 junto a Mundo Deportivo. Este segundo capítulo busca arrojar luz sobre un sector que vive bajo la sombra de los números rojos y lejos del negocio que mueve el deporte rey.

 

 

Según el directivo, antes de la pandemia el sector “iba en buena dirección”, aunque considera que el hecho de que haya clubes con la figura de un mecenas o clubes que se financian con los recursos del primer equipo de fútbol, “inflacionan el mercado del baloncesto y los demás vamos con la lengua fuera”.

 

 

 

 

Morales también destaca que el Covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de la presencialidad y recuerda que vendemos “experiencias reales que requieren un ambiente y una atmósfera”. “La televisión te da una parte, pero no todo, porque hay un componente emocional que sólo se consigue con presencialidad”, afirma.

 

Para poder aumentar sus ingresos, el club cambió el año pasado su objeto social para poder organizar espectáculos no deportivos en el Pavelló Olímpic. “El modelo Penya no es exportable a otros clubes porque tenemos una concesión de derecho de uso exclusivo, no será nuestra principal fuente de ingresos, pero sí una parte significativa”, reconoce.

 

En este contexto, el directivo ha instado a “seguir buscando fórmulas para poder financiar la actividad” y recuerda la necesidad de gestionar los clubes como una empresa. “Aunque si un presidente va a una junta de accionistas de una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) con unos resultados económicos deportivos, pero ha descendido, sus accionistas no estarán contentos; mientras que, si es al revés y se ha ganado un título, será distinto”, recuerda. “Los accionistas de un banco no van a una junta de accionistas de la misma manera que lo hacen a la de una SAD”, recuerda.

 

Por otro lado, Morales cree que hay que huir de las comparaciones con el fútbol porque “cada uno genera lo que genera”, de manera que el balonmano también puede compararse con el baloncesto y el voleibol puede hacerlo con el balonmano. “No es tanto que el sistema no funcione: uno de los éxitos del fútbol es que tiene un sistema competitivo muy fácil de entender porque no pasa nada; y otro es que el sistema deportivo se ha mantenido en el tiempo”, comenta. 

 

 

 

 

En 21 temporadas; es decir, hasta la temporada 2019-2020, la ACB ha sumado 1.133 millones de euros en pérdidas y la pasada y la presente temporada apuntan a ampliar dichos números rojos. Según los últimos datos disponibles, ofrecidos por el CSD, las pérdidas en el año del Covid-19 fueron de 73,3 millones de euros, tras ingresar 120,4 millones de euros y gastar 193,7 millones de euros.

 

Además, el endeudamiento total de la competición aumentó un 9,1% en la temporada 2019-2020, hasta 96,7 millones de euros.

Si el negocio del baloncesto se compara con el del fútbol, en la campaña 2020-2021, los ingresos agregados de los equipos de LaLiga ascendieron a 3.027 millones de euros.

 

Por otro lado, si se comparan los datos de la ACB con los de LaLiga, la segunda terminó la temporada 2020-2021 con una cifra de negocio de 1.918 millones de euros, Aceb, sociedad que opera la asociación de clubes, en 2019-2020, obtuvo una cifra de negocio de 30,27 millones de euros, lo que supuso un incremento del 6,5% en relación con el ejercicio anterior.  

 

Si se compara la Federación Española de Baloncesto con la Real Federación Española de Fútbol, la primera cuenta con un presupuesto de 22 millones de euros mientras que el de la segunda asciende a 406 millones de euros.