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La Liga vuelve a obtener superávit en el mercado internacional de fichajes
2 sep 2016 - 05:00
El vaso siempre puede verse medio lleno o medio vacío, y eso es lo que muchos ejecutivos del fútbol español deben pensar cuando se analizan los datos del recién cerrado mercado de fichajes. Tras dos años en los que se gastó más de lo que se ingresó en el mercado internacional de compraventa de jugadores, la competición ha vuelto a obtener superávit este verano, con 44 millones de dólares, según los datos de Fifa TMS a los que ha accedido Palco23.
Los clubes españoles se han gastado 395,9 millones de dólares en fichar a futbolistas procedentes de otras ligas en la ventana de verano, mientras que han obtenido 440,7 millones en ingresos exportando su talento a otros países, según los datos recopilados por el sistema de transferencias creado por la organización que preside Gianni Infantino, en el que se recogen estas operaciones. No incluye, por ejemplo, operaciones nacionales, como podrían ser las adquisiciones de Paco Alcácer y André Gomes por parte del FC Barcelona, que en total ha pagado 65 millones al Valencia CF.
En cambio, sí se incluyen llegadas como la de Álvaro Morata (de la Juventus al Real Madrid), Gaitán (del Benfica al Atlético de Madrid) o Roberto Soriano (de la Sampdoria al Villarreal CF). En sentido contrario, si bien no se incluye el pase de Kevin Gameiro (del Sevilla FC al Atlético de Madrid), sí se incluye el pase de Grzegorz Krychowiak del club hispalense al PSG, el de Mustafi y Lucas Pérez (de Valencia y Dépor, al Arsenal) y el de Nolito (del Celta de Vigo al Manchester City).
Estas salidas responden a diversos motivos, tanto a las ganas de los deportistas por progresar en su carrera profesional, como a la necesidad de clubes como el Valencia CF por obtener ingresos para cuadrar las cuentas y cumplir con los topes de gasto salarial. Otros, como el Deportivo de la Coruña, podrán aprovechar parte de las plusvalías por traspasos a seguir reduciendo su deuda con la Agencia Tributaria, ya que en sus convenios de acreedores tienen incluido destinar un porcentaje de estas operaciones a cancelar compromisos de forma anticipada.
Eso sí, cada vez es menos necesaria la venta de jugadores para obtener beneficios, como reflejan los datos de La Liga. Si bien entre 2012 y 2015 estos extraordinarios permitieron eludir los números rojos, el nuevo contrato audiovisual y los planes de ajustes ya hacían pensar en que el agregado de Primera y Segunda División ganaría 250 millones antes de impuestos en 2015-2016, mientras que el beneficio por traspasos sería de 200 millones de euros.
Junto a La Liga, la otra única gran competición europea que ha obtenido superávit es la Ligue-1, que en línea con los resultados de 2015 ha vuelto a anotarse un saldo positivo superior a los 130 millones, principalmente por las salidas de Umtiti (del Olympique de Lyon al Barça), David Luiz (del PSG al Chelsea FC) y otros tantos que han puesto rumbo a la Premier League.
La competición británica es la clara antítesis a lo que sucede en Francia y España, donde la crisis económica y la calidad del fútbol formativo han permitido convertir en casi recurrente a una fuente de facturación hasta hace no mucho extraordinaria. En Reino Unido, en cambio, el debate sobre sus problemas para generar talento no es nuevo y su importante contrato de televisión sigue permitiendo compensar ese fuerte déficit con grandes inversiones.
La Premier, con los dos equipos de Manchester a la cabeza, Arsenal y Chelsea, ha registrado un déficit comercial de 769,2 millones de dólares. Se trata el volumen más alto de los últimos cinco años con datos disponibles y más del doble en comparación con 2012. Ello se debe tanto al aumento del gasto en fichar a atletas de otros países, como a la menor recaudación por traspasos a otras ligas, una cuestión que también se explica por la cada vez mayor brecha entre los salarios que puede permitirse pagar un club medio en Reino Unido, en comparación con España, Francia o Italia.
Choca el caso de la Bundesliga, que, pese a haber realizado importantes operaciones en el exterior, sufre un importante déficit, de 124,4 millones, mientras que en 2015 sólo fue de 9,4 millones de euros. Uno de los principales causantes es el ascenso del RasenBallsport Leipzig, equipo propiedad de Red Bull y que ha ido a otras ligas en busca de talento. También es destacable el pase de Renato Sanches del Benfica al Bayern de Múnich (35 millones) o el Breel Embolo del Basilea al Schalke 04 (27,5 millones).
Este último equipo ha sabido aprovechar los 50 millones que el pase de Leroy Sané al Manchester City dejó en caja, el mayor traspaso internacional de la competición junto al de Granit Xhaka, del Borussia Mönchengladbach al Arsenal, por 45 millones de euros. Han sido los dos fichajes de una liga a otra más elevados junto al de Pogba, que salió de la Juventus camino del Manchester United por 105 millones de euros.
En total, según datos recopilados por el portal Transfermarkt, entre fichajes nacionales e internacionales, la Premier League ha invertido 1.420 millones de euros en fichajes, por los 711 millones de la Serie A, los 556,6 millones de la Bundesliga y los 492,4 millones de La Liga, donde se ha notado el escaso movimiento del Real Madrid. Sorprende el caso de la Championship, el equivalente a la Segunda de Reino Unido, que con 247 millones ha gastado más que el resto de ligas europeas.
Y el gasto podría haber sido aún mayor en todos los países, de no ser por un uso cada vez más recurrente de las cesiones con opción de compra obligatoria al final de temporada. Esta fórmula ha permitido a muchos clubes fichar este verano sin poner en riesgo el techo de gasto, ya que en el fondo están difiriendo el pago un año. Es una práctica que ha ido a más en el último lustro, ya que el peso de los pagos condicionales ha ido escalando desde el 10,8% de 2011 hasta el 17,2% en 2015, según datos de la Fifa.
En España, por ejemplo, el Valencia CF ha tenido que recurrir a esta fórmula para realizar varias incorporaciones ante la obligatoriedad de deshacerse de importantes futbolistas. Una situación aprovechada por el Barça, que ha pescado en Mestalla en el marco de una renovación de plantilla en la que ha invertido 122 millones, el que más de toda La Liga, seguido del Atlético de Madrid con 81 millones.
Sin embargo, la mayor operación en España, que ha sido la de André Gomes, sólo se sitúa en la posición número quince de fichajes más caros de este verano. Por delante, toda una serie de operaciones realizadas por Manchester City, Manchester United, Chelsea FC y Arsenal, pero también una Juventus que ha aprovechado el dinero de Pogba para pagar 90 millones al Nápoles por Gonzalo Higuaín. O el pase de Hulk a la Superliga China, demostrando que el poderío económico cada vez está más lejos de la Península Ibérica. El deportivo, de momento, sigue bajo los Pirineos, al menos por títulos continentales.