Del fútbol al golf: quién ‘se la juega menos’ en Tokio

Los Juegos Olímpicos son el escaparate y salvavidas de muchas disciplinas deportivas. Pero otras como el voleibol o el golf, que jamás han conseguido una medalla olímpica para España desde el comienzo de los Juegos Olímpicos modernos en 1896, acuden a la cita sin la presión extra que tienen deportes como la natación o el atletismo.

Para la actual edición de los Juegos Olímpicos, el Consejo Superior de Deportes (CSD) premiará a los atletas que consigan una medalla de oro con 94.000 euros, descendiendo a 48.000 euros para aquellos que se lleve la plata y 30.000 euros para quienes se sitúen en el último escalafón del podio. Estos premios llevan siendo los mismos desde la celebración de Tokio 2008, mientras que, en los Paralímpicos, la cifra se ha duplicado respecto a Río 2016.

Golf

La Real Federación Española de Golf (Rfeg) cuenta con un presupuesto de 10,6 millones de euros para afrontar el año olímpico, un aumento del 4% respecto al año de la pandemia, cuando el organismo generó 10,2 millones de euros.

Hace un mes, la entidad hizo públicos los resultados del ejercicio anterior, cerrado con un superávit de dos millones de euros y unos ingresos de 11,44 millones de euros. De ellos, 9 millones provinieron de los ingresos por las licencias emitidas por las federaciones autonómicas.

El grueso del gasto de la federación para el curso actual reside en la actividad deportiva, que aumenta un 4,2% respecto al presupuesto del año pasado, hasta 5,34 millones de euros, derivado de la presencia, en parte, de cuatro deportistas en Tokio.

A la cabeza de los cuatro deportistas que representarán a España en Tokio se encuentra Jon Rahm, campeón del Abierto de Estados Unidos de 2021 y actual número dos del ránking mundial. Le acompañarán el canario Rafa Cabrera en el cuadro masculino y Carlota Ciganda y Azahara Muñoz en el cuadro femenino. El golf se instauró en los Juegos Olímpicos en las ediciones de 1900 y 1904, aunque desapareció hasta los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Voleibol

La Real Federación Española de Voleibol (Rfevb) es otro de los organismos cuyo deporte no cuenta con tanta dependencia de los Juegos Olímpicos. Aun así, la entidad se sobrepuso al Covid-19 en el año de la pandemia y cerró el ejercicio 2020 con un beneficio de 40.000 euros tras haber previsto unas pérdidas de 200.000 euros.

Para el año olímpico, la federación ha incrementado casi un 10% su presupuesto respecto al curso anterior, hasta 3,5 millones de euros. Asimismo, han crecido el número de licencias en 5.000 personas, pasando de 85.000 a 90.000 fichas federativas.

El deporte estará representado por el vóley playa, donde competirán dos parejas, una masculina y otra femenina. La pareja masculina, formada por Pablo Herrera y Adrián Gavira, se medirán en fase de grupos ante la pareja número uno del mundo y actuales campeones de Europa, los noruegos Anders Mol y Christian Sorum. Por su parte, Liliana Fernández y Elsa Baquerizo representarán los intereses españoles en el circuito femenino.

El voleibol se encuentra como una de las especialidades olímpicas desde los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 y, desde entonces, no ha salido del organigrama deportivo.

Fútbol

El deporte rey es otra de las disciplinas que no cuenta con una gran dependencia de la cita olímpica. Precisamente porque, para cada edición olímpica, la Federación Internacional de Fútbol (Fifa) obliga a que los futbolistas que acudan al evento sean menores de 24 años.

Por ello, todas las selecciones clasificadas disputarán el torneo con el equipo sub-21. Cada selección puede convocar únicamente a 18 futbolistas, quince de los cuales deben cumplir con la edad reglamentaria. Los tres futbolistas restantes no tienen límite de edad, como es el caso de Dani Ceballos o Mikel Merino.

La selección española representará a la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) en Tokio. Precisamente, el máximo organismo del fútbol español cerró el ejercicio 2020 con un beneficio neto de 592.000 euros. Para el año olímpico, la Rfef trabaja con un presupuesto de 357 millones de euros.

La categoría masculina ha sido disputada desde la edición de París 1900, a excepción de la edición de Los Ángeles 1932. Por su parte, la competición femenina está presente en la cita olímpica desde Atlanta 1996.

Ciclismo

El equipo español de ciclismo estará liderado por el veterano y excampeón del mundo de ciclismo Alejandro Valverde. Le acompañarán Ion Izagirre, Gorka Izagirre, Omar Fraile y Jesús Herrada con el objetivo de conseguir una medalla.

“Que sepa España que lo voy a dar todo, pero no quiero tener más presión de la debida”, comentaba hace apenas unos días el experimentado ciclista, que en Tokio sumará su quinta presencia consecutiva en los Juegos Olímpicos, después de debutar en Atenas 2004.

Valverde y el resto de los ciclistas representarán a la Real Federación Española de Ciclismo (Rfec), que cuenta con un presupuesto de 5,5 millones de euros para el año olímpico, el mismo que el año pasado. El organismo ciclista concluyó el ejercicio 2020 con un resultado positivo de 400.000 euros.

El ciclismo se realiza desde la primera edición de los Juegos Olímpicos, celebrado en Atenas en 1896. Hasta la edición de Moscú 1980 únicamente participaron hombres, y en Los Ángeles 1984 hubo por primera vez prueba femenina. En Atlanta 1996 se añadió al programa olímpico la disciplina de ciclismo de montaña y, en Pekín 2008, hizo su aparición la disciplina de BMX.