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Ligue-1, año cero: el fútbol galo regresa tras reducir un 11% su negocio por el Covid-19
La liga francesa arrancará este fin de semana, aunque lo hará con retraso por los positivos detectados en el Olympique de Marsella.
20 ago 2020 - 05:00
Cinco meses después de que el deporte quedara en stand by, la Ligue-1 vuelve a retomar su actividad tras haber puesto fin a la temporada 2019-2020 de manera anticipada. Este viernes debía arrancar una nueva campaña y, con ella, empezaba a girar el carrusel de desafíos que afrontan los equipos y que, ahora más que nunca, trascienden lo estrictamente deportivo y dejan espacio a lo económico. Sin embargo, tres nuevos positivos del Olympique de Marsella, que debía coprotagonizar el partido inaugural el viernes 21, provocará que la temporada 2020-2021 de la liga gala arranque el sábado 22.
El fútbol francés vuelve con incertidumbre y sin sus máximos aspirantes sobre el césped. El Marsella no jugará por la situación sanitaria, mientras que el París Saint Germain (PSG) y el Olympique de Lyon, que durante esta semana han disputado partidos de semifinales de la Champions League, tampoco lo harán por motivos de calendario. En otras palabras: la Ligue-1 vuelve a jugarse, pero lo hace a medias y con el temor de que una nueva ola de coronavirus en Francia o entre los equipos participantes supondría un nuevo parón y el fantasma de la cancelación definitiva del torneo.
La Ligue-1 fue la única de los cinco grandes torneos de fútbol de Europa que no finalizó la pasada temporada por el Covid-19. Jean-Michel Aulas, presidente del Olympique de Lyon, criticó la decisión del Gobierno de no permitir la organización de eventos deportivos hasta septiembre, lo que propició la cancelación de la competición. El directivo defendía que esa decisión lastraría económicamente a los clubes, puesto que de retomarse el torneo podrían salvarse los ingresos audiovisuales y por patrocinio. El negocio de los abondos, el día de partido y la venta de entradas, que no se hubiera salvado aunque se hubiera vuelto a jugar, supuso unas pérdidas agregadas de 60 millones de euros, según Kpmg.
La consultora cuantificó en 200 millones de euros la pérdida de ingresos audiovisuales, por los 140 millones que afectó al negocio comercial y de patrocinio. Finalmente, el agujero audiovisual fue mayor, ya que BeIN Sports y Canal+ se negaron a realizar el último pago por los derechos audiovisuales de una temporada que no volvería a disputarse, lo que supuso dejar de ingresar al menos 243 millones de euros. De ahí que en mayo la competición firmara un préstamo de 224,5 millones de euros, con garantía estatal, para pagar a los clubes la factura audiovisual que no llegó tras el cese anticipado de la campaña.
Es un crédito puente que en principio los clubes deberán devolver a partir de los ingresos de televisión que obtengan durante los próximos años, por lo que muchos equipos no podrían resistir una nueva cancelación del torneo. Y es que los clubes de la Ligue-1 y la Ligue-2 cerraron 2018-2019, la última temporada que se disputó antes de la crisis del Covid-19, con unas pérdidas agregadas de 160 millones de euros, lo que demuestra que los equipos galos ya tenían problemas para ser rentables antes de que la pandemia causara estragos en sus finanzas.
Se estima que los clubes de la Ligue-1 empeoraron sus ingresos un 11,6% en 2019-2020 por la finalización anticipada del torneo debido a la pandemia
Por el momento, el Olympique de Lyon es el único equipo que ha puesto números al impacto económico de la pandemia y la cancelación de la Ligue-1. El club sufrió una caída del 11% en sus ingresos, con un descenso del 30% en el negocio asociado a la organización de eventos en su estadio. El grueso de los ingresos procedió de la televisión, un negocio que empeoró un 16%, mientras que la venta de patrocinios y merchandising reculó un 15%. El área comercial empeoró un 13% interanual. La rebaja de salarios y la reducción de costes por el cese de la competición permitieron al Olympique ahorrar 40 millones de euros, pero no evitó que entrara en pérdidas.
Esa caída del 11% se ajusta a la previsión de Deloitte, que en junio publicó un informe con la previsión de caída del negocio de las ligas europeas por el Covid-19. La firma estimó una caída del 11,6% en la facturación de los clubes, hasta 1.700 millones de euros. Eso sí, de cara a 2020-2021 se espera que las ventas agregadas de los clubes se disparen un 35,2%, hasta 2.300 millones. De confirmarse esta evolución, los clubes galos serán los que más crezcan en términos porcentuales durante el próximo curso, en comparación con LaLiga, la Premier League, la Bundesliga y la Serie A. Retomar la actividad y sortear posibles interrupciones a lo largo de la campaña se antoja vital para confirmar esta previsión.
Año de transición en el terreno de juego del patrocinio
La campaña 2020-2021 supone el estreno de Uber Eats como patrocinador principal de la Ligue-1, donde asume el testigo de Conforama al dar nombre al torneo tras firmar un acuerdo valorado en cerca de 15 millones de euros por temporada. En la Ligue-2, que arrancará este sábado, la empresa india de neumáticos BKT sustituye a Domino’s Pizza en el naming de la Segunda División y, hasta 2024, aportará entre 2 millones y 2,5 millones anuales.