Entorno
China prohibirá los grandes fichajes a clubes en pérdidas
14 jun 2017 - 16:22
Nueva vuelta de tuerca del fútbol chino al dispendio en fichajes. La Federación de Fútbol de China ha anunciado que los clubes de la Chinese Superleague que estén en pérdidas no podrán invertir más de 45 millones de yuanes (5,9 millones de euros) en el fichaje de futbolistas extranjeros. La medida estará en vigor ya en el mercado de traspasos de verano, que en el país se abre el 19 de junio.
La entidad también ha decidido limitar un tope para el importe de la compraventa de jugadores chinos, con un máximo de 20 millones de yuanes (2,6 millones de euros). Además, para evitar que los equipos intenten eludir estos límites, se supervisarán los intercambios que puedan producirse entre afiliados, como sería el caso del Jiangsu Suning con el Inter de Milán o el Chongqing Ligan con el Granada CF.
La adopción de estas dos nuevas medidas están en línea con las adoptadas anteriormente, después de que el Gobierno mostrara su preocupación por los importantes números rojos que estaban sufriendo muchos equipos. Una de las normas más duras se anunció en mayo, con un impuesto del 100% para cualquier fichaje internacional, que en la práctica duplica el precio de cualquier operación. La recaudación del dinero se destinará a la promoción del fútbol base.
En enero, ya se anunció que cada equipo sólo podría alinear a un máximo de tres jugadores foráneos sobre el terreno de juego, uno menos de lo hasta ahora permitido. La normativa permite que los clubes tengan un tope de cinco futbolistas en su plantilla que no hayan nacido en el país, pero sólo tres pueden estar jugando al mismo tiempo. No obstante, se abre la mano para que fichen más talento en Europa, ya que se elimina la obligación de uno de los extranjeros sea de otro país de Asia.
Todas estas decisiones pretenden reconducir la hoja de ruta del fútbol chino, ya que el anuncio del Gobierno de que este deporte era prioritario no se tradujo en inversiones para formar a jugadores locales, sino que los empresarios se lanzaron a la carrera por fichar a estrellas del Viejo Continente, con operaciones fuera de mercado como la venta del brasileño Óscar al Shanghai SIPG, que pagó 70 millones de euros al Chelsea FC.