El dueño de Bullpadel y John Smith tropieza tras el ‘boom’ del Covid y desploma su beneficio

Aguirre y Cía frena, aunque sigue en positivo. La compañía propietaria de Bullpadel, John Smith, +8000 y Eme, entre otras marcas, ha cerrado el ejercicio 2023 desplomando su beneficio casi un 60%, según sus estados financieros a los que ha tenido acceso Palco23. En concreto, Aguirre y Cía ha registrado un resultado neto de 2,65 millones de euros en 2023, frente a los 6,42 millones del ejercicio precedente.

El volumen de negocio de la compañía también ha ido a la baja: la facturación se ha visto recortada en un 10,1%, pasando de 82 millones de euros a diciembre de 2022 a los 73,69 millones de euros con los que cerró el ejercicio 2023. La compañía no detalla la composición de sus ventas en sus cuentas anuales, ni la distribución de estas por marca ni los países con los que ha cerrado transacciones.

Los datos anteriores contrastan con los registrados durante los ejercicios previos a la explosión de la pandemia provocada por el Covid-19: Aguirre y Cía finalizó el ejercicio 2019 con una cifra de negocio de 33,25 millones de euros, lo que supuso un incremento del 2,15% respecto a los 32,55 millones de euros del ejercicio anterior. La empresa registró un resultado neto de 575.147 euros, un 27,73% más que en 2018, cuando ganó 450.274 euros.

Según los estados financieros de 2019, del total del negocio del grupo, sólo el 11,21% correspondía a los mercados internacionales (frente al 7,98% de 2018), mientras el resto, el 88,79% procedía de España. En el mercado español, la Comunidad Valenciana era el 25,63% de su negocio, seguido por Andalucía, con el 15,27% del total.

Aguirre y Cía ha destinado más de 46 millones de euros a aprovisionamientos en 2023

A los casi 74 millones de euros imputados como volumen de negocio, se suman 252.101 euros contabilizados en el epígrafe otros ingresos de explotación, compuesto por ingresos de gestión corriente (cuya naturaleza no se detalla), casi 235.000 euros, y subvenciones recibidas, con poco más de 18.000 euros correspondientes a la formación de la Seguridad Social.

La compañía también cuenta con ingresos financieros de hasta 64.063 euros en 2023, frente a los 157.342 euros del ejercicio anterior. Del total, 43.125 euros derivan de participaciones en instrumentos de patrimonio de terceros, mientras que el resto, casi 21.000 euros, son valores negociables en terceros.

Aguirre y Cía mantiene los aprovisionamientos como principal fuente de gasto, pese a que esta ha caído un 11%, al pasar de 52,58 millones de euros en 2022 a 46,81 millones de euros en 2023. De las compras de mercancías del pasado ejercicio, 36,86 millones de euros correspondían a importaciones, un 45,7% menos que en 2022. Las compras nacionales también cayeron, hasta un 35,5%, quedando por debajo de los 180.000 euros.

Por detrás se encuentra el epígrafe de otros gastos de explotación, compuesto por 14,57 millones de euros destinados a servicios exteriores, casi 50.000 euros de deterioro y variación de provisiones comerciales y 42.121 euros de tributos. Este es, prácticamente, la única área de costes que ha aumentado entre 2022 y 2023, en concreto, un 16%.

La compañía ha cerrado el pasado ejercicio con un fondo de maniobra positivo de 21,9 millones

Por último, la compañía ha imputado 8,43 millones de euros al área de personal, un 1% más que en 2022. El número medio de personas empleadas el pasado ejercicio fue de 168, frente a los 171 trabajadores de media del año anterior. El gran grueso (80%) corresponde a salarios, mientras que el resto, 1,68 millones de euros (20%) son las cargas sociales equivalentes.

Aguirre y Cía cerró el ejercicio 2023 con un fondo de maniobra positivo de 21,9 millones de euros, al tener un activo corriente de 45,87 millones de euros y un pasivo corriente de 23,97 millones de euros. Eso se traduce en que la compañía puede hacer frente a sus deudas a corto plazo con sus recursos con vencimiento menor a un año.

El patrimonio neto se ha mantenido alrededor de los 22 millones de euros. Con un capital escriturado de 673.120 euros, la diferencia radica en la aportación de socios que se ejecutó en 2022, con una inyección de 900.000 euros, y con la aplicación del resultado de hace dos años, que se fue a otras reservas.

Aguirre y Cía, sus orígenes

Los inicios de Aguirre y Cía hay que buscarlos en 1951, cuando José Luis Aguirre Martos puso en marcha una empresa de distribución de carbones de arco voltaico para los proyectores de películas. En 1954, la empresa dio un giro a su actividad y puso en marcha la armería Rehala, a partir de la cual saltó a la distribución de armas, cartuchos y accesorios para la caza y el tiro deportivo.

Tras la incursión en la caza, se produjo el primer relevo al frente de Aguirre y Cía y Gabriel Aguirre Borrel, segunda generación de la familia, se incorporó como presidente del grupo y consiguió la distribución en exclusiva de la compañía belga FN, una de las enseñas líderes de caza.

Mientras en el negocio de la caza y el tiro el grupo opera principalmente a través de la distribución de marcas de terceros, en el siguiente segmento en el que entró la empresa, la moda deportiva, lo hizo con marcas propias.

Aguirre y Cía se inició en la moda deportiva a través de marcas propias

John Smith fue la primera marca propia que vio la luz en el seno del grupo, pero la compañía ha aprovechado la explosión de otras actividades para engordar su negocio, la principal de ellas el pádel. En 1995, de la mano de empresarios españoles y argentinos, comenzó su actividad Bullpadel, que diez años después de su lanzamiento fue adquirida por Aguirre y Cía.

Hoy en día, Aguirre y Cía opera con doce marcas y tiene presencia en una decena de países con más de 2.500 clientes (entre ellos El Corte Inglés, Decathlon o Sport Zone), con un volumen de 40.000 pedidos al año.

La cartera de marcas propias del grupo está formada por John Smith, Bullpadel, +8000 y Eme, mientras entre las marcas que distribuye el grupo figuran Mikasa, Browning, Winchester, Légia y Pacific.

El área deportiva, con John Smith y Bullpadel a la cabeza, pero también con Mikasa, Pacific o Winchester, es actualmente la base del negocio de Aguirre y Cía, que cuenta con oficinas en Madrid (donde se encuentra su sede central, con 1.300 metros cuadrados de superficie), Sevilla y Barcelona y centros de control de calidad en Seúl (Corea del Sur) y Quanzhou (China).