Clubes
El Granada CF dispara su beneficio pese a quedarse sólo un tercio de lo que genera por traspasos
25 feb 2016 - 05:00
Hay clubes de fútbol que han sabido basar su rentabilidad en la obtención de plusvalías por traspasos de jugadores, y el Granada CF es uno de los que ha ido afinando su modelo en los últimos ejercicios. El club nazarí, controlado por la familia Pozzo, disparó su beneficio neto en la campaña 2014-2015, hasta los 2,12 millones de euros, cifra que multiplica por diez el resultado de la temporada previa y le aleja de las pérdidas de la 2012-2013. Y ello, pese a que en el último año sólo se quedó con un tercio de las plusvalías por traspasos.
La entidad es una de las que mayor provecho ha sacado de la presencia de los fondos de inversión en la industria del fútbol, lo que le ha permitido acceder a jugadores a los que de otra forma no podría haberlos fichado. Siempre, eso sí, renunciando a los beneficios que generaran en un futuro. Según la memoria del último ejercicio, a la que ha tenido acceso Palco23, sólo se anotó plusvalías por traspasos por 10,95 millones, pese a que el importe agregado de esas operaciones fue de 34,23 millones.
Ello se debe, según admiten, a que poco más de 2 millones fueron para intermediarios y 19,53 millones a sufragar “el coste derivado de negocios conjuntos por cuenta en participación”. En otras palabras, a satisfacer a los inversores que le prestaron apoyo financiero, como en más de una ocasión ha admitido el presidente, Enrique Pina. “El club, que actúa como gestor, participa en los derechos sobre los ingresos futuros, en la medida que establecen los acuerdos de cada uno de los negocios", matizan.
Esta manera de proceder también se aprecia en la estructura del pasivo. En términos brutos, se debían 33 millones a clubes deportivos (también le debían 31 millones por este motivo), 18 millones asociados a operaciones con fondos de inversión y en torno a 3,5 de deuda concursal. Los saldos pendientes con la Administración se situaban en 3,8 millones. La deuda financiera neta del Granada CF, que en 2011 logró un balón de oxígeno importante al conseguir quitas del 50% en parte de su deuda tras superar el concurso de acreedores, se situaba en 17,9 millones.
En virtud de esta fórmula se ha logrado alinear a futbolistas como Brahimi, Siqueira, Murillo, El Arabi o Peñaranda. Aunque en sus cuentas no detalla el nombre de los afectados, el Granada sí admite que “a 30 de junio existen negocios conjuntos sobre los derechos económicos de determinados jugadores", con un importe agregado de 17,99 millones. Al cierre de la 2013-2014, esa cifra ascendía a 20,74 millones.
De no ser por este tipo de operaciones y los beneficios que aún así genera para el club nazarí, el último ejercicio se habría saldado con pérdidas importantes. "Si bien los ingresos esperados en algunos conceptos han bajado, se ha podido paliar este hecho con los ingresos por traspasos de jugadores y patrocinios que han sido muy superiores a los que se podían esperar”, explican en la memoria.
La facturación por competiciones, que esencialmente incluye la venta directa de entradas, se desplomó un 16%, hasta los 1,49 millones, mientras que la recaudación por cuotas de socios y abonos retrocedió un 4% y se situó en 3,48 millones de euros. Los derechos de televisión se han mantenido estables en las tres últimas campañas, con cifras ligeramente superiores a los 18 millones, mientras que sí se percibió un repunte a nivel comercial, sobre todo por el patrocinio de la agencia de marketing Solver y el apoyo de otras marcas como Coviran, Puleva o el banco BMN.
En total, la cifra de negocio ordinaria subió un 6%, hasta los 28,7 millones, que se vio compaginada con “la contención en los gastos generales y amortizaciones" que "también han ayudado a conseguir este resultado tan positivo”, según se recoge en la memoria.
Por un lado, si bien se disparó en un 37% el gasto en nóminas para reforzar la plantilla y asegurar la salvación (22,38 millones de euros), la dirección ha logrado en dos años rebajar casi a la mitad el dinero que se destina a la amortización de fichajes, al pasar de los 6,3 millones de la 2012-2013 a los 2,9 millones en la 2014-2015. Una caída que, en parte, también se ve influenciada por la política de compartir los derechos económicos de buena parte de los deportistas que llegan al Nuevo Los Cármenes.