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El Barça da un nuevo impulso al Seient Lliure para potenciar el 'ticketing' del Camp Nou
26 ene 2017 - 05:00
El FC Barcelona quiere dinamizar aún más el Seient Lliure, sistema creado hace más de una década para que los socios liberen sus asientos y el club pueda comercializar aún más entradas. La entidad ha decidido sacrificar una parte del margen de beneficio que obtenía con este sistema para hacer más atractiva la liberación para los abonados, con el objetivo de hacer más eficiente su negocio de ticketing y disponer de aún más tiques para comercializar entre turistas y seguidores puntuales.
Con el nuevo sistema de liquidación, los miembros que pongan a disposición su butaca con al menos 72 horas de antelación siempre cobrarán, por lo que es el club quien asumirá el riesgo de incurrir en un gasto adicional si no culmina con éxito la operación. Se trata de un cambio relevante, ya que hasta ahora sólo existía esa retribución si alguien adquiría en taquilla esa entrada.
En cambio, si la liberación se realiza con menos de tres días de antelación, el ingreso seguirá estando sujeto a que se logre la venta. El objetivo es claro: conseguir que la gente ofrezca con tiempo su asiento para que los responsables de ticketing tenga más margen para su colocación. "Los abonos liberados en un periodo superior a las 72 horas antes del inicio del partido siempre cobrarán, aunque su localidad no se haya vendido. Tienen el cobro garantizado", indican desde el área social, que dirige Pere Jansá.
Otra de las modificaciones pretende poner fin a una situación que la propia entidad admite que era discriminatoria y generaba "varias reclamaciones", ya que el dinero que ingresaba cada socio dependía del precio final al que se hubiera vendido, fuera el real o con un fuerte descuento de última hora. "La liquidación unifica para todos los socios el mismo importe, independientemente del azar o política de promoción y descuentos, que genera agravios comparativos entre los abonados de una misma zona", comenta el club.
Otro gancho con el que el Barça quiere fomentar el uso de esta herramienta también irá a costa del margen que obtenía hasta ahora. Con el nuevo modelo, que entrará en vigor con el inicio de la segunda vuelta de la Liga Santander, los socios podrán recuperar hasta el 95% del coste de su abono, frente al 90% que tenían permitido actualmente. Lo que no varía, según explica el club, es el importe a percibir: un 36,5% del precio de venta neto, descontado el IVA y los gastos de gestión. Por ejemplo, de una entrada vendida por 100 euros, el socio cobraría 36,5 euros.
Las distintas modificaciones que se han ido introduciendo en el programa Seient Lliure, incluida una app móvil para tramitar las liberaciones, ha permitido que el número de liberaciones prácticamente se haya duplicado en menos de diez años. Mientras que en la temporada 2010-2011 se liberaban una media de 16.000 butacas por partido, este promedio alcanzó los 27.354 pases en 2015-2016.
“Se marcó un máximo histórico”, enfatiza el Barça en su memoria anual del último curso, en referencia a que por primera vez se rebasaron las 800.000 operaciones en una sola campaña. Un hito no sólo por el servicio que supone para los socios, sino por la contribución adicional que supone la venta de entradas al público general, que en 2015-2016 superó los 80 millones de euros para el Camp Nou, incluidos los 16,54 millones del negocio de hospitality.
En total, el estadio superó los 56 millones de euros, con los tickets para asistir a un partido de Liga. Las ventas de este segmento se dispararon un 17%, hasta 37,12 millones de euros, mientras que el negocio vinculado a la Copa del Rey subió un 43%, hasta 2,03 millones. Los ingresos asociados a los torneos de verano, Gamper y Supercopa de España, que no están incluidos en los abonos de los socios, generaron 7,11 millones, un 259% más porque en la 2014-2015 no se disputó el torneo que enfrenta a los ganadores de Liga y Copa y supusieron 3,8 millones.
Por el contrario, el hecho de no clasificarse para las semifinales de Champions League hizo que la venta de entradas para este torneo cayera un 22%, hasta 9,77 millones de euros, aún así la segunda cifra más alta de los últimos cuatro años. Es decir, que en comparación con campañas en las que tampoco se alcanzó la última eliminatoria previa a la gran final, también se mejoró la generación de ingresos por aficionados puntuales.
Este importe no incluye los ingresos por socios y abonados, que se situaron en 45,5 millones de euros. Se trata de una cifra que se ha estabilizado en el tiempo, ya que el club lleva varios años congelando el precio de los abonos y aceptando a cuenta gotas la entrada de nuevos socios. Pese a todo, sigue siendo uno de los clubs deportivos con mayor implantación, gracias a sus más de 143.000 socios, de los que 85.000 son abonados.
De hecho, y en línea con esta estrategia para llenar el Camp Nou, el club también ha tomado una decisión relevante respecto a la política de las últimas campañas, con la creación de un Abono Lista de Espera. El club ha lanzado 1.000 pases de este tipo, que se repartirán entre los socios que lo soliciten atendiendo a la antigüedad del registro.
Esta es la última iniciativa diseñada por la junta directiva presidida por Josep Maria Bartomeu para que el estadio muestre una buena imagen en todos los partidos, además de pretender fidelizar a los socios que más tiempo llevan pagando año tras año para optar en un futuro a un asiento fijo en el Camp Nou. Y visto el estancamiento en la lista de bajas en los últimos años, probablemente ya al nuevo Camp Nou.
Desde la creación en 2003 de la Lista de Espera, han sido decenas de miles los aficionados que se han apuntado a ella, aunque los 200 primeros socios inscritos no pudieron acceder a las localidades liberadas hasta 2011. Tras la salida de Joan Laporta de la presidencia blaugrana, la directiva entrante de Sandro Rosell decidió hacer un proceso de depuración de duplicidades y el registro sufrió un gran recorte de más de 2.000 unidades. A 31 de mayo de 2016 eran 9.499 los socios que figuraban en ella.