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El Reus Deportiu sigue en caída libre: expulsado de Tercera División
11 sep 2019 - 09:54
El CF Reus Deportiu baja un nuevo escalón y se aboca a un futuro incierto. El juez único de Tercera División ha decidido excluir al club y descenderlo a Primera Catalana, después de que su primer equipo y el filial no comparecieran en las primeras jornada. A ello se le suman los impagos que acumula con los futbolistas y que también podrían suponer la exclusión del filial.
La Federación Catalana de Fútbol (FCF) explica que “la vacante generada no se ocupará porque la liga ya ha comenzado”, y que los encuentros no disputados contra la UE Castelldefels y el FC Vilafranca se computarán como victoria de estos dos equipos, al igual que sucederá con el resto de participantes cuando llegue la jornada en que deberían jugar contra este club, que el año pasado ya fue expulsado de LaLiga.
Sobre las razones por las que se permitió la inscripción del club rojinegro, en concurso de acreedores desde el verano, el ente federativo explica que “siempre ha exigido al CF Reus Deportiu todas las garantías reglamentarias para competir, para que su situación económica afectara lo menos posible a terceros y el buen orden de la competición”.
Por eso se le exigió un depósito de aproximadamente 29.000 euros para que primer equipo y filial pudieran competir, pero en ningún caso se hizo frente a la deuda de 221.418,67 euros que mantenía con los futbolistas. La administración concursal intentó que se le permitiera no hacer frente a las deudas para competir, petición que el Juzgado Mercantil denegó, impidiendo que se pudieran inscribir las fichas.
Tras infructuosos contactos durante las últimas semanas, la FCF ha señalado que “lamenta el sufrimiento que la situación económica, financiera y deportiva del Reus está causando sobre las personas que están siendo vinculadas al club, y como ésta está afectando al buen orden de la competición y al resto de entidades deportivas”.
El club presentó concurso de acreedores en marzo con un pasivo de 7,87 millones de euros, fruto de las pérdidas acumuladas durante su paso por el fútbol profesional. Por el contrario, su activo es de sólo 5,4 millones de euros, y algunos de ellos son difícilmente de convertir en dinero.
La decisión de llevar al Reus a la antigua suspensión de pagos corresponde a Clifton Onolfo y Russel C. Platt, los dos inversores americanos que se hicieron con la mayoría accionarialconfiando en que su llegada permitiría evitar el descenso administrativo. Finalmente, no fue así, de ahí que aprovecharan que su anterior dueño, Joan Oliver, presentara preconcurso en octubre para buscar una reducción del pasivo.