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La Real ‘rescató’ al Gipuzkoa Basket con 775.000 euros antes del descenso
16 may 2017 - 05:00
La Real Sociedad dispone de varias secciones polideportivas, y, aunque no cuenta con un equipo de baloncesto, sí comparte ciudad con el Gipuzkoa Basket. La entidad donostiarra trató de implicarse para ayudar a su vecino a solventar sus problemas económicos, hasta el punto de que le concedió una subvención de 775.000 euros, según ha podido saber Palco23, que se distribuyó entre 2014 y 2016. Una aportación que no bastó para evitar su descenso de la ACB, pero sí para evitar males mayores en el plano económico.
El equipo de básquet decidió renunciar a mantener la categoría pese a la opción que se le abrió por los problemas de sus rivales de la LEB para cumplir con el canon de acceso. El consejo de administración alegó para ello la fuerte reducción de las ayudas públicas que recibía, un contratiempo que se añadía a las fuertes pérdidas que venía arrastrando. La temporada 2015-2016 se cerró con unos números rojos de 706.904 euros, de los que algo más de 600.000 euros son atribuibles a un gasto extraordinario, según ha podido saber este diario, que se sumaban a los 2,437 millones perdidos en ejercicios anteriores.
La inyección de la Real en el Gizpuzkoa Basket, que no supuso la compra de acciones, se produjo una vez consolidada su posición financiera gracias a las plusvalías por traspasos de futbolistas, tras cuatro años en los que ha acumulado unas ganancias de 61,9 millones de euros y recuperado la situación de fondos propios positivos. Un escenario del que aún está muy lejos el conjunto que se ha proclamado campeón de la LEB Oro, cuyos fondos propios eran negativos en 2,3 millones de euros en junio de 2016. Ninguno de los dos clubes ha querido comentar esta información, tras ser consultados.
De hecho, el club explica en su memoria aprobada a finales de 2016 que el descenso le permitió recuperar 1,433 millones de euros del fondo de ascensos y descensos, además de otros 162.000 euros por su participación en el patrimonio de la ACB. Este dinero se preveía destinar a cancelar deuda con entidades de crédito, que al cierre de 2015-2016 se situaba en 2,229 millones. En su memoria se explica que tenía un préstamo vencido de dos millones con Kutxabank desde 2014, que sirvió para ascender a la Liga Endesa. A este, se le añade un préstamo de Banco Sabadell por 200.000 euros a pagar en cuatro años.
No obstante, el club explicó el pasado abril que actualmente la deuda asciende a 2,9 millones de euros, de la que "una parte es el crédito con Kutxabank, que estamos en vía de renegociarlo, luego está el dinero que ha puesto el consejo de administración y que pretende recuperar, algún proveedor y varias mensualidades a algún trabajador actual como el gerente, Germán Cea".
El club tiene una deuda de 2,9 millones, de la que buena parte corresponde a un préstamo con Kutxabank vencido desde 2014
El club confiaba en que, liquidados estos préstamos, la reducción de costes derivada de la pérdida de la categoría serviría para recuperar la rentabilidad. “Se espera mantener los ingresos por asistencia a los partidos”, indica el consejo, sobre una partida que en 2015-2016 permitió obtener 462.504 euros por abonados y 71.904 euros por taquilla. A estas partidas se le sumaron la de retransmisiones, que triplicó su aportación y alcanzó los 158.000 euros, y la de comercial y publicidad, que rebasó el millón de euros gracias al patrocinio principal de la casa de apuestas Retabet.
El desafío está, sobre todo, en adecuar la nueva estructura de costes a la fuerte reducción de las subvenciones. Más allá de la aportación puntual de la Real Sociedad, el Gipuzkoa Basket recibe 230.000 euros del Ayuntamiento de San Sebastián, que se han mantenido, pero la ayuda de la Diputación de Gipuzkoa ha sufrido un importante ajuste. El pasado verano se rescindió el convenio que aseguraba 700.000 euros anuales mientras disputase la Liga Endesa, para bajar a 250.000 euros por curso durante cuatro años, con un extra de 250.000 euros más en 2016-2017 para optar a su regreso a la ACB.
Mientras el equipo ganaba sobre la cancha, el consejo de administración presidido por Nekane Arzallus siguió trabajando en la reestructuración económica. El pasado 6 de abril se celebró una junta extraordinaria de accionistas en la que se aprobó una reducción de capital por 799.464,90 euros, situando el capital social en 100.214,1 euros. Y ahora, materializado el ascenso, el club vasco incluso ha decidido presionar a la ACB para que aclare ya cuánto dinero necesitaría para poder regresar a la élite.
El actual diseño del canon de acceso exige un total de aproximadamente cinco millones de euros, un importe que probablemente se rebajará aproximadamente a la mitad tras la sanción impuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Ayer se celebró una reunión entre la ACB, el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Federación para avanzar en el nuevo diseño de las obligaciones económicas, una dilación que el Gipuzkoa Basket considera que esta indefinición de la patronal le “está causando un grave perjuicio”. Y es que, como ya apuntó Arzallus, probablemente tengan que poner en marcha una ampliación de capital para recuperar la plaza de hace un año.