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Susana Monje dimite como vicepresidenta económica del Barça
26 nov 2016 - 15:14
Nuevo cambio en la gestión económica del FC Barcelona. La vicepresidenta Susana Monje, responsable de esta área, presentó ayer su dimisión "por motivos personales" a Josep Maria Bartomeu, presidente y que ahora asumirá estas atribuciones de forma interina. Se trata del segundo directivo de la junta de esta parcela que renuncia bajo el mando de Bartomeu, tras la decisión de Javier Faus de no seguir antes de las últimas elecciones.
La empresaria, miembro de la familia propietaria de la constructora Essentium, ha alegado que necesita más tiempo para dedicar a su familia y a su trabajo, después de que en las últimas semanas hayan aparecido informaciones sobre los problemas económicos de su grupo empresarial. Por ahora se desconoce si la vacante será cubierta o estas funciones la asumirá algún otro miembro de la junta, como Enrique Tombas, que entró tras los comicios como tesorero de la entidad. De hecho, Monje tuvo este rol antes de asumir la vicepresidencia económica.
El club ha destacado que con ella se ha logrado obtener un nivel de ingresos récord de 678 millones de euros en 2015-2016, además de volver a poner bajo control la masa salarial. La directiva, primera mujer que asumía este importante rol en la entidad, se había convertido en la guardiana de las cuentas, exigiendo "extrema cautela" a los ejecutivos para evitar el descontrol en las cuentas.
Su sustituto, aún así, también tendrá un desafío importante: cumplir con el ratio de deuda establecido en los estatutos y que será determinante para poder dar inicio al Espai Barça, un proyecto inmobiliario de 600 millones de euros cuya fase más importante es la remodelación del Camp Nou, prevista que se inicie en 2018 a más tardar, para cuando la deuda neta debería estar en unos 200 millones.
La salida de Monje se produce poco tiempo después de que el Barça también relevara a su director general desde 2014, Nacho Mestre, también por cuestiones personales que le obligaban a asumir menos carga de trabajo. Él ha pasado a controlar la Fundación, mientras que la posición de consejero delegado ha recaído en Óscar Grau, que dirigía las FCB Escola.