La Asobal extenderá la temporada hasta junio para completar la competición si hay garantías de

La Asobal quiere completar la temporada 2019-2020, aunque no a toda costa. La asociación de clubes de balonmano ha acordado extender el calendario de competición hasta junio con tal de poder finalizar la competición. Eso sí, siempre y cuando “se garanticen todas las condiciones de salud y seguridad de los deportistas, técnicos, árbitros y todos los protagonistas que intervienen”, explica en un comunicado.

La gestora de la máxima categoría de este deporte está en contacto permanente con la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm) y el Consejo Superior de Deportes (CSD), que tendrá la última palabra sobre los protocolos de regreso a los entrenamientos y sobre las circunstancias en las que podrán disputarse los partidos.

“Asobal prosigue su actividad con la mente puesta en el inicio del próximo curso, asumiendo un ejercicio de responsabilidad y, sobre todo, de confianza en la superación de esta grave crisis sanitaria mundial”, sostiene la asociación, que también está pendiente del escenario que se dibuje para las competiciones internacionales en 2020-2021.

La asamblea de equipos ha aprovechado la ocasión para poner en valor el apoyo de los patrocinadores, especialmente el de Sacyr, que a principios de 2020 adquirió los title rights de la Asobal. En su lista de socios también están LaLiga, Loterías, Select, Rehab Medic, San Benedetto, Plus Ultra, Renfe y Cope.

“Confiamos en seguir contando con el apoyo de nuestra red de patrocinadores para afrontar, con plenas garantías, los efectos económicos provocados por esta crisis sanitaria mundial”, sostiene. En 2018-2019, los ingresos agregados de la competición ascendieron a 19,7 millones de euros, de los que un 50% corresponden al Barça.

Muestra de estas dificultades por rentabilizar o, al menos, hacer sostenible su actividad, es que el beneficio neto obtenido por los 14 clubes de la Asobal (sin el Barça) se ha desplomado un 58,4% desde 2014-2015, hasta 271.088 euros. Es decir, que mientras la cifra de negocio aumentó un 22,5%, el resultado neto se redujo más de la mitad.