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La ‘salvaguarda’ de la Uefa: 1.750 millones de euros en caja e inversiones para afrontar el ‘out’ de la Eurocopa
19 mar 2020 - 05:00
“Es la hora de comenzar a evaluar los posibles daños”. Aleksander Ceferin admitía ayer en una entrevista que, alcanzado el acuerdo para posponer la Eurocopa de 2020 a 2021, el reto de la Uefa y el conjunto del fútbol europeo es minimizar los costes económicos que está provocando la pandemiadel Covid-19. Los cálculos aún muy provisionales y se habla de 300 millones de euros de impacto, y, pese a la incertidumbre, las cuentas de la confederación revelan que hay músculo para sobrevivir: más de 1.750 millones de euros al cierre de 2018-2019, que podrían usarse en caso de que fuera necesario, según consta en sus últimos estados financieros.
La elevada disposición de recursos por parte del regulador de este deporte en el Viejo Continente asegura un plan de acción que cumpla con lo que su presidente ha insistido en estas últimas horas. “Será un poco difícil durante los próximos meses o años, pero avanzaremos juntos; y, como dije, soy muy optimista y resolveremos la situación”, insistió ayer Ceferin en una entrevista con Associated Press. La duda, admiten, es cómo será el reparto de las ayudas y quién las asumirá.
La ventaja de la Uefa es que arrancó 2019-2020 con un importante cojín fruto de la última Eurocopa, disputada en 2016 y que arrojó un beneficio neto de 847,35 millones de euros. Esas ganancias se han ido usando durante el actual ciclo para financiar los planes de desarrollo en distintos países, pero a su vez ha permitido crear un importante cojínque podría ser determinante para afrontar el complejo escenario que ha dejado el coronavirus.
La Uefa cuenta con un con un cojín fruto de la Eurocopa de 2016 que arrojó un beneficio neto de 847,35 millones de euros
El organismo disponía de 408,97 millones de euros en caja al cierre de 2018-2019, todos referenciados a monedas más o menos estables: 333,97 millones en euros, 57,43 millones en dólar, 10,03 millones en libras y 7,54 millones más en francos suizos. Esta diversificación no responde a una estrategia concreta, sino a pagos recibidos por patrocinadores y otros clientes. “Realizamos una cobertura natural de la exposición cambiaria tratando de hacer coincidir la cartera de divisas con los pasivos en moneda extranjera”, explican en la memoria anual.
La posición de tesorería se encontraba en el punto más bajo del último ciclo, en línea con el consumo que va haciendo la Uefa de sus recursos para financiar sus planes a cuatro años vista. De este modo, los 1.138 millones que había en las cuentas corrientes de la confederación al término de 2015-2016 ya habían bajado a 577,62 millones en 2017-2018, mientras que en el último año cayeron otro 29,2%.
Es un descenso similar al que han experimentado el resto de los activos financieros de la entidad, tanto a corto como a largo plazo. El último año mantenía inversiones por 1.347,1 millones de euros, con un descenso interanual del 14,4%. “De acuerdo con la política de inversión aprobada por el comité ejecutivo de la Uefa, se compraron valores negociables y a largo plazo para mejorar el resultado de la gestión de activos y, al mismo tiempo, diversificar”, sostiene en su memoria.
La confederación tiene invertidos 727,7 millones de euros en acciones y bonos de 104 multinacionales cotizadas
De este importe, 727,7 millones de euros corresponde a inversiones en cotizadas y bonos corporativos, tanto de compañías europeas como norteamericanas, lo que representa un aumento interanual del 9%. “La cartera de bonos consta de 104 empresas con una calificación promedio A por parte de S&P y una duración promedia de 3,4 años”, señala sobre la solvencia de estos bonos. Es un ciclo de vida ligado a las necesidades de financiación de su programa HatTrick.
Esta situación financiera es clave para entender la determinación exhibida este lunes por la Uefa, que aceptó posponer un año su principal torneo de selecciones para asegurar que pueden acabar las ligas nacionales y su verdadero producto estrella, la Champions League. “Comenzaremos a evaluar eso en estos días, pero ascenderá a cientos de millones de euros”, ha admitido Ceferin, sobre el coste de esta reestructuración del calendario.
Es el coste de las indemnizaciones que asume que deberá abonar a patrocinadores y operadores de televisión que habían adquirido los derechos del torneo, así como las devoluciones de entradas y el pago de todas las facturas que se habían abonado por servicios perecederos que deberán volverse a pagar en 2021.
La Uefa no ha hecho proyecciones de ingresos, pero la tendencia del mercado augura a que la facturación de esta Eurocopa debería haber sido superior a la de 2016. Entonces, la venta de los derechos de televisión generó 1.024 millones de euros, por los 483,32 millones que aportaron los patrocinios. La venta de entradas generó 269,18 millones, a los que se añadieron 128 millones por hospitality y 11 millones más por otros conceptos. En total, fueron 1.915 millones de euros.
Respecto a 2021, Ceferin aseguró este martes que “el plan es tener los mismos lugares, las mismas ciudades, los mismos estadios. Pero si algo se complica, entonces también podemos hacerlo con once, nueve o menos estadio, aunque el plan es que todo siga igual”. Sólo que un año distinto y, quien sabe, si con el mismo poolde patrocinadores y partnersaudiovisuales.