Entorno

El Circuito de Valencia invertirá más de tres millones en ganar aforo y potenciar su oferta VIP

El trazado añadirá 10.000 nuevos asientos con la construcción de un nuevo edificio al que también trasladará oficinas y de una nueva grada en la recta de meta. Los trabajos finalizarán en 2020 y permitirán aumentar un 10% los ingresos, que hoy rondan los 10 millones de euros al año.

Marc Menchén

22 ene 2019 - 05:00

El Circuito de Valencia invertirá más de tres millones en ganar aforo y potenciar su oferta VIP

 

 

El Circuito de Valencia colgó en 2013 el cartel de “no hay billetes” para la carrera de MotoGP y, desde entonces, no ha habido un solo año en el que no se haya rozado o logrado la plena ocupación. La dirección del trazado está convencida de que aún podría vender más entradas, y por eso ha conseguido que la Generalitat le autorice una inversión de más de tres millones de euros para construir nuevas gradas. “Vamos a ganar 10.000 nuevos asientos y satisfacer la demanda de más palcos VIP”, señala el director general de la instalación, Gonzalo Gobert, a Palco23.

 

El consejo de administración ya ha validado los dos proyectos constructivos, que se espera puedan estar completados para 2020. No es una obra sencilla, en tanto que supondrá el traslado de varias dependencias a medida que se vayan habilitando espacios. Para más adelante queda la construcción de un hotel y zonas de ocio en el edificio que hoy ocupa el restaurante, ya que se necesita un cambio de usos cuya tramitación llevará al menos un año. “Será un paso más para potenciar el papel del circuito dentro del territorio”, apunta.

 

El paso más importante será la construcción de un nuevo edificio situado entre la torre de control y el restaurante, donde hay una pastilla de terreno disponible de 2.250 metros cuadrados. El inmueble tendrá una altura de unos ochos metros, distribuidos entre tres y cuatro plantas, pues esto es algo que dependerá del diseño del arquitecto que se adjudique el diseño de la obra. La misma no sólo permitirá aumentar el potencial de negocio, sino que también actuará de barrera acústica para mitigar la huella sonora que se genera en la pista y que había provocado algunas quejas vecinales.

 

 

 

 

El edificio albergará todas las dependencias administrativas y de mantenimiento, así como los nuevos espacios de trabajo para los medios de comunicación; los periodistas dispondrán de una sala de prensa de más de 700 metros cuadrados y en forma de anfiteatro, donde puedan trabajar hasta 350 personas, y 25 cabinas individuales y cinco dobles para el seguimiento de las carreras. Estos habitáculos estarán en lo alto de una nueva grada con 1.600 butacas con vistas a la recta de meta y asientos reservados para espectadores con movilidad reducida.

 

El traslado del media center permitirá aumentar el número de palcos VIP aprovechando parte de ese espacio liberado, pero también en el nuevo edificio se instalará un palco de grandes dimensiones. “Hemos ido introduciendo novedades, subiendo los precios ligeramente, pero es que ya habíamos llegado a un punto en el que estábamos sobrevendidos”, argumenta Gobert sobre esta inversión.

 

Todavía no está claro cuántos asientos de hospitality podrán incorporar a las más de 800 plazas que hoy existen para este tipo de público entre la terraza VIP y los palcos situados en las zonas conocidas como Sports Bar y Circuit Lounge, ambas situadas en la recta principal. Aquí, los precios oscilan entre 395 euros y 750 euros, frente a la horquilla de 45 euros a 185 euros en la que se mueven las entradas para el público general.

 

Para este segmento de aficionados también habrá una nueva grada situada entre el actual inmueble del restaurante y la curva de llegada a meta, que supondrá añadir otras 9.000 butacas más de forma permanente y situar el total en 75.000 asientos. “La aspiración es un evento que atraiga a unas 130.000 personas no porque sea una de las mejores carreras de MotoGP, sino porque sea un espectáculo al que hay que ir al menos una vez”, defiende.

 

 

 

 

La concentración de toda la actividad corporativa liberará el edificio de la entrada, donde se construirá una “tienda emblemática” y un museo del motor. Además, se aumentará la superficie de la sede de la Escuela de Seguridad Vial, un proyecto que empezó dando clases de seguridad a un millar de escolares cada año y que en 2019 alcanzará ya los 10.000 alumnos.

 

Gobert calcula que toda la ampliación les permitirá aumentar los ingresos ordinarios entre un 10% y un 15%, por lo que la facturación se consolidaría ya por encima de los diez millones de euros al año. Esta cifra se complementa con la subvención que aporta la Generalitat, y que en 2019 será de 2,6 millones, frente a 3,18 millones de 2018, según consta en los Presupuestos de la Generalitat para el año en curso.

 

El ejecutivo asegura que la mejor muestra del consenso político en torno a la importancia del circuito es que fue el actual Ejecutivo de Ximo Puig (PSOE) el que renovó hasta 2021 el contrato con Dorna. El acuerdo garantizaba la continuidad de MotoGP cuatro años más a cambio de 46,6 millones de euros, tras rebajar del 5% al 3% el alza del canon. Un coste que se compensaría con el impacto económico que se estima que tiene el trazado y que en 2017 se cifró en 50 millones de euros anuales. “Cuando llegan las motos, los hoteles están ocupados desde Vinarós a Guardamar”, enfatiza, en referencia a los dos municipios que marcan el límite de la comunidad.

 

Retener el Mundial de Motociclismo es una pieza básica de la infraestructura, que ha logrado generar actividad en la pista de carreras durante el 91% de todo el año. Dos de los proyectos que han permitido aumentar la actividad son las dos escuelas, Cuna de Campeones y Fórmula de Campeones, cuyos boxes se trasladarán a los bajos de la nueva grada próxima a la curva de meta junto al centro de tecnificación y las sedes de las federaciones valencianas de motor; hasta ahora, estos servicios estaban en la zona de paddock.

 

A medio plazo, Gobert se muestra ambicioso y confiado en que serían capaces de generar la suficiente demanda para incorporar otros 10.000 o 15.000 asientos adicionales para el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, que siempre cierra la temporada de MotoGP. “Es básico en nuestra estrategia porque nos da dimensión, y consideramos que hemos sabido demostrar que somos un circuito importante para el Mundial”, concluye. Una afirmación que no es baladí, pues en 2020 deberán sentarse a negociar la renovación de unos derechos por los que suspiran una veintena de ciudades en todo el mundo.