Equipamiento
Wolverine World Wide remonta su facturación pero desploma su beneficio un 35,5% en 2019
La compañía estadounidense de equipamiento deportivo, que posee las marcas Merrell y Saucony, finalizó el último ejercicio fiscal con unos ingresos de 2.273 millones de dólares (2.190 millones de euros), un 22,2% más.
25 feb 2020 - 10:02
Cara y cruz para Wolverine World Wide en 2019. La compañía estadounidense de equipamiento deportivo, que posee las marcas Merrell y Saucony, cerró el último ejercicio fiscal con una facturación de 2.273 millones de dólares (2.190 millones de euros), un 22,2% más. Este alza contrasta con los ingresos obtenidos de enero a septiembre, que apenas aumentaron un 0,4%.
El beneficio neto, sin embargo, cayó un 35,5% en 2019, hasta 129 millones de dólares (119 millones de euros). Al igual que el resto del año, la compañía achaca este resultado a las inversiones que han realizado. Entre ellas, la recompra de acciones por 319 millones de dólares (294 millones de euros), como parte del plan estratégico para recuperar parte de su negocio.
“Hemos conseguido un gran cierre de año de la mano de nuestras principales marcas, Merrell, Saucony y Sperry, lo que nos ha permitido acelerar nuestra ofensiva directa por el consumidor y mejorar nuestra expansión internacional”, ha asegurado Blake Krueger, presidente y consejero delegado del grupo.
El beneficio neto de Wolverine World Wide cayó un 35,5% en 2019, pese a remontar su facturación
El rendimiento de Sperry, de hecho, supuso la reestructuración de parte de su organigrama. La semana anterior, Wolverine reubicó a Tom Kennedy su presidente, como máximo responsable de Wolverine Brand para relanzar su negocio, mientras que al frente de la marca de zapatos náuticos se fichó a Joelle Grunberg, ex consejera delegada de Lacoste en Norteamérica.
Wolverine Worldwide no hace referencia al peso que tienen en la facturación sus principales marcas, ni tampoco los ingresos obtenidos por territorios. Lo que sí ha anunciado es la previsión económica para 2020, un año en el que la compañía espera obtener unos ingresos de entre 2.229 millones de dólares y 2.340 millones (2.057 millones de euros y 2.159 millones), un avance del 3%.
Es una previsión inferior a la inicial, pues el grupo espera que su negocio en China pierda treinta millones de dólares (27,6 millones de euros) debido al impacto del coronavirus. En este país se concentra el 20% de su producción global, aunque en los años anteriores llegó a ser de hasta el 40%.