El Atlético de Madrid adelanta pagos a Hacienda y dejará la deuda a cero en 2019

El Atlético de Madrid continúa teniendo uno de los pasivos más abultados de La Liga, con 483,7 millones de euros, pero en las oficinas del Vicente Calderón están tranquilos. El punto de partida no era probablemente el óptimo hace ahora seis años, pero el crecimiento deportivo se ha traducido en un alza constante de los ingresos y el traslado al nuevo estadio también supondrá un nuevo salto a todos los niveles. Además, se ha logrado alargar los vencimientos de algunas deudas.

El pacto más importante en este sentido se ha firmado con la Agencia Tributaria, a la que en 2012 se le debían 180 millones. Fuentes de la entidad explican a Palco23 que, han podido adelantar este verano una parte de la deuda existente y, en paralelo, la Administración se ha comprometido a un nuevo calendario de pagos. En concreto, realizarán sendos pagos de 15 millones de euros en los meses de octubre de 2017, 2018 y 2019. De esta manera, se habrán cancelado todos los compromisos tributarios pendientes.

El Atleti incluso ha pagado las reclamaciones realizadas por Hacienda en base a las actas abiertas, tanto por el Impuesto de Sociedades como por IRPF, IVA e Impuesto sobre la renta del capital mobiliario. La dirección ha firmado actas en conformidad por 501.195 euros, pero también en disconformidad y sobre las que ha presentado recursos económicos administrativos ante el TEAC. En estos casos, ha pagado 3,69 millones de euros en cuotas e intereses, pero no la sanción de 4,76 millones a la espera de la resolución.

El otro gran foco que preocupa a muchos minoritarios y aficionados es la deuda de 160 millones de euros que se ha asumido con Inbursa. Se trata del banco controlado por Carlos Slim, a su vez máximo accionista de FCC, la constructora con la que se está trabajando en la construcción del nuevo estadio. En este caso, el Atleti prefiere relativizar este cambio que eleva aún más el pasivo, por dos motivos: los recursos que se están consumiendo están incrementando el activo inmovilizado y las condiciones firmadas son óptimas.

Aunque figura como deuda a corto plazo, el préstamo contempla que el equipo dispondrá de cuatro años para cancelarlo, a contar desde julio de 2017, es decir, a partir de la inauguración del nuevo estadio y, por lo tanto, con el Vicente Calderón vacío. Además, según explican a este diario, no existen cuotas a amortizar, ya que se trata de un crédito promotor que se devolverá de forma íntegra una vez se vendan las unidades de aprovechamiento urbanístico de los terrenos situados junto al Manzanares.

Los mismos, “por prudencia contable y valor razonables”, se han tasado en 155 millones de euros, frente al valor original de 180 millones que tenían. El deseo del club es no precipitarse para cancelar de forma anticipada esta deuda, esperando al mejor momento para deshacerse de este activo en un mercado inmobiliario, el español, que está en plena recuperación después de su peor crisis en la historia moderna de España.

También sube la deuda con entidades deportivas, que pasa de 70,64 millones a 84,2 millones de euros, fruto de la constante inversión en la plantilla para poder seguir peleando por títulos, como la Liga Santander o la Champions League. Un endeudamiento necesario, defienden, si se quiere mantener la dinámica de los últimos años que han llevado a la entidad a cifras récord de facturación.

El club también sigue trabajando con fondos especializados en la industria del fútbol, dispuestos a financiar a clubs en condiciones que todavía la banca tradicional ve con algo de recelo. No obstante, los saldos pendientes sobre otros pasivos financieros bajó de 82,9 millones a 76,6 millones de euros entre junio de 2015 y el mismo mes de 2016.