El Barça retira la modificación del escudo ante las críticas de los socios

El FC Barcelona mantendrá su escudo tal y como está. Al menos por ahora, después de que la junta directiva haya decidido retirar del orden del día la modificación del mismo. Ha sido un movimiento de última hora, tras constatar que los socios compromisarios se estaban manifestando mayoritariamente en contra en el turno de preguntas. “Somos conscientes de que ha habido una oposición mayoritaria”, ha admitido el secretario de la junta, Jordi Calsamiglia.

Los miembros que se han pronunciado han criticado la pérdida de identidad que podía suponer la modernización del escudo con el único argumento de adaptarlo a los nuevos entornos digitales. También se ha afeado que una cuestión de tanta importancia a nivel social no se sometiera a la votación de todos los propietarios del club y no solo al menos de un millar de personas que estaban en la asamblea.

“La marca estaba desorganizada, pasa con las entidades que crecen muy rápido y tienen que tomar decisiones”, ha argumentado Josep Maria Mir, director creativo de Summa, la agencia a la que se encargó la modificación de la marca blaugrana. Sin embargo, su discurso, algo técnico y poco atractivo hacia los socios, no ha sabido convencer sobre una cuestión que se sabía que generaría polémica.

La principal crítica ha sido la supresión de las siglas FCB, que en la industria del fútbol también utiliza el Bayern de Múnich. “Nos podemos permitir tener dos marcas porque somos líderes, pero lo que no podemos es tener más de tres expresiones”, había defendido Mir en su discurso. Esa supresión ya se ha aplicado en el manual de marca, por el que solo se utiliza FC Barcelona y Barça.

“El escudo debe evolucionar para hacer frente a las nuevas tecnologías (pequeños formatos), necesidades digitales y de consumo de contenidos”, argumentaba la junta directiva en la información facilitada a los socios compromisarios. “En 2002 no existían los smartphones ni se les esperaba; […] todo lo que en el 2002 se desarrollaba en el mundo analógico y de la tinta, ahora en un 85% está en el terreno de lo digital y la luz”, había añadido Mir.

En cuanto a la composición de la identidad, el rediseño suponía eliminar el rojo de la cruz de Sant Jordi para sustituirlo por el grana, así como modificar el ancho de las franjas azulgrana. 

“Se apuesta por potenciar los colores azulgrana y dar más presencia al balón, que adopta una posición más central. Así conseguimos un escudo más homogéneo, más armónico, más luminoso, manteniendo intacta su forma y su esencia”.