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El Club de Campo de Madrid se pone al día con cuatro millones de inversión

La instalación pública ha definido un plan estratégico para el ciclo 2018-2021, que contempla la construcción de un gimnasio, un circuito de running y un plan de accesibilidad universal.

Patricia López

13 mar 2018 - 05:00

El Club de Campo Villa de Madrid, que facturó 26 millones de euros y ganó dos millones en 2017, invierte sus beneficios en mejorar la instalación

 

 

El Club de Campo Villa de Madrid prepara su puesta a punto. La instalación, fundada en 1931, ha examinado sus fortalezas y debilidades para definir un plan estratégico cuya principal actuación es la construcción de un gimnasio, según ha podido saber Palco23. La gerencia prevé destinar aproximadamente cuatro millones de euros al proyecto, un presupuesto que el consejo de administración deberá aprobar o rechazar en la asamblea.

 

“Hemos definido un plan formado por cuatro ejes estratégicos y 51 medidas, y la construcción de un centro de wellness es una de las que más repercusión va a tener”, apunta Joaquín Ballesteros, gerente del Club de Campo. Por el momento, se está desarrollando el proyecto de gestión y arquitectura, que contempla edificar una zona de fitness de 1.000 metros cuadrados y seis salas para actividades dirigidas. El proyecto está preparándose y se desconoce si se habilitarán más espacios, pero el deporte outdoor es otra de las apuestas, ya que se construirá una pista de running de unos cinco kilómetros.

 

Desde la dirección apuntan a que el Club de Campo necesitaba un gimnasio de grandes dimensiones para mejorar las instalaciones de entrenamiento de los equipos de hockey, que militan en la División de Honor masculina y femenina, pero también para que “nuestros socios tengan un centro digno para practicar una actividad más relacionada con la salud. Será un club transversal”, explica. En la actualidad, el complejo cuenta con un pequeño gimnasio, un espacio que según el directivo no bastaba para dar servicio al deporte de élite ni a los 34.000 abonados que tiene el club.

 

 

 

 

Con una plantilla de más de 220 trabajadores, una cifra que en verano aumenta a 250 asalariados, el club aspira ahora a mejorar esa dicotomía entre el deporte de élite y el de ocio y salud. Y la autosuficiencia financiera es clave, explica Ballesteros. El complejo dispone de un presupuesto de 26 millones de euros, y aproximadamente el 85% se genera a través de los abonados que pagan una tarifa de ingreso de 3.000 euros a fondo perdido y una cuota semestral de como máximo 400 euros. Entre un 15% y un 20% de los ingresos procede del alquiler de espacios y el resto del patrocinio y de alguna subvención puntual.

 

Con 230 hectáreas ubicadas en pleno pulmón de Madrid, la instalación ofrece varios deportes, con la hípica, el hockey y el golf como disciplinas emblema. También tiene espacios para la práctica del tenis, pádel, squash, triatlón, natación, patinaje, e incluso ajedrez y bridge. El presupuesto reservado para gastos es de 24 millones de euros, lo que supone un beneficio anual aproximado de dos millones. “No repartimos dividendos entre los socios porque todo lo que generamos lo reinvertimos. Estamos destinando entre dos y tres millones al año a realizar mejoras”, subraya.

 

 

 

 

Más allá de la inversión en infraestructura deportiva, el directivo ha lanzado un plan de accesibilidad universal para personas con discapacidad que se acometerá durante los próximos cuatro años. Asimismo, el directivo se ha marcado como objetivo impulsar la vida social en el club con un programa de animación sociocultural. “No queremos ofrecer sólo deporte ni dirigirnos únicamente a la élite, porque con una masa social como la que tenemos la actividad sociocultural también es importante”, manifiesta.

 

Este proyecto ya se ha puesto en marcha y el plan pasa por ofrecer talleres de lectura, teatro, formación vocal y artes plásticas, entre otras. “Todo ello genera un movimiento dentro de la organización que es beneficioso para la relación entre las personas, que es uno de nuestros objetivos como club social”, apunta.