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El presidente del Celta busca sucesor y medita perdonarle ocho millones de euros al club
8 sep 2016 - 17:17
Carlos Mouriño se ha convertido en el rostro visible de la dirección de un Celta de Vigo que, tras presentar concurso de acreedores en 2008, hoy empieza a pensar en algo más que cancelar deudas. El máximo accionista del club, con el 52,3% del capital, quiere relanzar comercialmente la imagen del club a nivel internacional, aunque no está claro que él sea quien esté al frente cuando se cumpla el objetivo.
El empresario gallego, de 73 años, ha desvelado hoy que "he reflexionado con mi familia mi futuro con el Celta. No he llegado a ninguna decisión pero sí que empiezo a analizarlo". "Tengo una cierta edad y tengo que empezar a reflexionar sobre la sucesión para que cuando llegue sea lo mejor para el Celta", ha explicado.
Las tres alternativas que plantea a su sucesión son "alguien de la familia, venta o nombramiento de un director general o presidente ejecutivo". El cargo de primer ejecutivo lo ocupa Antonio Chaves, que asumió el reto tras ser su administrador concursal. "Mi opción favorita es que Chaves sea mi sucesor", ha comentado, de manera que la propiedad seguiría siendo de él y su familia.
Su salida se produciría tras un plan de saneamiento que ha rebajado la deuda concursal a cero y que ha situado al propio presidente como principal acreedor, ya que mantiene créditos participativos por unos ocho millones de euros. "También he tratado con mi familia que en el futuro mi empresa renuncie al dinero pendiente de recuperar", ha adelantado también hoy en un encuentro informativo.
La cancelación de pasivos, que también se ha podido acelerar por la venta de importantes jugadores los últimos años, ha liberado recursos que ahora podrán destinarse al crecimiento. Mouriño ha admitido que quizás uno de los puntos débiles del club es el marketing. "El área comercial no ha dado los resultados esperados. O nos ponemos al día, o en tres o cuatro años nos comerán por ingresos que nosotros no vamos a poder generar", ha avisado.
La dirección ya empezó a intentar subsanar este déficit a comienzos de año, con la creación de un departamento de marketing que hasta entonces no existía. El trabajo se le acumuló al nuevo equipo que encabeza Maruxa Magdalena Seoane, ya que Citroën decidió no renovar el patrocinio y obligó a buscar un relevo que finalmente se encontró en Estrella Galicia. Entre sus primeras medidas también figura la renovación de la imagen de marca y el lanzamiento de una televisión online.
"Estamos preparando un plan comercial internacional de la mano de empresas especializadas para expandir la marca", ha añadido Mouriño, consciente de que son uno de los pocos clubes de la Liga Santander que no tiene ningún patrocinador fuera de su ámbito de actuación.
Este año el club trabaja con un presupuesto de 55 millones de euros, el más alto de su historia, porque a la entrada en vigor del nuevo contrato audiovisual se le añade su regreso a la Europa League. Un hito que, si bien está generando algunos problemas con la Uefa a efectos de cumplimiento de la normativa de estadios, también les ha permitido retener talento. "En los últimos 4 años hemos empleado en jugadores casi 50 millones de euros", ha explicado.