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RCD Espanyol: un colista al borde del descenso con el noveno mayor tope salarial de LaLiga

La crisis económica generada por el coronavirus se suma al mal rendimiento deportivo, que podría suponer la pérdida de la categoría, con la consiguiente caída de un negocio que en los últimos años ha ido al alza.

P. López

7 jul 2020 - 04:58

El RCD Espanyol tiene el octavo mayor máximo salarial de LaLiga y en los últimos años ha saneado su situación financiera

 

 

De todos los equipos que forman parte de LaLiga Santander, el RCD Espanyol es el que está más cerca del temido descenso a Segunda División. Sólo una victoria el próximo miércoles contra el FC Barcelona le mantendrá con opciones de seguir en Primera, al menos, una jornada más. Echar la vista atrás un año permite ver una fotografía muy distinta: la de la afición perica saltando al césped del RCD Stadium para celebrar que el Espanyol se clasificaba para la Europa League y volvía a Europa doce años después.

 

El parón de la competición por el Covid-19 no ha mejorado la situación en Cornellà-El Prat, puesto que el equipo ya marchaba último de la clasificación antes del estado de alarma. Es una posición que no ha mejorado tras la reanudación de LaLiga y que disgusta a un equipo que cuenta con el noveno mayor límite salarial de la competición, con 86,3 millones de euros en 2019-2020. Hasta once equipos tienen menor tope salarial que el Espanyol y, sin embargo, todos están firmando mejores resultados deportivos.

 

¿En qué situación económica está el Espanyol en el año en que está más cerca que nunca del descenso? El club blanquiazul fue el undécimo que más facturó durante la pasada temporada, con 97,7 millones de euros. Por detrás figuran equipos ya salvados a falta de cuatro jornadas para el final, como Levante UD y los recién ascendidos CA Osasuna y Granada CF, que para esta temporada  tiene un límite de gasto en plantilla que no alcanza la mitad de la del Espanyol.

 

 

 

 

Para esta temporada, el club presupuestó un gasto en personal deportivo de 61,4 millones de euros, el más elevado de su historia. El Covid-19 obligará a ajustar a la baja esa previsión, puesto que no alcanzará los ingresos por abonados y socios que tenía previstos a principios de temporada, cuando el coronavirus ni siquiera una amenaza.

 

Es la peor temporada del equipo desde que Chen Yansheng compró la entidad en enero de 2016. Desde entonces, el club ha ido avanzando en su saneamiento patrimonial de la mano de Rastar, empresa propiedad de Yansheng. El grupo ha capitalizado deuda por 50 millones de euros para convertir las obligaciones pendientes de pago en acciones, y así dar un respiro al pasivo del club.

 

También ha mejorado las distintas líneas de ingresos mediante la venta de jugadores y la mejoría del negocio ordinario, como es la organización de conciertos en el RCD Stadium, la venta de palcos VIP, la búsqueda de patrocinadores y la aportación de los derechos audiovisuales. De ahí que el posible descenso del Espanyol llegue en un momento en que el club está menos apalancado y más robusto económicamente.

 

 

 

 

Tomando como referencia 2018-2019, en las últimas cinco temporadas el equipo ha duplicado su cifra de negocio, desde 40,6 millones a 80,1 millones de euros. El motivo principal es que la partida de televisión, que representa el 71% de sus ingresos ordinarios, se ha elevado en 35,6 millones de euros. También lo ha hecho la venta de jugadores, que en una clara tendencia alcista del mercado de traspasos permitió obtener plusvalías por 10,9 millones en 2018-2019, por los 5,4 millones de 2014-2015.

 

La consecuencia de le mejoría económica se traduce en un resultado neto positivo, después de las dos temporadas previas a la entrada de Yansheng el club registrara pérdidas. Pero el mayor avance financiero del club lo ha hecho en la reducción de deuda bancaria, con la Administración y con el personal deportivo.

 

 

 

 

En 2011-2012, con la crisis económica afectando a los equipos, LaLiga implantó un estricto control económico y financiero que ha conducido al saneamiento de los clubes, incluido el Espanyol. En aquella temporada, la deuda con la banca era de 54,7 millones de euros, y en la primera campaña con Yansheng como presidente, este importe se redujo hasta los 4,2 millones en 2015-2016.

 

La deuda con la Administración Pública, como es Hacienda, ha pasado de 52 millones en 2011-2012 a 63,3 millones de euros cinco temporadas atrás. Desde entonces, se ha reducido hasta 13,2 millones en 2017-2018, mientas que la deuda con personal deportivo ha pasado a ser de 850.000 euros, tras alcanzar máximos en 2014-2015, con 16,9 millones.

 

La permanencia en LaLiga Santander pasa por ganar los cuatro partidos que quedan por disputarse, todo un desafío para un equipo que sólo ha sumado cinco victorias en 34 jornadas. La pérdida de la categoría supondrá un freno a sus ingresos, agudizado por la situación económica derivada del coronavirus, la presumible caída del negocio de los traspasos de jugadores y la derivada pérdida de la visibilidad de los patrocinadores si el equipo compite en Segunda División.