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El ciclismo se impone en la contrarreloj contra el Covid-19 y salva el negocio del Mundial

El evento reporta seis millones de euros a la Unión Ciclista Internacional por el canon de organización, además de los derechos televisivos y publicitarios.


Miquel López-Egea

24 sep 2020 - 04:53

El ciclismo se impone en la contrarreloj contra el Covid-19 y salva el negocio del Mundial

 

 

La Unión Ciclista Internacional (UCI) gana la contrarreloj al Covid-19. Aunque el Mundial de ciclismo que se disputa entre hoy y el domingo en Imola, en la región de la Emilia Romagna de Italia, será atípico, con menores ingresos de los previstos por parte de la UCI, la entidad ha logrado salvar sus cuentas.

 

Pese a la pandemia y la renuncia de la ciudad de Martigny, en Suiza, a organizar la prueba, la UCI ha podido mantener su principal fuente de ingresos. Lo ha hecho en un año en el que ha tenido que recortar salarios y aplicar despidos temporales a causa de la pandemia.

 

El evento, que se celebra finalmente en Italia, reporta a la entidad unos seis millones de euros por el canon de organización, más los derechos televisivos y publicitarios. Hoy y mañana se celebran las contrarrelojes absolutas masculina y femenina mientras que el sábado y el domingo se celebran las pruebas de ruta. A causa de la pandemia, no obstante, no hay pruebas júnior ni sub-23.

 

Tampoco tendrá el impacto económico que podría tener en una situación normal. Sin embargo, habrá público: las autoridades permiten la asistencia de 2.246 espectadores, que podrán acceder a las tribunas del circuito Enzo y Dino Ferrari, donde está instalada la meta.

 


 

 

En un plazo récord de un mes, la ciudad de Imola logró convertirse en sede del evento. Más allá de la dureza del circuito propuesto, la UCI optó por esta ubicación porque la mayoría de las infraestructuras (boxes para los equipos o aparcamientos) son fijas y muy adaptables a las medidas de distanciamiento impuestas por el Covid-19, además de la capacidad hotelera y sus comunicaciones.

 

La ciudad no dudó en acoger el evento al ser un sitio referente en cicloturismo, con la visita 300.000 cicloturistas anuales que suponen 1,4 millones de visitantes. Este evento supondrá un alivio económico para los hoteleros de la zona. Del 11 al 13 de septiembre, la zona de Imola albergó el Italian Bike Festival en Rimini y en octubre acogerá tres etapas del Giro. El 10% de los viajes a la Emilia Romagna son para practicar el ciclismo y las administraciones han inyectado 36 millones de euros para potenciar los viajes ciclísticos a la zona.

 

 

 

 

El año pasado, el Mundial de Carretera que se disputó en Yorkshire, Reino Unido, del 22 al 29 de septiembre, supuso un impacto económico de 17,8 millones de libras, según los organizadores. En total, 69.000 visitantes únicos asistieron a la carrera, 12.000 de fuera del país.

 

El gasto en alojamiento fue de nueve millones de libras, mientras que 849 periodistas acreditados y 2.100 miembros del equipo gastaron 2,3 millones de libras a la zona. Cuánto a audiencias, la organización infirmó que ascendieron a 329 millones de personas de 124 países vieron las carreras.

 

Otra inversión importante ha sido el protocolo contra la Covid-19. Desde el lunes hasta hoy, la organización ha instalado un laboratorio móvil drive through para hacer pruebas PCR a todo el personal de la organización, miembros de los equipos y ciclistas. Tal como exige el protocolo de la UCI, que organiza sus eventos bajo el sistema de la burbuja, es necesario presentar una PCR negativa para poder entrar dentro y garantizar que se desarrollan con total seguridad. Esta instalación móvil, además, pretende evitar cargar el sistema público italiano