La LFP francesa cifra en 200 millones al año los derechos internacionales de la Ligue 1

La LFP gana notoriedad. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) francesa cifra en 200 millones de euros la venta de los derechos internacionales de la Ligue 1, una cifra que dista mucho de los ochenta millones de euros que percibe la competición, según Sportbusiness.

Actualmente, los derechos internacionales del torneo doméstico francés los posee beIN Media Group, que desembolsa alrededor de ochenta millones de euros al año. El actual acuerdo se materializó en 2016 y la temporada 2023-2024 pone fin al ciclo entre ambas partes. Los ingresos se reparten al 50% entre la LFP y beIN, una vez alcanzado el umbral mínimo de garantía.

“Creemos que podremos acercarnos a los 200 millones de euros anuales para el próximo ciclo y este es el objetivo a corto plazo”, ha asegurado el presidente de la competición francesa, Vincent Labrune. El presidente ha añadido que “en este ámbito, tenemos unos ingresos muy bajos en comparación con nuestros competidores europeos”.

La cadena de televisión de pago adquirió por primera vez los derechos internacionales de la Ligue 1 en 2012-13, sustituyendo al anterior distribuidor de derechos Canal Plus Events. BeIN designó entonces a la agencia MP&Silva para vender los derechos en varios mercados internacionales.

BeIN Media Group se hizo con los derechos de la Ligue 1 por primera vez en 2012-2023

La competición francesa no es el único torneo por el que apuesta el grupo audiovisual con sede en Doha. La plataforma qatarí de canales deportivos se ha convertido desde su nacimiento hace una década en el gran gigante audiovisual del deporte en Oriente Próximo y el norte de África, donde cuenta con los derechos televisivos de más de cincuenta competiciones.

En enero, BeIn Sports se hizo con los derechos de la Fórmula 1 en el sudeste asiático. El acuerdo abarca Hong Kong, Singapur, Malasia, Brunei, Indonesia, Timor Oriental, Filipinas, Tailandia, Laos y Camboya. De este modo, BeIn Sports tomó el relevo a Fox Sports Asia, quien tenía los derechos de retransmisión.

Aunque la cadena catarí también se ha visto envuelta en litigios en el sector del deporte. A finales de 2022, la justicia española congeló los activos de Bein Sports por un impago de cincuenta millones a LaLiga.

La propiedad de la cadena pertenece a la familia real qatarí y está catalogada en el país como “fundación privada para el beneficio público”. Junto a la organización del Mundial 2022, la aparición de Premier Pádel o la organización de un Gran Premio de Fórmula 1 es una las formas que usa el régimen qatarí para blanquear su imagen a través del deporte, tanto en la región como en el resto del mundo.