Competiciones

Camino a Pekín 2022

Los Juegos de invierno de Pekín 2022 se celebrarán en formato burbuja

El Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional, juntamente con las autoridades chinas, someterán a test a los participantes y tratarán de minimizar la interacción entre atletas con los espectadores.

Los Juegos de invierno de Pekín 2022 se celebrarán en formato burbuja
Los Juegos de invierno de Pekín 2022 se celebrarán en formato burbuja
Los Juegos de invierno de Pekín 2022 obligarán a los deportistas a pasar una cuarentena de 21 días a aquellos que no estén vacunados

Palco23

25 oct 2021 - 19:04

Test y burbuja en los Juegos de invierno. El Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional, juntamente con las autoridades chinas, han decidido aislar a los participantes y llevar a cabo la competición en formato burbuja, como ya ocurriese con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

 

Como consecuencia, los participantes (que deberán tener la pauta de vacunación completa) llevarán a cabo test diarios y se les prohibirá mantener “relaciones físicas, minimizando en todo los posible la interacción con el público”, señala el comunicado del COI.

 

Por otro lado, el COI ha anunciado que los deportistas que estén vacunados contra el Covid-19 podrán entrar en la burbuja de seguridad que se crearán el 23 de enero y hasta el final de las competiciones, sometidos además a test diarios.

 

 

 

 

Los deportistas que no estén vacunados tendrán que pasar una cuarentena de 21 días desde su llegada a Pekín. Los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 serán del 4 al 20 de febrero, mientras que los Paralímpicos serán del 4 al 13 de marzo.

 

Los distintos eventos se deberán celebrar con sólo público local. En Tokio 2020, se tuvo que competir sin aficionados, aunque estuvo maquillado por las buenas audiencias obtenidas, en parte, por añadir las modalidades de surf, el skateboarding, la escalada deportiva, la modalidad de kata de kárate, y el béisbol y el sóftbol, que sirvió para que el público joven se acercase a la competición.

 

No tener espectadores le supuso a la economía de Japón 146.800 millones de yenes (1.130,6 millones de euros), según Nomura Research Institute, aunque el gran golpe en las cuentas del evento se produjeron por la prohibición del acceso a los espectadores extranjeros, dejando Tokio con unas imágenes insólitas, sin público en los hoteles o en los restaurantes.