Entorno
La industria china invierte casi 3.000 millones para adquirir el 'know how' del fútbol europeo
9 ago 2016 - 05:00
China quiere convertirse en una potencia emergente del fútbol a nivel mundial, y su Gobierno y las grandes fortunas del país no van a escatimar en recursos para conseguirlo. Desde que el presidente Xi Jinping anunciara un ambicioso plan para promover este deporte en el gigante asiático, las grandes operaciones corporativas se han desencadenado, y en sólo año y medio han desembolsado casi 3.000 millones de euros para tomar posiciones en la industria europea y adquirir el know how necesario para crear un verdadero negocio.
El primero en ver la oportunidad fue Wanda Group, el holding del multimillonario Wang Jianlin. En enero del pasado año inició un rally de adquisiciones a distintos niveles. Por un lado adquirió el 20% del Atlético de Madrid por 45 millones de euros, además de realizar una aportación adicional de 15 millones para potenciar la Academia, en un claro guiño de lo que busca con esta inversión: conocimiento en la parcela formativa para desarrollar jóvenes talentos.
En paralelo, la corporación cuyo negocio original era el inmobiliario, se hizo con la agencia de marketing deportivo Infront Sports & Media por 1.050 millones. En este caso, su objetivo era hacerse con una de las principales gestoras de derechos en la industria del deporte para replicar algunos eventos en China. Además, ha supuesto su puerta de entrada en la Fifa, de la que se ha convertido en patrocinador principal y a la que ha convencido para crear un nuevo torneo de selecciones en el gigante asiático.
La idea de adquirir activos en varias etapas de la cadena de valor también la ha aplicado Wuhan Double, que también tenía su origen en el sector del ladrillo. Sin embargo, ante la ralentización de esta actividad y las posibilidades que se abren con la apuesta del Gobierno por el fútbol, también ha decidido invertir en este sector. Por un lado, ha pagado unos 39 millones de euros por el 46% de Media Base Sport (MBS), la agencia de representación que controlaban Mediapro y Pere Guardiola.
El hermano del técnico del Manchester City fue, de hecho, clave en la siguiente operación en la que se vio implicado este grupo: la compra del Granada CF por 37 millones de euros. El anterior propietario es Gino Pozzo, que seguirá teniendo un papel relevante en el futuro del conjunto nazarí, ya que su joint venture con MBS y Desports, agencia china de marketing deportivo que compró Wuhan, ejercerá de puente para formar talento del país en la ciudad de la Alhambra. En esta línea, ya han llegado a un acuerdo con el Chongquing Lifan FC de la Chinese Superleague (CSL).
Todavía en La Liga ha habido una operación adicional, que ha sido la llegada de Rastar Group al RCD Espanyol, con una inversión que ya supera los 110 millones de euros y similares objetivos a los que tienen todos los inversores que han comprado un club: darse a conocer en Europa como multinacionales, en su caso de juguetes, y entender el funcionamiento de una entidad de este tipo para replicar los sistemas de formación en su país.
La situación del club blanquiazul era similar a la del AC Milan y el Inter de Milán, que se han convertido en las dos grandes operaciones corporativas de la industria del balompié en lo que va de año. Dos entidades con una elevadísima deuda y la imposibilidad de alcanzar la rentabilidad y construir una plantilla competitiva por los altos costes financieros que debía asumir. En su caso, con el agravante de que son dos históricos que llevan años lejos de la élite y eso ha acabado afectando a su capacidad de generación de ingresos.
Silvio Berlusconi acordó la semana pasada la venta del club rossonero a un desconocido consorcio inversor, en una operación valorada en 740 millones de euros. El ex primer ministro de Italia se embolsará 520 millones a cambio de su paquete accionarial del 99,93%, mientras que los nuevos propietarios, además, asumirán la deuda de 220 millones. En paralelo, se ha establecido en el contrato el compromiso de inyectar 350 millones de euros en tres años para apuntalar la viabilidad del proyecto, que a medio plazo tenía el reto de construir un nuevo estadio.
Más conocido es el nuevo accionista de referencia del Inter. Se trata de Suning, grupo de distribución especializado en la electrónica de consumo que se inició el fútbol con la compra de un equipo de la CSL y que también se ha hecho con PPTV, una plataforma de televisión por Internet cuyo primer gran contrato fue la compra de los derechos audiovisuales de La Liga para las próximas temporadas. Creada la estructura en China, se lanzó a la compra de los nerazurri, de los que ahora controla el 68,55% tras pagar 270 millones. Además, ha concedido un préstamo participativo por 100 millones.
Estas dos operaciones suponen valorar a los históricos de la Serie A en un importe superior a los 500 millones de euros, lo que apenas representa una quinta parte de la valoración que se hizo del 100% del Manchester City en diciembre de 2015. Entonces, la firma de inversión China Media Capital (CMC Holdings) adquirió una participación del 13% por 400 millones de dólares (360 millones), que situaban el valor total del equipo de la Premier League en 2.769 millones de euros.
No es la única venta que se ha producido en el mercado británico, ya que los importantes contratos de televisión que existen, su repercusión mediática en Asia y el bajo nivel de deuda han animado las compraventas por parte de empresas que nada tenían que ver con el deporte. Yunyi Guokai Sports Development Limited, consorcio con empresarios del medio ambiente y firmas inversoras, ha adquirido el West Bromwich Albion.
Incluso la Championship, el equivalente a la Segunda División, tiene atractivo. Recon Group, con intereses en el ámbito turístico, ha comprado el recién descendido Aston Villa por unos 71 millones de euros, importe superior a los 45 millones que, siempre según la prensa británica, habría desembolsado el fondo Fosun International por el 100% del Wolverhampton Wanderers. Cabe recordar que este último inversor también quiere hacer negocios en la compraventa de jugadores, para lo que se ha aliado con el agente Jorge Mendes.
En todas estas operaciones, el objetivo admitido por la parte compradora siempre ha sido el mismo: aprender sobre la gestión de un club profesional y su sistema de formación para replicar estructuras en el país. Y es que las oportunidades que ha abierto el Gobierno del país no son pocas: de aquí a 2020 quiere en marcha 20.000 escuelas especializadas que sumen 70.000 campos de fútbol.
La construcción de todas estas infraestructuras es clave para el objetivo último, que es que en cinco años haya 50 millones de niños y adultos jugando a fútbol, el equivalente a toda España. Para ello, se introducirá el fútbol como asignatura en el colegio con 50.000 profesores especializados, idea con la que ya esperan seducir a 30 millones de jóvenes. En paralelo a ese sistema escolar, se promoverá la creación de una serie de ligas nacionales de formación, según el plan, para mantener la práctica hasta la etapa universitaria. Y su gran deseo: albergar un Mundial y poder ganarlo.