Entorno
El Banco Mundial rebaja dos décimas su previsión de crecimiento de la economía mundial
El organismo ha justificado la decisión debido a los riesgos de ómicron y al aumento de la inflación y la deuda, según se desprende de su informe Perspectivas económicas mundiales. La rebaja sitúa la tasa de crecimiento en 4,1%.
11 ene 2022 - 17:30
El Banco Mundial revisa sus previsiones a la baja. El organismo ha rebajado en dos décimas su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial para 2022, hasta situarlo en el 4,1%.
Esta modificación se debe a los riesgos que emanan de la variante ómicron y al aumento de la inflación y la deuda, según se desprende de su informe Perspectivas económicas mundiales.
“La economía mundial se enfrenta simultáneamente a la Covid-19, la inflación y la incertidumbre respecto de las políticas; el gasto público y las políticas monetarias se adentran en un territorio desconocido”, ha subrayado el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
Más allá de este año, la previsión para 2023 ha quedado situada en el 3,2%, lo que supone una mejora de una décima en comparación con la estimación anterior, publicada en junio de 2021. A medida que la demanda reprimida se disipe y vaya disminuyendo el nivel de apoyo fiscal y monetario en todo el mundo, se producirá esta “desaceleración anual del crecimiento”, según explica el Banco Mundial.
La previsión para 2023 ha quedado situada en el 3,2%, lo que supone una mejora de una décima en comparación con la estimación anterior
En el conjunto de las economías avanzadas, la previsión de crecimiento para este año ha quedado fijada en el 3,8%, dos décimas menos. Sin embargo, para 2023 se ha elevado en una décima, hasta el 2,3%.
Este bloque incluye a Estados Unidos, que crecerá un 3,7% en 2022, cinco décimas menos. Por su parte, la zona euro avanzará un 4,2%, lo que se traduce en dos décimas menos. De cara a 2023, el PIB crecerá un 2,6% y un 2,1%, respectivamente.
“La rápida propagación de la variante ómicron indica que probablemente la pandemia continuará afectando la actividad económica en el corto plazo; asimismo, la marcada desaceleración de las principales economías pesará sobre la demanda externa en las economías emergentes y en desarrollo”, ha añadido el organismo.