Entorno
El Gobierno ve “positivo” el proyecto Pirineus-Barcelona para los Juegos de Invierno
La presidenta del CSD, María José Rienda, se ha reunido hoy con el responsable de deportes de la Generalitat, Gerard Figueras, para repasar el estado de la candidatura para la edición de 2030.
11 ene 2019 - 16:00
La candidatura Pirineus-Barcelona para los Juegos de Invierno 2030 ha recibido hoy el respaldo institucional que le faltaba. Si bien no de manera formal, el Gobierno ha asegurado que “es un “proyecto positivo, además de una gran oportunidad para el país de crear empleo e infraestructuras. En definitiva, los eventos deportivos ayudan a mejorar las posibilidades del deporte español”. Un apoyo necesario de cara a recibir aún una opinión más favorable del Comité Olímpico Internacional (COI).
La afirmación corresponde a la exesquiadora y presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), María José Rienda, que hoy se ha reunido con el secretario general de Deportes de la Generalitat, Gerard Figueras. En el encuentro también ha estado presente el director general del CSD, Mariano Soriano. En ese encuentro se ha repasado la situación actual del proyecto, que recibió el visto bueno inicial del COI el pasado noviembre.
El Ejecutivo catalán sí que tiene asegurado el respaldo del Comité Olímpico Español (COE) y el de todos los ayuntamientos que se verían beneficiados por el evento deportivo. “Estamos creando complicidad desde la divergencia política con los ayuntamientos de distinto signo político. Pido a la política que no desmonte aquello que desde el deporte hemos sido capaces de crear”, señalaba Figueras en una reciente entrevista con Palco23.
“Este proyecto es ilusionante y debemos hacerlo con España; no pido que todos pensemos igual, pero sí que aislemos el proyecto del ruido político para que podamos trabajar juntos”, añadía. Y es que en términos presupuestarios tampoco supondría una gran inversión pública: el proyecto supondría una inversión de 1.300 millones de euros, de los que sólo 400 millones deberían ser generados por el comité organizador. De ahí que se confíe en obtener ese dinero por la vía privada, con patrocinadores y venta de entradas, entre otros, y no se tenga que recurrir a la subvención pública.
La idea de reaprovechar instalaciones existentes es una de las exigencias del COI en su Agenda Olímpica 2020, consciente de que la aparición de centros abandonados tras unos Juegos ha erosionado su imagen. De hecho, hoy precisamente ha anunciado que Milán y Estocolmo, que optan a los JJOO de Invierno 2026, “utilizarán en un 80% lugares existentes o temporales, en comparación con el 60% entre los candidatos para los Juegos de 2018 y 2022”. Además, los costes operativos proyectados por ambas ciudades son un 20% más bajos”, que traducido en dinero son 400 millones de dólares.