Entorno

Feijoo (FER): “Hay que crear una competición de transición para que los jugadores se desarrollen antes de dar el salto a profesional”

El presidente de la Federación Española de Rugby explica en Palco23 cómo ha sido el proceso para liquidar la deuda del organismo, que llegó a ser de dos millones de euros. Ahora, la entidad está volcada en aumentar los ingresos por patrocinio y la visibilidad de este deporte.

Patricia López

7 feb 2019 - 04:59

Feijoo: “Queremos profesionalizar la estructura de la federación, pero teniendo los pies en el suelo”

 

 

Alfonso Feijoo es un hombre de la Federación Española de Rugby. Antes de ser elegido presidente del organismo en 2014, había sido jugador y seleccionador y, a su llegada a la presidencia, definió su propia hoja de ruta. El objetivo que perseguía es profesionalizar la entidad, mejorar los ingresos de márketing, contribuir a la visibilidad del rugby y lograr éxitos deportivos. Todo ello, en un contexto de crisis económica que obligó a la organización a recortar gastos. Con la deuda ya liquidada, Feijoo afronta el reto de promocionar el rugby, tanto en el ámbito mediático como en la base.

 

Cuando llegó a la federación había una deuda de dos millones de euros que ha logrado liquidar. ¿Cómo ha sido ese proceso?

Fue fundamental vigilar los costes e incrementar los ingresos con la mirada puesta en firmar nuevos acuerdos de patrocinio, que es nuestra principal fuente de ingresos propios y que respecto a 2016 se ha duplicado. Para este año tenemos un presupuesto de 4,5 millones de euros, mientras que en 2014 era de 3,5 millones.

 

En los últimos años han firmado los patrocinios principales de Heineken e Iberdrola. ¿Cómo se convence a las marcas para que apoyen a este deporte?

Poniendo de moda el rugby. Cuando llegamos y decidimos liquidar la deuda, sabíamos que no podíamos ir por el camino fácil, que era gastar menos en competiciones y en las concentraciones de nuestras selecciones. Pero ese plan chocaba de bruces con nuestro objetivo deportivo, que era mejorar las competiciones y los resultados amortizando la deuda. Lo que hicimos fue multiplicar por 2,5 el número de concentraciones de nuestras selecciones y no nos supuso un coste adicional porque firmamos convenios con ayuntamientos para poder utilizar sus infraestructuras. La clave está en que a mejor nivel deportivo, mejor resultado y mayor visibilidad; a partir de ahí, más posibilidad de firmar acuerdos de patrocinio.

 

 

 

 

¿Acuden ustedes a las marcas o llaman ellas a la puerta?

Hasta hace dos años nosotros acudíamos a ellos para convencerles. Nos hemos apoyado en exjugadores de rugby que trabajan en grandes empresas y que quieren devolver a esta disciplina lo que les ha aportado. Sin embargo, desde hace un par de años, desde que competimos en los Juegos Olímpicos y jugamos partidos internacionales, se ha despertado el interés de algunas empresas. Ahora, los resultados deportivos y los valores del rugby han ayudado a atraer a las marcas.

 

La visibilidad en medios es vital para las marcas…

Sí, tenemos un acuerdo con Teledeporte para emitir el partido más destacado de cada jornada de la Liga Heineken, y con Telemadrid para retransmitir un encuentro de la Liga Iberdrola. Además, todos los equipos tienen la obligación de emitir por streaming sus partidos, pero en algunos casos no tiene mucha calidad por la falta de recursos, lo cual es comprensible. Estamos en negociaciones para que un operador, y nuestro objetivo ahora es desarrollar el rugby globalmente y que los 56 equipos masculinos y femeninos que hay en Primera y Segunda División tengan visibilidad.

 

El área de márketing es una de las que más quiere reforzar, según su plan estratégico hasta 2023. ¿Cómo planea hacerlo?

El próximo departamento que desarrollaremos será el de márketing y patrocinio. Tengo claro que la federación tendría que gestionarse como una empresa, queremos profesionalizar la estructura teniendo los pies en el suelo. Ahora mismo explotamos todos los activos y nos queda poco más por vender, pero esos soportes se han revalorizado y hay que tenerlo en cuenta. Eso sí, no nos vamos a olvidar de las empresas que empezaron a apoyarnos hace años, puesto que tenemos que ser consecuentes con nuestros valores como deporte y organización.

 

 

 

 

Que el rugby tenga interiorizados valores como el respeto y la lealtad, ¿ayuda a convencer a los esponsors?

En parte sí, pero creo que los valores van con las personas, no con un deporte en concreto. Esta disciplina ha ganado popularidad en los últimos años, y el peligro que tenemos es que los jugadores o espectadores que vienen de otros deportes no asuman un valor tan importante como es el respeto hacia los entrenadores, árbitros, rivales y compañeros. Hemos detectado algunos malos comportamientos, y hemos decidido lanzar una campaña para reaccionar.

 

Hablando del crecimiento de la disciplina, ¿cómo está trabajando para fomentar la práctica rugby?

Nuestro principal ámbito de actuación son las selecciones masculina y femenina a partir de la sub-18, y esa es una apuesta que tenemos clara: no queremos destinar todos los recursos únicamente al rugby masculino, aunque sabemos que si lo hiciéramos tendríamos una muy buena selección absoluta. Por eso ahora celebramos más competiciones y concentraciones con las selecciones.

 

¿Qué estrategia ha definido para que los más pequeños elijan este deporte?

En España no hay tradición de rugby y esta disciplina no está incluida en el currículo de Educación Física. Hemos decidido formar a los profesores de Educación Física en el rugby para que él o ella puedan formar a sus alumnos. Y a partir de ahí, buscamos fidelizar a los chavales en base a los valores de amistad y respecto. Eso hace que la mayoría de los que empiezan, se queden.

 

 

 

 

 

¿Qué incidencia tienen los clubes en la promoción de esta disciplina y de la cantera?

Son el verdadero motor de este deporte y hacen un trabajo maravilloso en la formación. El problema que tenemos es que luego ese trabajo no se refleja en la División de Honor A, porque no tenemos una competición para los jugadores y jugadoras de entre 19 y 23 años que les permita desarrollarse de manera más profesional. Por eso muchos se marchan a otros países a esa edad.

 

¿Ha pensado entonces en crear una competición de transición?

Si queremos que los jugadores se desarrollen bien para dar el salto de junior a la absoluta creemos que es necesario crear una competición de transición y de nivel. Ahora que hemos equilibrado las cuentas, vamos a proponer a los clubes crear ese torneo. Es una edad que coincide con la entrada de los jugadores en la Universidad, y eso coincide con una elevada tasa de abandono del deporte.

 

¿Faltan instalaciones deportivas de rugby para crecer?

Sí, porque el crecimiento de esa disciplina ha provocado que algunos clubes hayan tenido que dejar de captar jugadores porque la instalación no les permite crecer más. Falta espacio para crecer, y eso puede generar bajas. Tengo la esperanza de que las instituciones empiecen a invertir en campos de rugby. Es algo que Madrid ya está haciendo a través de sus presupuestos participativos. Con nuestro patrocinador Generali y el Consejo Superior de Deportes estamos llevando el rugby cinta a los colegios; nos estamos adaptando para que se pueda jugar en otras superficies.

 

 

 

 

Se acaba de presentar el proyecto de Ley del Deporte. ¿Qué le piden al nuevo marco jurídico?

Le pido que escuchen a las federaciones. Le pedimos también que sean unos presupuestos para cuatro años y que se basen en los ciclos olímpicos, porque no podemos planificar año a año con sostenibilidad. Es importante que las federaciones sepan que durante cuatro años van a tener un mínimo de financiación que les va a permitir operar mirando también al largo plazo.

 

¿Cómo de importante para la promoción del rugby es que España acoja eventos internacionales de este deporte?

Ayuda mucho. El año pasado en Bilbao organizamos las finales de la European Professional Club Rugby (Epcr), y no hubiéramos podido hacerlo de no ser por el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación de Vizcaya y el Gobierno vasco. El acuerdo que firmamos con ellos nos permitió evitar endeudarnos para celebrar la cita, que además nos generó un beneficio económico.

 

¿Por qué los clubes quieren crear su propia liga?

Entienden que son capaces de hacerlo mejor que nosotros, y es algo muy respetable. Lo que yo planteo es que su idea es interesante, pero que tenemos que ir de la mano para llegar a buen puerto. Creo que si centramos nuestros esfuerzos en empujar en una misma dirección sí que se podrá conseguir. Si la federación, que no tiene muchos recursos, debe empujar en varios frentes, tendremos menos fuerza para dedicar en cada uno de ellos. Evidentemente que podemos hacerlo mejor o peor, y estoy seguro de que si crean una asociación pueden hacerlo bien, pero estamos en una situación en que la federación es la propietaria de la competición y de los derechos del torneo.

 

¿En qué podría ceder la federación?

Entiendo que podemos ceder cosas siempre que tengamos garantizado que, si el proyecto que planea la asociación falla, la federación va a tener que recuperar la liga con cierta seguridad y con avales bancarios. No hay que olvidar que no podemos ceder en cuestiones del comité de competición y el arbitraje, porque así lo marca la ley. Para alcanzar un acuerdo, tendremos que acordar cuestiones económicas y de colaboración en todos los ámbitos.