Entorno

José Ramón Lete (CSD): "La lucha contra el sedentarismo es una cuestión de Estado"

Marc Menchén

27 mar 2017 - 05:00

Un deportista de la élite del baloncesto español con amplia trayectoria en a la política. Así es José Ramón Lete (San Sebastián, 1957), el hombre al que Mariano Rajoy eligió como nuevo secretario de Estado para el Deporte, con el objetivo de acometer importantes retos futuros del deporte español tras la profunda transformación forzada en la anterior legislatura. Desde la gobernanza, pasando por la promoción de la actividad física, el dirigente que antes trabajó en la Xunta de Galicia y la Comunidad de Madrid, desgrana la agenda que quiere desplegar en los próximos años en el Consejo Superior de Deportes (CSD) y en la que quiere hacer partícipe a todo el mundo. “La lucha contra el sedentarismo debe ser una cuestión de Estado”, enfatiza en más de una ocasión durante un encuentro con Palco23, el mismo día en el que anunció a las federaciones que, por el momento, no habrá un aumento de la financiación pública de sus actividades.

 

 

CSD José Ramón Lete Entrevista 650
José Ramón Lete, exjugador de baloncesto profesional y presidente del CSD desde finales de 2016.

 

 

¿Qué cambios aspira a introducir en la nueva Ley del Deporte?

 

Vamos a abrir un proceso de reflexión. Tenemos previstas unas jornadas a finales de mayo-principios de junio a través de ponencias con distintos expertos y mesas redondas en distintas áreas. Y desde luego una en la que me gustaría que asumiéramos el liderazgo es en la creación de un plan integral contra el sedentarismo. Está el plan de acción y la filosofía, que es hablar de actividad física con la Ley del Deporte. No podemos estar ajenos a una realidad que quizás en los años noventa no se contemplaba, pero que hoy es imprescindible. No todo es el deporte de competición. Tenemos que poner el foco en aquella actividad deportiva, física y saludable, que realiza o debe realizar la mayoría de los ciudadanos. Va a ser punto focalizador muy importante en la nueva Ley del Deporte.

 

¿Cómo se convence a la gente de la importancia de la actividad física?

 

Uno de los instrumentos que se va a trabajar es el plan integral contra el sedentarismo. Es la enfermedad de las sociedades modernas del siglo XXI por toda la repercusión que tiene en el ámbito de la salud, tanto a nivel de intangibles y que no tiene un precio, como si la que podemos medir y que es el coste de la no actividad. En el año 2030, el 10% del coste sanitario se va a deber a la falta de actividad física. Sabemos que es el cuarto factor de riesgo de muerte.

 

¿En qué consistirá ese plan?

 

Hay muchos pilares. Uno es establecer un canal que pueda servir para empezar a sumar distintos proyectos, que los hay, a nivel de Administración local y autonómica. Queremos liderar un proyecto integral, ponerlo en común y aprovechar las sinergias. Al final es un boca a boca y no hace falta gastar mucho dinero. En Galicia creamos Galicia Saludable, un proyecto al que dedicamos muy poco dinero, pero con el que fuimos capaces de movilizar a los ayuntamientos, que a través de sus técnicos y sin gastar dinero extra, y de una página web y asesoramiento, empezaron a concienciar a la gente. Esto ha supuesto que hoy se organicen más pruebas que en ningún sitio de deporte popular: carreras, bicis, triatlones… ha sido un boom de la actividad física y ha estado al margen del movimiento deportivo convencional. Las encuestas nos dicen que en cinco años ha subido un 15% la población que hace deporte. Ahí debemos focalizar parte de nuestra atención.

 

Un primer paso será la introducción de una tercera hora semanal de Educación Física en las escuelas. ¿Qué papel puede jugar?

 

Vamos a hacer una primera prueba en Ceuta y Melilla para ver cómo funciona. La actividad física es como la lectura en los niños; si consigues un hábito de pequeño es algo que puedes mantener de mayor. Además, evitaría los daños colaterales del sedentarismo, que son la obesidad, el sobrepeso….

 

 

La Fundación España Activa, que engloba a la mayoría de cadenas de gimnasios, avalan esta idea, pero también reclaman la rebaja del IVA del 21% al 8% para incentivar las altas…

 

Eso se podrá abordar cuando se pueda abordar. Yo siempre digo que esto les afecta a los gimnasios, pero no sé en qué medida. Luego cogemos los datos de lo que se gasta un runner y resulta que, de media, se gasta 760 euros al año; se venden más zapatillas y bicicletas que nunca… Entonces te planteas, ¿el IVA realmente influye al que quiere hacer actividad deportiva? Y segundo, cuando estamos hablando de actividad física saludable, también hablamos de hacerlo en el campo, en la calle… y eso no tiene IVA. No obstante, es cierto que en algún momento también habrá que abordarlo.

 

¿Entiendo que hacen del deporte y la lucha contra el sedentarismo una cuestión de Estado?

 

Sí, absolutamente. Debe ir de arriba abajo, del Gobierno a las comunidades autónomas. Pero es que incluso en el Gobierno trasciende al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; queremos implicar al Ministerio de Sanidad porque esto debe ir acompañado de un plan de alimentación y nutrición saludable. Es un proyecto holístico, integral, no de Gobierno, sino de Estado.

 

En su discurso con las autonomías ya enfatizó la necesidad de la colaboración entre Administración. ¿La regulación del deporte que muchos esperan también buscará ese consenso?

 

Al ligar la actividad física a la salud como lo está, los profesionales deben estar regulados, especialmente si queremos que empiecen a prescribir planes. Lógicamente nos están demandando los propios profesionales sanitarios que esto esté en sus manos, de ahí que debamos tener una ordenación de las profesiones. Es un trabajo que ya han empezado algunas comunidades autónomas como Cataluña, Extremadura, La Rioja, Andalucía, Madrid, y que aquí aún no habíamos podido. Tenemos que ser conscientes de que necesitamos una ley marco, siendo respetuosos con las competencias que tiene cada autonomía en el ámbito de la regulación profesional, no de las profesiones tituladas que es estatal.

 

¿Se han marcado una fecha en el calendario para su aprobación?

 

El timing tampoco depende de nosotros porque tenemos que ver bien que encaje con las directivas europeas de servicios, su transposición en las leyes de 2009. En el pasado ya hubo intentos y fracasaron porque no eran acordes con todo esto. Hay que dar los pasos adecuados para que no sólo cumpla nuestra Constitución, sino que también haya un equilibrio en tener un sector ordenado, provisto por profesionales porque hablamos de salud. Vamos a tener ya la primera reunión con el Gobierno, en este caso con el Ministerio de Economía para ver cómo empezamos a trabajar.

 

 

CSD Federaciones 650
El pasado miércoles, día de esta entrevista, Lete se reunió con los representantes de las federaciones.

 

 

¿Qué papel pueden tener las federaciones en la promoción del deporte a nivel base?

 

Aquí nadie sobra. Cuanta más promoción hagan de su deporte y consigan más licencias, más personas habrá realizando actividad física o deportiva, y es importante. Habrá que convencerles de que a través de la práctica de la actividad física tienen potenciales clientes para la práctica de sus deportes. Cuando las carreras populares empiezan, el corredor no piensa que tiene que sacarse una licencia deportiva, pero cuando de repente quiere competir e ir a ocho, diez pruebas porque esto es una progresión y uno quiere cada vez más, entonces ve que igual con una licencia le pueden garantizar una cobertura de seguros. Al final nos retroalimentamos todos, no son compartimentos estancos, sino que son vasos comunicantes.

 

¿Es algo que las federaciones pueden ahora plantearse? ¿Cómo deben ser estas organizaciones en el siglo XXI tras la reestructuración acometida?

 

Esto seguramente tiene que ver con la reflexión de la Ley del Deporte. El modelo federativo lleva implantado más de cien años y está amparado en el movimiento internacional. Lo que sí que tenemos que hacer es profundizar en su buena gobernanza. A mí siempre se me ha preguntado qué me parece la limitación de mandatos, y puedo tener mi opinión, pero no estoy muy seguro de que la tengamos que introducir a través de la legislación pública. Hay que ver si tiene que estar dentro de la capacidad autoorganizativa, y por eso sería bueno, pero la reforma pasa fundamentalmente por profundizar en la transparencia y la buena gobernanza, que es lo que da credibilidad. Tenemos casos como el fútbol, que son los primeros que establecieron el fair play financiero, es el camino en el que tenemos que trabajar.

 

¿Cómo se trabajará para convencer a los patrocinadores de que vuelvan a apostar por las federaciones y sus competiciones? Hay desgravaciones fiscales, pero asociaciones como la ACB también piden tocar la Ley de Mecenazgo.

 

Es otra tarea complicada, porque tendrá que ver con la situación económica, de incipiente mejoría, pero no lo suficiente para abordar a corto plazo la Ley de Mecenazgo. A través de la declaración de acontecimientos excepcionales de interés público, donde hay proyectos como Universo Mujer, con el que hemos conseguido que Iberdrola haga una gran inversión, o el Plan 2020 de apoyo al deporte base, que de momento no ha tenido repercusión pero que estamos empeñados ahora en sacar, vender y seducir a empresas para que a través de este programa podamos también conseguir patrocinadores. Aquí, la colaboración público-privada se antoja imprescindible para mejorar todo esto. De ahí a cambiar la Ley de Mecenazgo y el ámbito subjetivo, pues hay un gran recorrido que hacer. Además, esto tiene que ser algo para todo el territorio, porque cualquier proyecto que se está financiando de forma directa, sea una comunidad o un ayuntamiento, podría financiarse con la inversión de una empresa que apueste.

 

Las desgravaciones hasta ahora se habían focalizado en los grandes eventos, sobre los que siempre existe el debate de si tienen o no retorno. ¿Podría haber un grupo de trabajo a nivel estatal que valore las distintas candidaturas?

 

Quizás haya que hacer una reflexión para ver que no cualquier cosa cabe en la línea de los beneficios fiscales excepcionales, que merece la pena saber la apuesta, porque son menos ingresos para el Estado, bien porque damos dinero directamente o porque no ingresamos. Conviene reflexionar, porque si no corremos el riesgo de que se meta por esa vía cualquier cosa que al final no sea ni excepcional ni de interés público. Hay que coordinarse para evitar sorpresas o campeonatos del mundo que al final nadie se encomienda a nadie, que no tienen la financiación adecuada y que acaban generando un agujero que alguien tiene que asumir. Y no tenemos que pensar sólo en el retorno económico que puedan tener estos eventos, sino también en el retorno deportivo que tengan.

 

 

¿Qué papel dan a empresas públicas como Loterías o Correos que han apoyado a federaciones y torneos en tiempos de crisis?

 

En un momento de crisis están jugando un papel muy importante, y es un instrumento más que el Gobierno tiene para hacer una apuesta por el deporte. No solamente es el CSD, sino que tenemos otras vías y teniendo en cuenta, además, que son un nicho económico importante de generación de riqueza y empleo.

 

¿Y Teledeporte en un momento que todos los contenidos rentables se van al pago?

 

Es un instrumento público y tendríamos que intentar que el deporte, como escuela de valores, de oportunidades y vinculado a la salud y a la educación, tenga una presencia, que ya la tiene en Teledeporte, y vamos a seguir intentando que cumpla ese papel.

 

Sus dificultades para invertir en derechos, y haberse quedado sin los próximos Juegos Olímpicos, ¿cómo afecta al funcionamiento del Plan ADO?

 

El modelo ADO no tiene ningún problema de diseño, el único que tiene es el de la financiación y la colaboración público-privada. Es uno de los programas de interés público más apoyados, pero es verdad que el último ciclo olímpico supuso un decremento de casi un 35% menos de recursos por la crisis económica. Lo que hemos hecho es aprobar el Proyecto 2020 a través de la Ley Antidopaje, y lo que tenemos que intentar es convencer a las empresas de que vean en los atletas y el olimpismo una apuesta fundamental. Sabiendo que además pueden recuperar 90% de la aportación. En su diseño no tiene problemas, pero hay que conseguir la financiación necesaria para que esté en niveles de ciclos anteriores, pero sabiendo que no todo es el dinero, porque Río 2016 se han conseguido los mejores resultados pese a que había menos, con 35 millones de euros, pero muy lejos de Londres o Pekín, cuando había más de 60 millones, pero es que los resultados han sido los mejores.

 

La Liga ha dado un apoyo esencial en estos años, pero, ¿no habría que buscar alternativas que a medio plazo suplan esas aportaciones?

 

Hay que agradecer el papel del fútbol en estos años, que ya empezó con la Federación renunciando a su parte de la subvención del CSD para que revertiera en el resto, y lo hemos visto con La Liga y su proyecto La Liga4Sports. Con el nuevo escenario de la venta centralizada de los derechos, hay que plantear cuál debe ser el retorno de La Quiniela y el juego online, y si quizás no debería quedarse en el ámbito del deporte en general. Sin prisas, pero sin pausa, habrá que reflexionar cuál es el camino.

 

 ¿Hay algún deporte que siga preocupando porque necesita un impulso?

 

Preocupan varios, pero por lo que supone mediática y deportivamente me preocupa el baloncesto porque tiene algunos frentes abiertos muy importantes. Estamos trabajando, pero entre todas las partes implicadas hay que resolver frentes como el de la Euroliga, cotos cerrados, el canon de la ACB, las ligas federativas, jugadores en formación… tenemos que darle una vuelta.

 

Parece que haya desaparecido la cantera.

 

La cantera yo creo que no se pierde porque el alto nivel siempre es un reflejo, pero es verdad que con el modelo de cantera podemos correr el riesgo de desperdiciarla cuando tienen 17 o 18 años, y las ligas federativas permiten que no haya jugadores españoles, y en la ACB también se permite. Yo empecé a jugar en la ACB con 17 años, y es un hueco que se ha perdido y hay que volver a recuperar.

 

Los centros de alto rendimiento también se quieren redefinir. ¿Cuál es el trasfondo de esa idea?

 

Doble objetivo. Optimizar los recursos y tener un mapa que ayude a evitar tener veinte centros de tecnificación de un mismo deporte. Tenemos que trabajar con economías de escala, optimizar los recursos y ajustar los deportes a la realidad de cada comunidad autónoma, porque hay deportes que tienen una implantación y un arraigo en unas regiones y no en otras.

 

De su discurso se desprende que vamos a ver una colaboración entre Estado, autonomías y ayuntamientos como jamás se había visto…

 

Eso espero. Ese es el mensaje que hemos lanzado desde el primer día y poniendo por delante el respeto institucional y competencial, y colaboración y coordinación.