Deporvillage mejora previsiones en plena ofensiva con retail y encara 170 millones en ventas

Deporvillage mejora previsiones mientras pisa el acelerador offline. El pure player barcelonés, propiedad del grupo británico JD Sports, prevé finalizar el ejercicio en curso con una facturación de 170 millones de euros, frente a los 163 millones de euros que anticipaba a principios de año.

De cumplirse las previsiones, Deporvillage superaría así su máximo histórico, alcanzado en 2021. La compañía vivió un pico de demanda durante la pandemia, gracias a su oferta (de ropa deportiva) y a que entonces operaba únicamente online. En 2020, la facturación se duplicó, y en 2021 creció otro 35%.

En 2022, con la normalización de la actividad, las ventas se redujeron un 5%. En el arranque de 2023, la compañía ya ha regresado a los crecimientos a doble dígito y se mantiene en beneficios. 

Deporvillage superaría este año su máximo de facturación, que alcanzó en 2021

Parte de este crecimiento vendrá por el desarrollo de su red de tiendas físicas, un canal que Deporvillage comenzó a probar el pasado abril con una apertura en Madrid. En septiembre, la empresa sumó otro establecimiento en Granada, y anticipa ya que su siguiente objetivo es Cataluña.

A corto plazo, Deporvillage a estar presente con tiendas “en nuestros principales mercados”, aunque el número de tiendas está todavía por determinar, según ha avanzado Amparo Cuerda, co-consejera delegada, a Modaes.

La ejecutiva destaca la complementariedad con las otras cadenas del grupo, Sprinter y JD Sports. “Servimos a clientes diferentes, por lo que vemos complementariedad a nivel de propuesta comercial: como grupo cubrimos distintas disciplinas deportivas y diferentes formas de vivir el deporte que van desde la práctica de iniciación a la intensiva, o a la preferencia por la moda deportiva como forma de expresión”, señala. “Las sinergias se dan en el modelo de gestión: conocimiento de retail, acceso a ubicaciones físicas, acceso a talento, herramientas compartidas…”, detalla.

Las marcas propias concentran actualmente el 3% de la facturación de Deporvillage

Las categorías estrella de Deporvillage son el outdoor, el running y el ciclismo. Esta última cuenta con espacios especializados en las dos tiendas que ha abierto el pure player hasta ahora, con una zona para realizar estudios biomecánicos y un taller de bicicletas.

El grueso del negocio de Deporvillage lo concentran las marcas de terceros, aunque la empresa tiene también marcas propias como Imperfect, Finisseur o Reld. “Seguimos trabajando para identificar oportunidades que mejoren nuestra propuesta, aunque entendiendo que nuestro foco es construir la mejor oferta de los deportistas intensivos en ciclismo, running y outdoor”, señala Cuerda. Las marcas propias aportan actualmente un 3% de las ventas totales.

Deporvillage tiene su sede en la localidad barcelonesa de Sant Fruitós de Bages, adonde se trasladó en 2022. El espacio tiene una superficie total de 2.600 metros cuadrados y, según Cuerda, “cubre perfectamente nuestras necesidades para los próximos tres años”.

La compañía fue fundada en 2010 por Xavier Pladellorens y Àngel Corcuera en Manresa. En 2021, JD Sports adquirió el 80% de la empresa por 140 millones de euros, a través de su sociedad en España, Iberian Sports Retail Group. A finales de 2022, la empresa elevó su participación hasta el 98% y los dos fundadores abandonaron la compañía.