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Estados Unidos también pone veto al ‘greenwashing’ y lleva a Nike a los tribunales

Maria Guadalupe Ellis acusa al gigante de Oregón de hacer afirmaciones falsas sobre sus productos calificándolos como “sostenibles” cuando no “están a la altura de estas afirmaciones” y de crear un “imaginario verde”.             

Estados Unidos también pone veto al ‘greenwashing’ y lleva a Nike a los tribunales
Estados Unidos también pone veto al ‘greenwashing’ y lleva a Nike a los tribunales
La demanda, presentada al juzgado de Missuri el pasado 10 de mayo, defiende que la compañía ha realizado campañas de marketing donde catalogaba sus prendas como “sostenibles”.

M. Tamayo

17 may 2023 - 05:00

El cerco del greenwashing llega a Estados Unidos. Nike se enfrenta a acusaciones de greenwashing que le han llevado hasta los juzgados en su mercado local. Una demanda presentada por la ciudadana de Misuri Maria Guadalupe Ellis acusa a la compañía de señalar productos como sostenibles “sin que estén a la altura de estas afirmaciones”.

 

La demanda, presentada al juzgado de Missuri el pasado 10 de mayo, defiende que la compañía ha realizado campañas de marketing donde catalogaba sus prendas como “sostenibles”, de “materiales sostenibles” y respetuosas con el medio ambiente, tres afirmaciones que, según la demandante, están lejos de la realidad.

 

Los consumidores buscan productos hechos de forma responsable y pagarán un extra por ello”, argumenta la acusación, que señala que Nike se atribuye un catálogo sostenible “en un intento por aumentar los beneficios y obtener una ventaja sobre sus competidores que actúan legalmente”.

 

En concreto, la denuncia señala las etiquetas de producto de Nike, en la que figuran afirmaciones como “sostenibilidad”, “hechos con fibras recicladas”, “reduce nuestra huella de carbono” o “move to zero”, una campaña realizada por la marca, en la que asegura que Nike está emprendiendo un camino “hacia el gasto cero”.

 

 

 

 

La demanda también señala que compañía cuenta con afirmaciones difusas sobre su sostenibilidad en su pagina web, donde se encuentran declaraciones como “soluciones circulares” o “Los mejores estilos de zapatillas sostenibles de Nike”.

 

Además de eslóganes, la demanda pone en duda afirmaciones precisas que realiza la marca, cómo que las deportivas fabricadas con elementos reciclados cuenta con un 20% de material reciclados o que “el nuevo hilo de nailon reciclado reduce nuestras emisiones de carbono hasta un 50% en comparación con el nailon virgen”.

 

Aunque la demanda va más allá de etiquetas y afirmaciones. La acusación asegura que Nike ha creado un “imaginario verde” a través de marketing, anuncios y redes sociales con el verde y las plantas como elemento principal. Otro elemento que ayuda a crear una narrativa verde para Nike es su logo “sostenible”, el llamado sunburst formado por el símbolo de Nike de forma circular, transmitiendo un mensaje de circularidad.

 

“De hecho, de los 2.452 artículos que Nike califica como sostenibles, sólo 239 productos están hechos realmente con materiales reciclados”, señala la demanda, que se alarga 47 páginas para justificar las acusaciones de greenwashing sobre Nike. La demanda busca que Nike realice “una campaña publicitaria de corrección” y que rembolsen a los consumidores que compraron artículos sin estar bien informados de las prácticas de la compañía.

 

La demanda apunta que las alegaciones ecofriendly violan la Missouri Merchandising Practices Act, una ley que prohíbe las prácticas publicitarias engañosas, que pueden conllevar enriquecimiento injusto, la tergiversación de la realidad de forma negligente y el fraude.

Además, Ellis prevé dar el paso para que la demanda se transforme en colectiva, lo que llevará a que más consumidores de la marca puedan añadirse al proceso, así como medidas cautelares e indemnizaciones por daños y perjuicios.

 

Además de la ley estatal, la demanda señala que la compañía estaría incumpliendo la Comisión Federal de Comercio (FTC) en sus Guías Verdes, un documento que ya ha cumplido once años y que establece que puede considerarse o no publicidad engañosa en materia de sostenibilidad, pero no es cumplimiento obligatorio.