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El dueño de Sprinter podrá cobrar hasta 370 millones por su 20% del negocio fusionado con JD y Sonae

La familia Segarra se aseguran una opción de venta futura por el 20% de la nueva compañía, que factura 450 millones de euros y tiene 311 tiendas en la Península Ibérica.

Guillermo G. Recio

9 oct 2017 - 05:00

 

Tres rivales, un objetivo. La industria de la distribución deportiva se concentra año tras año, y JD Sports, Sprinter y Sport Zone tienen el reto de batallar con Decathlon en la Península Ibérica. Para lograrlo han decidido fusionar sus negocios en España y Portugal, aunque todos han tenido que hacer concesiones y mirar por sus propios intereses. Es ahí donde la familia Segarra ha conseguido asegurarse una opción de venta por la que podría cobrar hasta 371,4 millones de euros.

 

Balaiko, firma inversora de la familia cofundadora de Sprinter, ha firmado con JD Sports una opción de venta garantizada a futuro del 20% que poseerá en JD Sprinter Holdings, la sociedad que aglutinará el negocio de las tres cadenas en la Península Ibérica. Como ya se anunció en marzo, su socio británico tendrá el 50% y la portuguesa Sonae, dueña de Sport Zone, el 30% restante.

 

En el momento en que los Segarra quieran vender o JD comprar, la valoración de su paquete accionarial la realizará un tercero independiente. No obstante, y por precaución, el grupo británico ha establecido un valor máximo de 331 millones de libras (371,4 millones de euros) para esa participación, es decir, como máximo el 24,99% de los activos brutos de JD, según la documentación de la mayor operación corporativa firmada en la distribución deportiva española, y a la que ha accedido Palco23

 

“Esta norma establece una limitación al valor futuro para proteger a los accionistas de JD PLC y en ningún caso presupone el cobro de ninguna cantidad alguna, ni determina un rango de valor más allá de un límite máximo", matiza la compañía.

 

 

Estos acuerdos parecen ir encaminados a que JD se haga con el control efectivo del negocio de Sprinter, al que accedió en 2011 con la compra del 50,1% del capital por 20 millones de euros. Entonces, la cadena española sólo tenía 47 tiendas, mientras que a día de hoy prácticamente ha triplicado su red y tiene más de 125 establecimientos. La compañía británica controlaba antes de esta macrooperación el 66,8%, ya que este mismo año se hizo con la participación de la familia Bernad.

 

Por el momento, la familia ya se ha asegurado seis millones de euros por la venta de un 2,35% de JD Sprinter Holdings a JD, en el marco de los distintos movimientos mercantiles para cerrar la operación, que está pendiente de ser aprobada por Competencia. Esta compra de acciones es la que permite al grupo británico tener la mayoría accionarial de la nueva compañía, es decir, el 50% del capital más una acción, y así poder consolidar los resultados del negocio ibérico en sus cuentas anuales.

 

A su vez, JD Sports ha comprado otro 2,78% de la compañía resultante a Sonae, propietario de Sport Zone, por 7,1 millones de euros, también sujeto a la aprobación por parte de Competencia. Así, el grupo portugués se quedará como segundo máximo accionista de la compañía con el 30% del capital y las mismas opciones de venta que Balaiko. Dentro del contrato de compraventa también se estipula que la empresa lusa “podrá recibir una contraprestación de hasta 23,5 millones de euros en el futuro por parte de JD Sprinter Holdings sobre la creación de valor futuro”.

 

Ahora bien, ¿qué ha influido para determinar el definitivo reparto accionarial si las ventas de JD-Sprinter y Sport Zone son similares en este mercado? En 2016, la sociedad española facturó 198 millones de euros, mientras que Sport Zone ingresó 226 millones de euros. Sin embargo, la primera ganó 11,8 millones de libras (13,2 millones de euros), mientras que la segunda arrojó unos números rojos de 27,7 millones euros.

 

 

Esa es una de las claves para entender por qué JD tendrá el 50%, Sonae el 30% y la familia Segarra un 20%. Todo ello, sujeto a que se apruebe la operación por parte de la Comisión Europea, ya que debe analizar el grado de concentración que se producirá en la distribución deportiva de España y Portugal con la creación de un gigante con 311 establecimientos, de los que 204 están ubicados en territorio español.

 

La empresa lusa aporta todas sus tiendas: 94 en Portugal y 46 en España, 20 de las cuales están en las Islas Canarias. No obstante, del negocio insular, sólo cederá el 60%, ya que el 40% restante pertenece a su socio local, Amid Achi Fadul. JD Sprinter Holdings añade sus más de 125 tiendas de Sprinter y los más de 40 puntos de venta de JD en España, que están repartidas principalmente por el arco mediterráneo y Madrid. También suma los 12 establecimientos que adquirió  por 4,7 millones de euros a Sportiberica en 2016, que entonces operaban bajo la marca The Athlete’s Foot y han sido reconvertidos a JD.

 

Ahora, los esfuerzos del conglomerado se centrarán en crear sinergias para mejorar la eficiencia operativa y la rentabilidad a través de la combinación de los equipos de Sport Zone y JD Sprinter Holdings. Con una facturación agregada de unos 450 millones de euros, ¿conseguirán escalar su negocio en la Península para hacer sombra al gigante francés?