Mizuno factura un 1,8% menos en 2017 y logra un beneficio neto de 37,6 millones

Mizuno baja el ritmo. El fabricante japonés de artículos deportivos facturó un 1,8% menos durante el último ejercicio fiscal, finalizado en marzo de 2018, y sus ventas se situaron en 185.399 millones de yenes (1.422,5 millones de euros). Pese a ello, la variación de la partida de extraordinarios hizo que el beneficio neto se multiplicara por siete y alcanzara los 4.895 millones de yenes (37,6 millones de euros).

La compañía atribuye el freno de las ventas a sus esfuerzos para aumentar la rentabilidad de sus operaciones en América, donde considera que hubo una recuperación del mercado de golf. También aseguran que el negocio evolucionó de forma favorable en otras disciplinas deportivas como el fútbol, el bádminton o el tenis de mesa.

Por regiones, el grupo señala que las ventas en el continente americano cayeron un 14,8%, hasta 159,7millones. El retroceso que fue del 6,5% en Europa, Oriente Medio y África (Emea), hasta 109,7 millones de euros. De hecho, el aumento del negocio se produjo esencialmente en su mercado local, Japón, que supone un 70% de su facturación y donde creció un 0,6%, hasta 992,3 millones de euros.

Para el año en curso, Mizuno prevé un beneficio operativo de 69 millones de euros, mientras que la facturación debería mejorar un 2,7% y alcanzar los 190.000 millones de yenes (1.458 millones de euros). Además de cierta recuperación en América, se espera que el crecimiento en el mercado asiático impulse los resultados en los próximos años.