Mais que Auga anticipa números negros e ingresos de 7,1 millones de euros en 2023

Mais que Auga se fortalece. La cadena gallega de gimnasios prevé un incremento en su volumen de negocio del 15% en 2023, alcanzando unos ingresos de 7,1 millones de euros, además de volver a break even, tal y como ha explicado el director general de la cadena, Francisco Cortegoso, a Palco23.

La cadena basa su estrategia de crecimiento para este curso en el incremento de socios y la remodelación de las instalaciones. El pasado ejercicio, Mais que Auga alcanzó 17.000 socios entre sus centros privados y concesionados.

“En 2021, a raíz de la pandemia disminuimos un 46% el número de socios de nuestros centros y nuestro objetivo para este ejercicio es recuperar un 5% de los abonados que dejaron de venir a nuestras instalaciones, lo que supondría elevar la cifra hasta 17.850 socios”, ha admitido Cortegoso.

La compañía tiene definido en su roadmap de inversiones por 320.000 euros para el presente curso. Del mismo modo que en el anterior ejercicio, desde la dirección siguen apostando por las energías renovables. “Queremos pasar a ser productores de energía y para ello tenemos preparada una inversión de 200.000 euros para duplicar el número de platas fotovoltaicas en nuestros centros, además de invertir 120.000 euros en mejorar y renovar las instalaciones de todos los gimnasios”, ha añadido el directivo.

Mais que Auga destinará 200.000 euros en duplicar el número de placas fotovoltaicas de sus gimnasios

El volumen de negocio de la cadena se elevó hasta 6,2 millones de euros en 2022, un 4% por debajo de 2019, el ejercicio previo a la pandemia. El 71% de los ingresos de la compañía provienen de las cuotas de los socios, mientras que, el resto son ingresos adicionales. De cara al presente curso, la compañía anticipa un incremento del 15% respecto al ejercicio anterior, elevando los ingresos hasta 7,1 millones de euros.

Igual que el resto de las compañías del sector con instalaciones acuáticas, Mais que Auga ha “notado significativamente el aumento de los costes de la energía”, ha señalado Cortegoso. En 2019, los consumos energéticos se elevaban hasta 550.000 euros entre los tres centros concesionales, mientras que, en 2022, ascendieron a 1,1 millones de euros. “Del total de costes de la cuenta de resultados, actualmente, los suministros representan el 20%, mientras que antes de la crisis energética, solía estar alrededor del 9%”, ha añadido el directivo.

Los costes derivados de personal representan el 34% de los gastos totales. Actualmente, la compañía cuenta con alrededor de 120 empleados y, recientemente, se vio obligada a proponer un descuelgue salarial al personal, sin reducir el salario, pero congelando los incrementos correspondientes al IPC. Ante esta situación, Cortegoso ha reconocido que “gracias a la colaboración del personal, que entendió la situación, la compañía ha logrado alcanzar la estabilidad actual”.

La compañía cerró el pasado ejercicio en números rojos, mientras que anticipa el break even en 2023. El objetivo es “no volver a perder dinero, recuperar la estabilidad en tesorería y volver a pensar en un crecimiento sostenible dentro de nuestras posibilidades”, ha asegurado el directivo.

Los costes energéticos de la compañía se han duplicado, pasando de 550.000 euros en 2022 a 1,1 millones de euros en 2023

A raíz de la pandemia del Covid-19, el directivo ha asegurado que ha cambiado el perfil de los usuarios de los gimnasios, considerando que la población de entre 18 años y 25 años ha aumentado de forma significativa, del mismo modo que la mayor de 65 años. En cambio, las personas de entre 30 años y 50 años “ha dejado de venir a los centros, quizás porque ha descubiertos otros modelos de negocio o está practicando deporte al aire libre”.

Fundada en 2008, Mais que Auga es una gestora gallega de instalaciones deportivas. Debutó en el sector en 2010 de la mano de AQA, la marca de centros deportivos gestionados por Gaia. De hecho, su primer producto fue adjudicado en una UTE (unión temporal de empresas) formada por la constructora Civis Global y Gaia, que decidieron separar sus caminos en 2014. La cadena salió del capital y la promotora inmobiliaria compró el 50% de las acciones para operar en solitario una vez había adquirido el know how suficiente para operar en el sector.