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La guerra entre Nike, Adidas y Under Armour por las zapatillas personalizadas en la NBA
21 mar 2016 - 05:00
¿Comodidad, diseño o fidelidad? Nada de esto vale para comprarse unas zapatillas de baloncesto. Los jugadores amateurs son unos seguidores incondicionales de las estrellas de la NBA y prefieren comprarse las botas de sus ídolos, sea cual sea su marca, color o material. Multinacionales como Nike, Adidas y Under Armour llevan tiempo explotando esta tendencia y no quieren dejar de hacerlo, como demuestra el último contrato de por vida con LeBron James.
En el pasado All-Star Weekend en Toronto se pudo observar la cantidad de firmas deportivas que compiten por lucir su logotipo en las zapatillas de uno de los mejores jugadores del mundo. Las marcas esperan esta cita para anunciar sus grandes novedades en el fin de semana de las estrellas, como la china Li Ning, que aprovechó para lanzar una edición limitada con el jugador de los Miami Heat Dwayne Wade.
En baloncesto, según explica el uno de los expertos de Foot Locker en baloncesto, Samer Kheir, es común la práctica de este tipo de patrocinios como causa de la personalización del calzado para el propio uso de los atletas. Es decir, que según la posición del jugador, el tipo de juego, su peso y altura las zapatillas se modifican para un mejor rendimiento. Esto lleva a que las marcas aprovechen el tirón de la adaptación al deportista y se creen muchos más diseños que, después, saldrán al mercado.
Kheir comenta que en fútbol es más difícil que esto ocurra porque no se tiene en cuenta tanto las características del jugador, sino esencialmente el diseño. Además, gracias a estas innovaciones lanzan al público un calzado al que asemejarse por el estilo de juego de los amateurs. Además, asegura que este tipo de patrocinios son muy importantes para las marcas, porque tener el último modelo de uno u otro jugador puede implicar unas ventas muy diferentes.
Esto no sería aplicable a jugadores que no son super estrellas, como puede ser Ricky Rubio, ya que las multinacionales de equipamiento solamente apuestan por un selecto club de jugadores conocidos en el mundo entero. Desde la agencia de marketing deportivo You First Sport, que cuentan con Serge Ibaka entre sus clientes, comentan que las líneas personalizadas son "sólo para los elegidos, ni siquiera un jugador top (con un salario de 12 millones de euros por temporada) suele tener este tipo de acuerdos en Estados Unidos".
Nike por ejemplo, diseña zapatillas para LeBron James, Kevin Durant y Kobe Bryant con unos precios de entre 140 y 180 euros. Un nivel por debajo, a partir de 130 euros, estarían atletas de la talla de Kyrie Irving, en la misma zona que James Harden, que ha lanzado sus primeras zapatillas con Adidas tras dejar Nike el pasado año. Aunque la marca alemana haya decidido no renovar su contrato de patrocinio con la NBA, todavía sigue apostando por Derrick Rose, Damian Lillard, John Wall y Tim Duncan. Y quizás el contrato más sonado es de Under Armour con el MVP de la NBA del año pasado, Stephen Curry, que ha renovado hasta 2024.
Otro de los motivos que explican la apuesta de las marcas técnicas por los jugadores es la imposibilidad de optar al patrocinio de una franquicia, ya que la NBA centraliza el contrato. A partir de la campaña que viene y hasta la temporada 2025-2026, Nike pagará 125 millones de dólares anuales para ser el único socio comercial de este sector.
Está aún por ver si todas estas líneas personales de zapatillas llegan a ser un negocio tan redondo como el que ha logrado Michael Jordan. Gracias a la royaltie que cobra el exjugador de Nike desde 1984 por explotar Air Jordan es uno de los atletas mejor pagados aun estando inactivo. Tanto es el nivel de esta enseña que incluso jugadores de la misma NBA llevan alguno de los modelos Jordan en su día a día.