Mediapro: riesgo de liquidez y ‘covenants’ en entredicho, según Moody’s

“La liquidez de Mediapro es débil”. Así define la agencia de calificación Moody’s la capacidad del grupo audiovisual español Mediapro para hacer frente a sus compromisos en el corto plazo. Moody’s rebajó el viernes la calificación de la deuda de la empresa liderada por Jaume Roures y en el informe en que justifica la revisión del rating señala que la empresa tiene riesgo de incumplimiento de sus covenants (compromisos asumidos asumidos con sus acreedores financieros).

La revisión a la baja de la calificación de la deuda de Mediapro se enmarca en el conflicto que la compañía mantiene con la LFP francesa por el impago de la cuota de octubre de los derechos televisivos de la competición, un contrato valorado en alrededor de mil millones de euros por temporada. La cuota impagada asciende a 170 millones de euros.

Según la agencia de calificación, a finales del pasado junio Mediapro contaba con una caja de 143 millones de euros y, además, había dispuesto el cien por cien de un crédito revolving de 60 millones de euros. Moody’s evalúa cuatro préstamos de la empresa: un primero por 300 millones que vence en 2024, otro por 380 millones que vence en 2025, un crédito revolving de 60 millones con vencimiento en 2024 y otro más de 180 millones que vence en 2025.

Según Moody’s, la compañía debe afrontar unos “importantes” compromisos en 2020 y 2021, incluyendo 25 millones de euros correspondientes a la amortización semianual de uno de sus créditos, además de compromisos de inversión por valor de cincuenta millones de euros en 2021.

Mediapro debe cumplir con un covenant de un mínimo de liquidez de sesenta millones de euros

Moody’s añade, además, que Mediapro “deberá hacer frente a pagos contractuales a la LFP de 170 millones de euros (incluyendo IVA) en diciembre de 2020, en febrero de 2021, abril de 2021 y junio de 2021, además del impago de octubre de 2020”.

Todos estos compromisos suman alrededor de 925 millones de euros y la agencia de calificación advierte que el grupo debe cumplir con un covenant que le exige un mínimo de liquidez de sesenta millones de euros.

Los riesgos a los que se enfrenta Mediapro en su conflicto con la patronal francesa del fútbol no son sólo económicos, sino que Moody’s señala que “el daño reputacional a la división de gestión de derechos audiovisuales puede limitar la capacidad de la compañía para asegurar futuros derechos deportivos”.

En el otro plato de la balanza, la agencia de calificación valora positivamente la “fuerte relación con LaLiga y el valor asociado con su contrato para gestionar los derechos internacionales” del fútbol español, así como la buena integración de sus operaciones en toda su cadena de valor y su diversificación geográfica y por segmentos de negocio.

Jaume Roures está al frente de Mediapro, controlada por Orient Hontai Capital.

El conflicto en Francia

Desde hace varias semanas, Mediapro mantiene abierto un conflicto con la LFP por sus derechos audiovisuales. El pasado octubre, la empresa española impagó la cuota correspondiente a octubre de los derechos para emitir diez partidos de la Ligue-1 y ocho encuentros de la Ligue-2 en exclusiva cada semana. El contrato entre Mediapro, a través de la filial francesa del grupo, tiene vigencia para el periodo 2020 y 2024.

“Mediapro Sport France está fuera del grupo empresarial y no hay relación directa con la deuda financiera emitida por Invictus e Imagina”, señala Moody’s. “Sin embargo, el impago y el proceso de mediación ponen de relieve la dificultad de Mediapro de monetizar de modo rentable los derechos televisivos del fútbol”, agrega.

La agencia advierte asimismo que “en el escenario de que no se llegue a un acuerdo con la LFP, Imagina podría hacer frente a un proceso legal largo y a importantes pagos, especialmente si la LFP consigue volver a sacar a subasta los derechos y recibe un precio inferior al acordado con Imagina”.

Mediapro está controlado por el Kunshan Technology Investment (empresa controlada a su vez por Orient Hontai Capital), que ostenta el 53,5% del capital de la sociedad Joye Media, hólding de la empresa catalana. La compañía está presente en más de 150 países y emplea a más de 6.600 personas.

El grupo audiovisual cerró 2019 con un resultado bruto de explotación (ebitda) de 224 millones de euros, lo que supuso una mejora de dos millones respecto al ejercicio anterior. Los ingresos de la empresa registraron un retroceso del 7% y se situaron en 1.817 millones de euros por la finalización del contrato como dueño del principal lote de partidos de LaLiga Santander, que desde 2019-2020 está en manos de Telefónica.